Reflexiones: la UCV celebra la Propiedad Intelectual

La Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela. Organizó el Primer Foro Universitario sobre Propiedad Intelectual, el cual se llevó a cabo el pasado 22 de abril de 2009, con el evento “Invitación Día Mundial de la Propiedad Intelectual”. Con la asistencia de varios ponentes, entre otros la Dra. Hildergard Rondón De Sausó, quien dictó el discurso de orden:

Situación Actual de la Propiedad Industrial en Venezuela”.

Varios abogados especialistas analizaron y emitieron sus opiniones sobre aspectos legales del tema; por la tarde hubo una exposición titulada “Las Patentes Farmacéuticas” por parte del Señor Francisco Allende, Asesor general de la Cámara Venezolana de Medicamentos (CAVEME). El señor Allende expuso una visión totalmente parcializada de las Empresas Multinacionales Farmacéuticas, sin un átomo de sensibilidad social, en una especie de chantaje, nos exige que si queremos que la Industria Farmacéutica Multinacional siga creando medicamentos, tenemos que pagar lo que ellos quieran cobrar. De lo contrario, podríamos despertar un día y NO encontrar más drogas nuevas. Lo que oculta el señor Allende es que las Industrias Farmacéuticas Multinacionales se han convertido en unas máquinas comerciales de venta de drogas de limitados beneficios, que en muchos casos no justifican sus elevados precios. No es cierta su afirmación según la cual los altos costos de las drogas son principalmente resultados de los programas de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos sino que estos se deben mayormente a costos de mercadeo, administración y especulación bursátil de los mismos, o sea, relativa ineficiencia en su funcionamiento.


Se trata de una industria bien protegida contra las pérdidas y a pesar que los negocios riesgosos tienen ganancias variables, la Industria Farmacéutica ha sido con el correr de los años junto con las Petroleras, de las más rentables de los Estados Unidos, obteniendo altísimas utilidades, mayores que aquellas de otras industrias, después de haber pagado comodamente sus costos en investigación y desarrollo, y sus demás gastos. Compare el 17% de margen de utilidades de las diez principales Industrias Farmacéuticas en 2002 con el promedio de solo 3,1% para todas las Industrias que aparecieron en “Fortune 500” ese año.


La reciente afirmación del Sr. Allende, que las Industrias Farmacéuticas Multinacionales gastan en promedio 1.000 millones de dólares para lanzar una nueva medicina al mercado, se basa en un estudio de una Universidad Norteamericana, utilizando datos suministrados por estas empresas, no verificados por observadores independientes, que probablemente están tremendamente inflados. No obstante sea cual sea la cifra que dediquen a investigación y desarrollo, si las Compañías Farmacéuticas gastan más en mercadeo y obtienen mas utilidades, difícilmente pueden alegar que es necesario aplicar precios altos en los países en vías de desarrollo para cubrir sus gastos de Investigación. En lugar de ello, los elevados precios son necesarios para cubrir sus gastos de mercadeo, elevadísimos sueldos de sus ejecutivos y mantener sus estupendas utilidades.


Es con este tipo de discurso que el Sr. Allende, ante el llamado de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), organismo de Naciones Unidas fundado con el deseo de “promover en todo el mundo la protección de la Propiedad Intelectual a fin de estimular la actividad creadora”, celebra el día de la propiedad intelectual, alentando a reflexionar sobre los beneficios de respetar estos Monopolios Farmacéuticos sin los cuales, nos advierte, no sería posible el disfrute pleno del derecho a la salud. Como si fuera poco, después de su exposición y con la esperanza de que nos pudiera aclarar ciertas interrogantes que se le pasaron por escrito, respetando la dinámica establecida en el evento, el Sr. Allende, una vez que leyó las preguntas, de la forma más irrespetuosa y deplorable hacia la audiencia, tomó sus documentos se levantó y nos dejó sin ninguna respuesta. Esta actitud demuestra que no posee argumentos sólidos para defender su posición y que muchas de sus afirmaciones podrían no tener sustento.

También llama la atención sobre el espíritu académico de los organizadores, que solo exponen una visión parcializada del tema, sin fomentar el necesario debate que debería caracterizar a este tipo de eventos, y que esta expresado en forma magistral por el lema de nuestra querida UCV “la casa que vence las sombras”.


Ahora bien, en cuanto a la ponencia de los otros participantes, podríamos resumir que todos se restringieron a criticar desde el punto de vista exclusivamente jurídico, las políticas ejercidas por el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI), relacionadas a la salida de Venezuela de la Comunidad Andina (CAN); Sin prejuzgar sobre los aspectos jurídicos, debemos comprender y apoyar la intención del SAPI y del alto Gobierno Nacional, que no es otra cosa que defender los intereses del pueblo venezolano, en contra de la aplicación muchas veces abusiva de la Legislación Internacional sobre la Propiedad Intelectual..

Este tema debe ser considerado desde un amplio punto de vista, que incluya, pero de ningún modo se limite a su visión legal.

La solución definitiva a las controversias sobre Propiedad Intelectual en Venezuela deberán solventarse con la promulgación de una nueva ley de Propiedad Intelectual, elaborada por un conjunto de venezolanos donde predomine el nacionalismo, la sensibilidad social, una interpretación inteligente y creativa de las experiencias nacionales y mundiales en materia de política económica, y la necesaria sobriedad legal.

Es hora de poner los intereses venezolanos en manos de quienes sepan y puedan defenderlos.



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