Sabemos que los ataques a PDVSA son parte de un plan de los oligarcas internacionales para yugular a la Revolución Bolivariana y al ALBA, es un enfrentamiento final entre la posibilidad socialista y el capitalismo. Es con esa visión que debemos analizar los sucesos y las posiciones. Veamos.
El bando capitalista comienza su ataque con los supuestos alimentos descompuestos de PDVAL. El ataque agarró dormidos a mucha gente del lado bolivariano, fue de tal magnitud que caímos en la trampa. Dimos por sentado que allí hubo delitos, ilícitos, cuando menos ineptitud, negligencias, algunos hasta hablaron de boicot.
Sólo tiempo después, cuando los números aparecen, es que hacemos conciente la extraordinaria hazaña que es PDVAL: un esfuerzo descomunal en la necesidad de alimentar a la población y hacer frente a la ofensiva enemiga por crear desabastecimiento.
Si revisamos rápidamente un trabajo de Rosa Tristán aparecido en el último “Debate Socialista”, donde se demuestra que PDVAL tiene un porcentaje de pérdidas igual o menor al porcentaje de pérdidas en manejo de alimentos a nivel mundial, si tomamos en cuenta que esta empresa nació y opera hasta hoy en situación de guerra, de enfrentamiento con los capitalistas, que usan el desabastecimiento como arma, concluiremos, sin dudas, que PDVAL es una “creación heroica”.
Los oligarcas, cumpliendo su orden de ataque a PDVSA, enfilaron contra el corazón de la empresa: distorsionaron las informaciones, magnificaron los hechos. Así, un chispazo en una refinería lo transforman en incendio.
Ahora bien, donde aparece el verdadero carácter de la confrontación, es cuando los capitalistas juzgan la gestión petrolera, no entienden el cambio de enfoque.
Por ejemplo, hablan de aumento de la nómina, cuando lo que hubo fue un rescate de los obreros que estaban en situación esclava, en la llamada tercerización, donde compañías intermediarias cobraban a la empresa grandes sumas y mantenían a obreros en situación de esclavitud. Era, además de ser explotación descarada, una forma vil de apropiación de la renta.
Con el combate a la tercerización, la empresa rescata al humano y además ahorra. Eso no lo pueden entender los capitalistas. Sólo ven los “helados números del cálculo egoísta”, no pueden sentir al humano.
El “gasto social” los horripila, los desconcierta, lo dan a pérdida, no pueden sentir que la renta petrolera, que antes y por variadas maneras iba al imperio y a los oligarcas, ahora llueve sobre los excluidos.
No captan la importancia de los aportes de la petrolera al Estado, no soportan que sea una compañía subordinada a la sociedad venezolana y que rinda cuenta al Estado como administrador de toda la sociedad.
Que nadie se engañe, PDVSA es una gran empresa. Su desempeño no tiene comparación a nivel mundial, ninguna empresa del mundo es más humana, ninguna se importa más por la gente. Es pilar fundamental del Socialismo, por eso la atacan, y el deber de los revolucionarios, de los patriotas, de los hombres de buena voluntad, es defenderla siempre, sentirse orgullosos de ella.
¡Chávez y PDVSA son Humanismo!
PATRIA SOCIALISMO O MUERTE, VENCEREMOS¡¡¡