Sí piensas que la oveja blanca sólo está Roma-específicamente, en El Vaticano-estás equivocado, ¡Obama es facsímil de aquélla!
Obama es una versión de la oveja blanca original, que ahora mismo y, desde el pasado viernes blanco, la emprendió de viaje contra Suramérica a fin de tratar de hacer control de daños “colaterales”.
La emprendió inicialmente contra Brasil donde, seguramente, Dilma hará de tripas corazón para no vomitar; Obama pasaría por El Salvador y hasta escupirá posiblemente la tumba de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, durante su periplo; no otra cosa puede esperarse de quienes pretenden abatir los símbolos morales que sirven de acicate a los procesos de liberación de los pueblos.
Es cínico que después de haber asesinado a Monseñor Romero, el imperio venga a tratar de hacer control de daños “colaterales”. Sabe Obama que la tumba del mártir es un testimonio contra el imperio chupasangre; al mismo tiempo, esperemos que el pueblo salvadoreño no se deje engatusar, de seguro que le viene encima una ofensiva feroz y Obama ha venido a tantear el terreno.
Al imperio no le basta con haber asesinado a Monseñor Romero y a varias monjas norteamericanas, inclusive, con la anuencia del Vaticano; sino que ahora pretende hollar su memoria, para arrancarle al pueblo, banderas de lucha.
No podrán borrar el pasado asesino que los acusa de “matamonjas” y de “matacuras”.
¡Pobre oveja! ¡Pobre oveja!
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