¡Son Comunistas!!..¡Eso es lo que son!!…Exclamaba la rancia oligarquía y sus adláteres en 1944, 1945, 1946, 1947 y 1948. Cuando un gobierno progresista como lo fue el de Medina Angarita fue defenestrado por militares felones y por civiles pro yanquis. Después vino el llamado trienio adeco( 1945-1948), liderado por el pitiyanki Rómulo Betancourt, donde este adeco conspiro contra su propio partido para defenestrar al escritor y entonces encargado de la primera magistratura Don Rómulo Gallegos. Betancourt subordinado como buen adeco a los pies de la embajada gringa, trato que gallegos se sometiera a los designios de la oligarquía rancia caraqueña y a un grupo de militares felones donde participaba Marcos Pérez Jiménez.
La embajada gringa, el pentágono y el Dto. De Estado, así como la oligarquía parasitaria temían, que los “comunistas” junto al pueblo lograran reivindicaciones sociales, económicas y políticas, que a la larga podía comprometer los intereses estadounidenses en la región, sobre todo en el usufructo del petróleo venezolano. Pero dejemos que la historia narre algunos hechos, que se parecen tanto a los que estamos presenciando hoy en pleno siglo XXI.
El año de 1947 al 1948 fueron de constantes huelgas, que estremecieron al país, convirtiéndolo en un caldo desestabilizante y en plena ebullición. La oligarquía de siempre “Faldera” de los gringos enviaba sus cartas, como hoy lo hacen sin ningún reparo María. C. Machado y políticos como Ismael García. Leamos solo un fragmento de una por J. Penzini. Hernández. ¿Les dice algo el apellido? Este señor escribe al gobierno de EEUU lo siguiente: (…)Se inició un simulacro de Revolución a base de exilios, prisiones, impuestos extraordinarios, juicios arbitrarios por peculado, odios raciales, anticristianismo, expropiaciones, asalto de hogares, guerra a la propiedad privada, y sobre todo el uso del poder en todas sus formas de ventajismo y predominio para lograr triunfos electorales..(…). Que tal ¡, parecido con el discurso de la MUD ¿no? Sigamos con Penzini..(…) Se proclamaba el odio del obrero hacia el patrón; se estimulaba la insurrección del campesino contra el terrateniente; se alzaba el salario en desarmonía con las previsiones de los precios y del consumo; se agitaba la bandera agrarista como enseña de discordia y de desigualdad; se auspiciaban las formaciones de sindicatos políticos que decidían en forma tiránica sobre los problemas profesionales y obreristas; y las dificultades que emanaban de este álgido estado de cosas repercutían obligatoriamente en el orden de la producción nacional en bancarrota¡¡..(…).Díganme Uds. si esto no es lo que escuchamos a diario de la boca de los agentes de la oposición vía medios de comunicación. Debemos estar claro que el objetivo que persigue los factores económicos nacionales y extranjeros es la defenestración total de la Revolución Bolivariana. Las complicidades de los partidos de la ultraderecha junto con los gremios burgueses, fedecamaras, la iglesia, medios de comunicación y algunos sectores militares lograron en el 2002 un triunfo, pírrico, pero lograron el poder por espacio de 48 horas, ahora vienen con una estrategia que ha servido durante décadas, en el 48 sirvió, porque no ahora?. La propaganda anticomunista, el demandismo excesivo de un sector de la población, las huelgas de estudiantes y trabajadores o paros de gremios que aun controlan algunas instituciones privadas o públicas etc. Es un caldo de cultivo que sazonado con el amarillismo mediático que manipula constantemente las necesidades socioeconómicas de los sectores más excluidos, puede dar cauce a situaciones de desequilibrio sociopolítico. Sumado a esto la delincuencia, el desempleo, la inflación, el desabastecimiento, etcétera.
¿Cómo contrarrestar esta situación que exponen diariamente los sectores de la reacción y destruye lentamente el espíritu del venezolano? Es una buena pregunta para el PSUV y sus máximos dirigentes, esta tarea es apremiante solucionarla. Los procesos revolucionarios son perfectibles en tiempos y espacios, su única razón de ser es la satisfacción de las necesidades de un pueblo, estas siempre serán legítimas, por eso la constante revisión de los problemas es el ABC de una Revolución. No podemos darnos el lujo de pasar por alto situaciones reales, que cuando afloran ya el daño es irreparable en la conciencia del pueblo.
Es ahora o nunca….. Venceremos¡¡.
pedro2.patino@gmail.com
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Bibliografía consultada: El Trienio Adeco (1945-1948); Oscar Battaglini; Monte Ávila Editores; Edición 2008.