En sus patadas de ahogao, por ahora… la oligarquía mundial todavía aprieta

El cinismo es uno de los vicios capitales del perverso capitalista. Vemos por los medios palangristas del mundo, cómo los “personajes” y “presidentes” de países que se arrogan el auto-derecho de dictar normas de comportamiento al resto de países considerados menores, discursear y determinar cómo, cuando, de qué y por qué deciden hacer o deshacer lo que  gobiernos y  pueblos de países considerados de segunda, debiesen hacer en el ejercicio de sus soberanías.

Pero ese cinismo que caracteriza a los imperios y  lacayos regados por el mundo, va cuesta abajo; y advertimos en cada aparición de sus personajes, que ya no pueden con el fingimiento de sus caras lavadas  cuando levantan sus caretas, (caso Obama, Sarkozy e Hilary) frente a las cámaras, para ventilar asuntos re-escritos en sus cuartos oscuros.

Ese cinismo que la oligarquía mundial pretende seguir imponiendo…por ahora, ya no cala, ya está desfasado con la realidad de la historia actual. Gracias a la tecnología que no pueden parar, este mundo presente  conoce al instante todo cuanto digan o pretendan hacer en la china o la Conchinchina.

Todavía aprieta, sí, todavía aprieta, pero es un apretón de un puño cansado, no por el cansancio del apretón, sino porque los ahorcados  ya se retuercen con valentía y cuentan con la bravura de hombres y mujeres del mismo imperio que nos ayudan desde los mismos centros de sus cuartos oscuros. Lo estamos viendo con el soldado Manning, Assange de Wikileaks, con los soldados israelíes que publican libros y páginas blog, denunciando los atropellos de sus gobiernos; lo gozamos con ex agentes de la CIA,y otros cuerpos de “inteligencia” formados para desestabilizar países y desprestigiar o asesinar lideres, intelectuales, artistas y gentes comunes, pero que deciden denunciar  por el peso en sus conciencias a quien creen que los usará por siempre. Lo observamos en académicos y otros científicos que ya avistan lo que les espera si continúan engañando a la humanidad. Y veremos en días no muy lejanos, cómo, altos oficiales de las Fuerzas Armadas de cualquier parte del mundo, rebelarse y soltarse del malévolo capitalismo que lo que hace con ellos, es usarlos a su conveniencia y luego perderlos en la historia.  Perderlos en la historia, de una manera que no se justifica, porque cualquier miembro de las fuerzas armadas del mundo, debiese ser protagonista de primera línea en la posteridad. Pero hasta ahora ya lo vemos, desaparecen como las sombras al medio día.

Aprieta, todavía aprieta en sus pataleos esa criminal oligarquía, pero lo hace con el desgano natural de los acontecimientos actuales, porque cualquier persona, de un promedio del 30% mundial,  puede enterarse o difundir por los medios de comunicación, páginas de internet y cuanto modo de información existe,  para medir el apretón. Los pueblos del mundo ya no son lo mismo de hace diez años hacia atrás, el poder económico de  oligarcas, lacayos y sus imperios, tampoco es el mismo y los mercenarios que usan para que protejan sus espaldas ya piensan en el papel de perros guardianes que hacen, al “protegerlos” o hacer el trabajo sucio de sus “patrones” que son sus verdaderos esclavistas, que se enriquecen al robar lo que pertenece a todos, mientras esos tristes perros guardianes ya  cuestionan su papel.

Patalea, si patalea y aprieta un poco, pero la pobreza en sus países ya se hace insostenible; en los Estados Hundidos  ya sobrepasan los 44 millones de pobres y unos doce millones ya son pobres extremos. En Europa, especialmente en España, ya sobrepasan el 25% de desempleados. En Francia, las barriadas son peores, muchos peores que los barrios de El Salvador, Los Ángeles, Rio De Janeiro o Colombia, por la violencia de las pandillas aunados a los ejércitos de prostitución. Además de tener en sus pataleos, una buena cantidad de países al borde de los tales rescate económico, y la estrambótica ayuda de los bancos tiburones que no es otra cosa que prestamos para terminar de joderlos en esa historieta sin fin.

La oligarquía mundial patalea y pueda que todavía apriete un poco, pero sus jóvenes soldados y oficiales de sus “ejércitos” están cansados; sus soldados, marines y mercenarios ya disparan contra sus mismos compañeros, se suicidan, roban y desertan porque están artos de ser herramientas de sus propios verdugos. Sus soldados están artos de ver a sus compañeros en sillas de rueda, amputados y con problemas psíquicos de toda naturaleza.

Los oligarcas saben que  les queda poco tiempo, están desesperados, sus sopotocientos millones de sucios dólares ya no les sirve para seguir comprando conciencias y des-pauperizar al ser humano; ya los que aparecen en la revista Forbes no son los que realmente son porque tienen miedo de mostrar sus vergüenzas.

Y por continentes, cada grupo de oligarcas viven las de san Quintín. Los oligarcas árabes están en banca rota y se valen de mercenarios extranjeros para poder proteger sus intereses porque son pocos los  árabes que se prestan para traicionar a sus hermanos. Los oligarcas asiáticos son totalmente desconocidos en el mundo, también por el miedo que tienen a sus pueblos que despiertan. Los de América Latina ya saben lo que les viene pá encima. Aprietan…por ahora, pero ya se les acaba el tiempo. 

Todavía aprieta, y para que analicemos el problemón que tiene los imperios, sus oligarcas y sus clases medias hipócritas, observemos, que ya no se ven turistas norteamericanos por el mundo. En nuestra América Latina son contados los que se observan y si se ven, es con el culo en tembladera porque saben que nadie los quiere. Y los europeos van en la misma dirección, no se ven turistas anglosajones por el mundo porque el culillo se apoderó de sus cuerpecitos. Ningún norteamericano se atreve a viajar a cualquier país de arabia, ni a  Colombia, Ecuador y etc. Sólo se ven los que vienen a cargar sus estómagos de narcóticos por la pelazón y el vicio que viven en sus países.

El susto que tienen y las guevas en sus cuellos aumenta, cuando el Banco Mundial informa que acaban de crecer los hambrientos. Ya son 1400 millones de pobres que no respetan a nadie, porque ya saben que sus pobrezas se deben al robo de sus riquezas. Están asustados por los 400 millones de indigentes en las calles del mundo, que ya se enteran por todos los medios de información que sus lamentos fueron inducidos, que sus vidas fueron trastocadas porque los condujeron a ello.

Los oligarcas están desfasados y aunque aprietan un poco todavía, ya los miedos que antes inculcaban en la psiquis con sus enfermedades supuestas, la gente común del planeta se la cuestiona y ya no aceptan con facilidad la sugestión. La gente acude a sus propios estados de ánimo, busca soluciones en la medicina naturista y sobre todo, en su misma mente, porque ya estamos aprendiendo a dejar el temor a nosotros mismos y a no creer en las cosas externas que nos embutieron cuando la ignorancia era su mejor fechoría. Ya no comemos cuento con las vacunas, con los médicos mercantilistas y con sus clínicas privadas y ladrones disfrazados de médicos.

Pero los hombres humanistas también estamos apretando. Y apretamos con rabia y sin desesperos, porque sabemos que el apretón para oligarcas y oligarquístas debe ser definitivo. Apretemos a esos “presidentillos” que lamben al imperio y humillan a sus pueblos. Apretemos con sabrosa rabia a todos los ministros y diplomáticos  que se venden. Apretemos a los militares que dan golpes de Estado y se prestan para el servilismo; pero apretamos con dulce rabia, porque sabemos el fin último de esos deshumanizados.

Sabemos que la historia los desaparecerá y sabemos que cuando se mencionen sus nombres, serán mencionados con nauseas de igual manera que ya pronuncian con nauseas los nombres de vivos y difuntos como:  Nixon, Reagan, los Bush, Oscar arias, Franco, Obama, Al capone, Onassis, Nerón, Calígula, Bottha, Alejandro Magno, todos los papas, arzobispos y obispos sin excepción.  Carlos Andrés Pérez,  Rafael Videla, El destripador, Mancuso y su combo, mi tocayo Hernán Cortés, todos los reyes, sus reinas y sus príncipes,

Todavía aprietan esos oligarcas…por ahora. Pero también apretamos nosotros y los hacemos ahora. Y poco a poco apretamos más y lo hacemos ahora. Y seguiremos apretando con todo los gustos ahora, en este momento. ¡Apretemos pueblos del mundo!

¡Patria humanista socialista o muerte!

Con Chávez, resteaos!

nandopico@yahoo.com



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Hernando Cortés Pico


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