En su gran mayoría, el norteamericano fue inducido al abandono de toda responsabilidad personal y rindió sus emociones castradas o totalmente deformadas al uso y desuso de sus verdugos. Las gentes en Norteamérica fueron acostumbradas a vivir el momento en total desinformación personal y colectiva que los obligó a ser víctimas de actos irracionales y violentos. Irracionalidad y violencia ocultada por los medios de información que niegan por ejemplo, que más de tres millones de norteamericanos están en sus cárceles y que unos siete millones conforman grupos de pandillas o delinquen individualmente en barriadas populares, sin contar con los delincuentes de cuello blanco de Walt Street.
El gringo fue paradigma al Mundo con el cuento de aquella familia nuclear pero sin mostrar sus hipotecas. Con aquel o aquella “exitosa” que se abrió camino entre la gran multitud de millones que buscan la única oportunidad que logró aquel, mientras el resto muere de mengua y lavado su cerebro se refugia en las drogas.
El comportamiento del Pueblo norteamericano con respecto al Mundo exterior, es la muestra viva del lavado cerebral a que es sometido. Aunque ya acabó el orgullo de ser potencia mundial, el norteamericano común y corriente en su gran mayoría ignora la debacle que sufre su país.
En este instante, octubre del 2011, muchos norteamericanos y de todos los orígenes protestan en las calles con la consigna mundial de indignados. Se adhieren todos los sectores progresistas al conglomerado humano que crece poco a poco y de seguro no parará hasta que el Pueblo gringo se contagie de esa Libertad conculcada por el 1% ricamiltar que lo subyuga hace doscientos años.
Para nadie es un secreto que la economía de los Estados Hundidos fue por mucho tiempo sostenida por la rapiña que a nivel global practicaron sin escrúpulos. Engordaron y se repartieron las riquezas de la Comunidad Mundial y empobrecieron a muchos pueblos para darle sofismas de distracciones al suyo. Situación que el Pueblo gringo en este instante ya detecta y sale a la calle todavía en solitario, pero que ya cuestiona su papel de omiso.
Por mucho tiempo creímos que sólo se aplicaba al Mundo “subdesarrollado” eso del lavado de cerebro. Hoy es lamentable saber que el mayor lavado de Cerebro lo sufre en su conjunto el hombre y la mujer de los países “altamente” desarrollados. Norteamericanos y europeos sufren todo el desbarajuste socioeconómico que su clase política y económica les endosa para seguir exprimiéndolos. Siguen haciendo pruebas de resistencia para saber hasta dónde aguantan sus pueblos. Impuestos impagables, desempleo programado, arrebatos de viviendas, aumentos de edad de jubilación, desarraigos de poblaciones, xenofobias, discriminaciones, mala educación y arrebatamientos de la calidad de vida con la degradación de la Salud Pública entre otras dosis que poco a poco les proporcionan, para saber, repito, hasta donde hace efectos el aguante por el lavado cerebral que por décadas aplicaron a sus pueblos.
Ahora bien, no hablamos de misteriosos lavados cerebrales efectuados por científicos de lentes gruesos y maquinas estrafalarias de laboratorios escondidos bajo tierra. Hablamos de ese lavado cerebral sutil donde el mismísimo pueblo profesional consciente o inconsciente participa. Médicos, publicistas, periodistas, actores de cine y artistas, académicos y personas comunes, son reclutados sin darse cuenta para que ejerzan las distintas formas de hacer el trabajo sucio de lavar el Cerebro de sus hermanos. ¿Cómo? Televisión, prensa escrita, publicidad degradante y psíquica, enfermedades psicosomáticas, películas subliminales y propaganda de subterfugio, fueron por años enfocadas en la mente de las masas norteamericanas y europeas para ser lavados sus cerebros y ser las principales víctimas de la “quiebra” económica y la real quiebra de los principios básicos que el Mundo sufre hoy.
Cuando un piloto gringo o europeo de un F16 bombardea objetivos civiles en Libia sin cuestionarse, su Cerebro es lavado con detergente. Cuando un policía reclutado del Pueblo gringo o europeo golpea a cualquier manifestante que seguro protesta por mejores sociales para la familia de ese policía, su Cerebro está lavado. Cuando los presentadores de programas televisivos presentan bodrios y programas que entretienen sin ningún fundamento, su Cerebro está totalmente blanqueado y encriptado con basura. Cuando un periodista miente con descaro, su cerebro está lavado.
Cuando maestros de escuelas y liceos, catedráticos y otros académicos continúan “enseñando” lo mismo sin tener en cuenta los cambios mentales por la información que cruza veloz y el estudiante la adquiere por otros medios, esos educadores tiene sus cerebros lavados.
Cuando oficiales, soldados y mercenarios prestan sus cuerpos y almas por unos pocos dólares o “prerrogativas” limosneras que sus gobiernos les ofrecen, sus cerebros están lavados. Cuando los deportistas de todas las disciplinas siguen compitiendo en sus especialidades ganando o perdiendo, pero hacen parte del circo que entretiene al Mundo y no protestan con vetos los campeonatos o concursos locales, olímpicos o mundiales, mientras sus países y el conglomerado humano se debate entre el desespero y la muerte, todos esos deportistas tienen sus cerebros lavados. En este momento, los indignados en Nueva York y otras ciudades norteamericanas son golpeados por policías, y los jugadores grandes ligas, millonarios del pueblo, juegan y batean jonrones sin hacer un minuto de silencio en sus estadios llenos de indignados que participan de hinchas como escape a sus realidades. Pero los beisbolistas…también tienen sus cerebros lavados.
Cuando empleados y obreros de fábricas multinacionales no paran por horas o días y siguen produciendo a sus amos ricos, tienen sus cerebros lavados. Y en estos casos, los pueblos gringos y europeos tienen la palabra para disgregar entusiasmo al resto de la población mundial. Los países árabes, de América Latina y el Caribe, invitan con sus objetivos cambios mentales y políticos, a que hombres y mujeres gringos y de Europa busquen su libertad acompañando los puñados y decididos grupos de indignados que poco a poco van creciendo para sacarse el yugo centenario. ¡Qué policías de cerebros lavados seguirán golpeándolos, lo sabemos; que serán satanizados y perseguidos, lo sabemos. Pero no cejará la revolución en los países “desarrollados” que desintoxicará los cerebros lavados de gringos y europeos!
(*) Periodista, escritor, poeta