Las Contratistas
de Mercenarios (CM) permite a los Estados y a sus élites dominantes
limpiar sus manos de las acciones más funestas y sangrientas que pudieran
afectar la “moral” de sus ejércitos regulares así como también
evitar que dichas acciones terroristas perturben o influyan en la opinión
pública mundial, pero sobre todo de los países que emplean a las CM.
Es conocido y admitido ya por muchos investigadores que el Estado colombiano
y su élite burguesa han empleado por más de 60 años unidades paramilitares
de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para enfrentar a las fuerzas
guerrilleras de izquierda Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
y el Ejercito de Liberación Nacional, ambas bien conocidas por sus
siglas FARC-EP y el ELN. Los grupos mercenarios paramilitares colombianos
se encargan de las tareas más sucias y criminales que naturalmente
el ejercito regular colombiano se cohíbe ejecutar como las masacres
a comunidades enteras de campesinos que son acusadas de “colaborar
con las guerrillas”, o porque simplemente sus tierras son requeridos
para la explotación por los grandes consorcios transnacionales como
la Chiquita Brands. Muy recientemente un grupo de víctimas de la violencia
paramilitar entablaron una demanda por mil millones de dólares en Estados
Unidos contra Chiquita Brands, acusada de auspiciar a las AUC.
El Departamento
de Estado de EUA ha venido incrementando la participación de las CM
como parte de una estrategia bien delineada en los documentos Estrategia
de Defensa Nacional y el Libro Blanco del Comando Aéreo de Estados
Unidos para neutralizar o eliminar a las fuerzas irregulares en la guerras
asimétrica o no-convencionales que necesariamente adoptarían los Estados
y los movimientos populares de la periferia capitalista como única
forma de defensa de la agresión imperialista. Los mercenarios contratados
por EUA son empleados para ejecutar misiones secretas de eliminación
de la vanguardia de la resistencia popular o en las misiones de combates
más difíciles y crueles, o cuando se requiera aterrorizar a la población
civil para provocar una reacción de estas contra los gobiernos progresistas
acusándolos de responsables.
Una de las CM utilizada por EUA para doblegar a la resistencia iraquí, luego del incremento de las acciones de la resistencia a partir de la invasión del año 2003, ha sido la infame Blackwater quienes, entre otras CM, han ejecutado misiones de guerra en ese país violando todo el ordenamiento jurídico internacional desarrollado en las Conversiones de Ginebra que prohíbe el uso de fuerzas mercenarias en acciones de guerra. A principios de 2008 eran ya más los contratistas empleados por los EE.UU. que soldados de ese país pues que “se estimaba que la cifra total había ascendido a 190.000. Un informe del Congreso de los Estados Unidos señaló que un 20% del dinero gastado por su país en Iraq en el periodo 2003 - 2007, aproximadamente 85.000 millones de dólares, se había empleado en contratar servicios a empresas militares privadas”. (ElPaís.es, 2008) (Continuará...)
(*)Miembro del Centro de Saberes Africanos
basemtch@gmail.com@BasemTajeldine