Los agentes de la CIA, Washington Moreira y Todd Porter, que operan desde Chile, son los encargados del traspaso de recursos financieros para la oposición venezolana; de manera que es de Chile de donde viene el dinero para la desestabilización de Venezuela; y ahora además planear llevar a efecto atentados contra las autoridades venezolanas y algunos líderes de la oposición. Del mismo Chile sale también el dinero para mantener en operación al canal de televisión venezolano Globovisión, con el fin de que continúe con la campaña de tortura psicológica a los habitantes de Venezuela a través de la difusión de infundios y maximizar algunos hechos para desprestigiar al gobierno venezolano. Según el informe de Wikileaks, está en marcha un plan para atentar contra la vida del Presidente de la República de Venezuela Nicolás Maduro y/o contra el excandidato presidencial por la oposición Henrique Capriles, que de llegar a concretarse crearía un ambiente de caos y un desorden generalizado en el país, dándole motivos a los gringos y justificar una intervención militar; sobre este plan la CIA y que ha redoblado sus contactos con algunos militares traidores ya retirados.
Según la información, la CIA en este caso seguirá el modelo utilizado para derrocar el gobierno de Salvador Allende en Chile, aplicado a partir de 1970 y que concluyó con el golpe de Estado de 1973 encabezado por Pinochet. Este modelo se conoce dentro de las operaciones de guerra psicológica de la CIA, como el efecto de las vitrinas vacías, y así ocasionar un clima de desesperación y desconfianza. La escasez y falta de alimentos será aprovechado mediáticamente hasta la saciedad, en especial por el canal de TV Globovisión, para así socavar las bases del chavismo duro. Para acrecentar este caos los dineros de la CIA irán a financiar la paralización del transporte de carga y pasajeros terrestre a nivel nacional, el cierre de supermercados por temor al saqueo, la paralización de fábricas de alimentos por falta de insumos y el paro de los productores agrícolas, todo ellos sobornados con el dinero facilitado por la CIA, entonces aparecerá el mercado negro en donde los productos alimenticios y otros más serán vendidos a precios muy superiores a los normales y ésto sin duda irritará a los sectores populares que responsabilizarán al gobierno de ineficacia económica. Los dólares de la CIA también se usarán en la corrupción de dirigentes sindicales de empresas estratégicas para promover la paralización de actividades en plantas industriales y para aumentar el temor en las ciudades se derribarán torres de alta tensión eléctrica con el objetivo de dejarlas a oscuras y a merced de la delincuencia. A Globovisión se sumará CNN a nivel internacional para que se encargue de darle cobertura al caos en Venezuela, extendiendo la angustia zozobra y desesperación fuera de nuestras fronteras. En este desconcierto no se descarta actos terroristas destinados a asesinar oficiales de las Fuerzas Armadas y/o de la Policía; leales al gobierno.
El financiamiento de estas operaciones vendría, como es costumbre, otra vez de la negociación del narcotráfico de grandes cantidades de cocaína y del blanqueo de su dinero, que la CIA hará pasar por Chile. Dice Wikileads, que de este plan sabe el Ministerio del Interior Chileno, dirigido actualmente por Andrés Pío Chadwick, reconocido pinochetista. Este señor fue quien lideró a un personal de la DINA (policía política de Pinochet) en 1976, que intentó matar con pedradas y golpes de palos a obispos católicos, defensores de los Derechos Humanos, en el aeropuerto Pudahuel a la llegada de éstos desde Ecuador (CELAM – Riobamba). Aquella cobarde agresión fue sabida y aprobada en su momento por su amigo, otro recalcitrante pinochetista y actual candidato presidencial de la derecha, Pablo Longueira. En esta acción de desestabilización de Venezuela participa gente del Mossad, a través de uno de sus agentes en Chile, el actual Ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter. Otro agente de la CIA vinculado a desestabilizar y derrocar al gobierno venezolano es Rodrigo Ubilla, Subsecretario del gobierno de Piñera. Venezolanos recuerden aquel adagio que dice: Guerra avisada no mata soldado y si lo mata es por descuidado. Alerta. Ojo, mucho ojo con esto.
Junio de 2.013