Ante el espectro del terrorismo y la miseria acarreados por el imperialismo, el mundo se vuelca hacia el multilateralismo, la racionalidad pacifista, el humanismo y el progreso.

Muchas cosas han pasado desde el fin del siglo XX hasta el inicio de este nuevo milenio. El planeta entero ha sido conmovido por acontecimientos trascendentales como la caída del socialismo en Europa Oriental y la Unión Soviética, y por la consolidación de una política económica imperialista caracterizada por el robo a luz pública, el derribamiento de gobiernos progresistas y el saqueo de los activos fijo y circulantes de los Estados para ponerlo todo, en los bolsillos de las empresas privadas.

El Fondo Monetario Internacional decide las políticas de los Estados, las empresas transnacionales han sustituido el poder de los gobernantes locales y se impulsa la política económica de la “transa” y de la adecuación legal local de las órdenes del FMI y las transnacionales.

La otan, el pentágono y los terroristas se ligan en jauría militar para destruir las sobrevivencias de la unidad de los países del Medio Oriente, acabar con el resurgimiento socialista latinoamericano y para garantizar el robo y saqueo de los recursos naturales y financieros de los Estados agredidos.

Los medios masivos de comunicación en manos de las empresas imperialistas y lacayos, se ligan para conjurar a los gobernantes progresistas y para exaltar el modelo globalizante, individualista, corrupto y creador de las más exageradas brechas entre ricos y pobres.

Las potencias encabezadas por Obama, Merkel, Cameron, Hollande y Rajoy, se unen en la cruzada imperialista por los recursos del planeta, de los pueblos y de los Estados.

De este hecho se desprende que las potencias imperialistas se alzan sobre las ruinas de los países que ellos han destruido. Promoviendo el caos social, el crimen organizado, el tráfico y consumo masivo de drogas, la prostitución y condenado a los pueblos a vivir bajo las circunstancias del terrorismo y la miseria. Los hechos son recientes: Irak, Afganistán, Libia, Egipto, Túnez, Yemen y ahora pretenden hacer eso con Siria y América Latina no está exenta.

Sin embargo, aunque la guerra en Irak, Afganistán y Libia terminó con la imposición de gobernantes lacayos al imperialismo, las batallas de los pueblos y los líderes no han sido en balde, los pocos años de combate pasaron aceleradamente de manera tal que los frutos de esas luchas encarnizadas contra el terrorismo y los bombardeos a las ciudades, empiezan a madurar.

Rusia adopta una posición valiente y activa en contra de la agresión norteamericana a Siria, los líderes del BRIC consolidan sus relaciones y su posición en contra del espionaje cibernético norteamericano, Unasur profundiza sus relaciones económicas y de ayuda mutua entre los países miembros, y en las Naciones Unidas se va generando una necesidad de reestructuración del organismo planetario en función del respeto al derecho internacional y se abre con todo esto un hecho nuevo, y este es:

Que mientras los imperialistas se aferran a su política de violencia, destrucción, robos y chantajes, es decir, de irracionalidad. Los países como Rusia, China, India, Brasil, Sud África, Irán, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Nicaragua, Cuba, Argentina y otros más están creando un mundo lleno de relaciones multilaterales, de progreso social, defensa militar, desarrollo tecnológico y respeto al derecho internacional que refleja el uso de la racionalidad y el humanismo como fundamento de un mundo nuevo que al comenzar a distanciarse de la violencia, el terrorismo y la miseria en la que cabalga el imperialismo, está como diciendo: Adiós al imperialismo

Sin embargo, esto es solamente el inicio…dificultades y avances están por venir.