El campo de batalla en este momento es la cabeza, por lo que el canciller norteamericano su alteza imperial John Kerry manifestó preocupación que traducida al criollo esa palabra significa preocupapeo.
Jon Kerry está preocupapeado porque ese gueto que es chacao boy no ha podido tumbar a Maduro, así que tal cual heraldo imperial, el susodicho ha mandado una orden amenazadora contra Venezuela: Yo soy el Estado.
Roy Cháderton, nuestro Embajador y que no es mocho y ni nada que se le parezca, además que dejaría apendejeado al mismísimo Filípides, retrucó de ipso facto, seguramente, contra la malcriadez del segundón Kerryano y le dijo que fuera lavarse ese paltó con bastante jabón, al tiempo que puso a Maduro en antecedente del enojoso asunto.
Roy Cháderton, que es políglota y que para más, inclusive sin ser un wasp también tiene un nombre tan sonoramente aristocrático como el de John Kerry (éste a la traducción, kerrekerre), pudo tal vez apelar al esperanto y decirle a los gringos que ¡cñ&jk3oela ññkzvdremayetc!
¡Pájaro de mal agüero, el tal kerrekerre!
El único hándicap de nuestro Embajador Cháderton frente al Canciller norteamericano Kerry es tener la sangre roja y no azul como la de éste, y puesto que él está allá en ese infernal avispero dando la pelea por nuestra patria Venezuela, de enfermarse y necesitar una transfusión, sería costoso hallar a otro patriota que pueda ser donante.
El pueblo de abajo y desde este pequeñito colectivo -“Club de los pobres”- (social y deportivo) está satisfecho y agradece infinito el desempeño digno de nuestro respetado Embajador Roy Cháderton, en Estados Unidos pero ante la OEA.
Dos observadores nunca ven igual el mismo fenómeno; la realidad tiene partes, así que empeñarse en ver sólo una de ellas es parcializarse y los de abajo, el pueblo llano, nosotros, lo sabemos, de ahí que hemos propuesto el diálogo como un ejercicio liberador no como imposición de nadie sino para compendiar nuestra apreciación de la realidad; mas, al dialogar con un interlocutor intransigente y prepotente valga la cancillería gringa, que a todo evento va con una posición tomada, es imposible acordar sin tener que bajarse los pantalones, por eso la MUD anda como chencha, pata cambá, de tanto acordar con el imperialismo.
Maduro se los dijo diáfano, somos un pueblo soberano e independiente de tutelajes externos, excepto a lo interno el pueblo es quien manda aquí.
Allá los gueleculos y cercanías (la “h” es muda sorda y ciega), que prestos no aguantan dos pedidas para hincarse ante el imperio; dicho de manera distinta, ese es el preocupapeo del maleducado Mr. John Kerry.
Dos guetos (léase ghetto también) tiene el canciller norteamericano aquí en Venezuela, Municipio Chacao en Miranda y Municipio Lechería en Anzoátegui, aunque además hay gueticos por ahí raleados pero gueto gueto, como se dice gueto de verdad verdad, he ahí precisos los señalados.
¿Cuánto es visible y cuánto no es visible de esta guerra contra el pueblo? ¡Precisamente, nuestra tarea fundamental es debatir con el pueblo acerca de los factores no visibles a simple vista y con los cuales se les bombardea la cabeza, campo de batalla hacia el cual el enemigo ataca con sofisticada saña!
Una mente no entrenada en la percepción del ataque subliminal es presa fácil de manipular, por eso la MUD apela a la manipulación.
He ahí entonces el reto, esclarecer junto con el pueblo, el porqúe de cada cosa; todo soldado que va a la batalla debe saber por que lo hace, además debe saber lo que cada palmo de patria tiene que ver con él.