Sanciones imperialistas: jurisdicción y moralidad

Si por violar Derechos Humanos, un país puede sancionar a funcionarios extranjeros, pues cojan palco, que ahí va una lista para comenzar:

Luís Posada Carriles, agente de la prestigiosa CIA, que hizo explotar un avión con más de setenta personas a bordo, entrenó escuadrones de la muerte, torturó y enseñó a torturar, planificó y ejecutó atentados donde perecieron muchas personas, se confabuló en la Operación Cóndor contra los Derechos Humanos, entre otros delitos de lesa humanidad.
Henry Kissinger, Canciller del terrorismo de Estado a nivel global, ideólogo de la Operación Cóndor, autor intelectual del asesinato de Monseñor Romero y sus compañeros religiosos en El Salvador, promotor de la tortura y el asesinato político en el Mundo.

George Bush, father and son. Promotores de guerras genocidas en Medio Oriente, patrocinadores de escuadrones de la muerte y bandas criminales en Centroamérica, violadores de soberanías nacionales, corruptos lobistas de el negocio de la guerra.
Barack Obama. Fiasco para quienes le votaron creyéndolo pacifista y progresista, bajo su mandato arreció el racismo en EEUU, invadió Libia con una pandilla de sádicos, armó mercenarios contra Siria que hoy son el parapeto terrorista Estado Islámico, herramienta del sionismo israelí para seguir controlando por desorden, el Mundo Árabe.

Súmenle todos los ex presidentes gringos, directores de la CIA, Escuela de las Américas, y un etcétera más largo que los tentáculos del Pentágono.
Hablando en serio. Estas “sanciones” del Senado imperial carecen de jurisdicción y moralidad. Es decir, son írritas, absurdas, cínicas e impertinentes.
Son írritas porque la extraterritorialidad de las decisiones de un Poder Legislativo nacional, no existe, y si existiera, no la aceptaríamos. Es una vulgar intromisión en asuntos internos de otro país, y un intento de violación flagrante de nuestra soberanía.

Son absurdas, porque no tienen ámbito de aplicación, ni efectos prácticos en la vida ciudadana de las personas “sancionadas”, más cuando es público y notorio el desprecio que los voceros del Senado profesan contra la institucionalidad democrática internacional. Recordemos que USA no acepta la jurisdicción penal del Estatuto de Roma.
Cínicas porque Estados Unidos vive hoy el mayor escándalo en violación de Derechos Humanos por las prácticas usadas en todo el planeta por sus agentes de seguridad: los impunes criminales de la CIA y sus socios.

Por todo esto –y mucho más- las “sanciones” son impertinentes, porque se les revierten como el boomerang y nadie las respetará, por la falta de autoridad moral que tiene el imperialismo para hablar de Derechos Humanos.


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Yldefonso Finol

Economista. Militante chavista. Poeta. Escritor. Ex constituyente. Cronista de Maracaibo

 caciquenigale@yahoo.es      @IldefonsoFinol

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