No debe sorprender a nadie que un grupo de “venezolanos” - que prefiero llamarlos “venezolaneros”- firme un comunicado dirigido al inquino de la Casa Blanca: Barak Obama (EEUU), para que intervenga militarmente en nuestro territorio. Y digo no debe sorprender a nadie, por cuanto la clase política nacional, desde hace 16 años está empecinada en derrocar al gobierno chavista con la ayuda de los presidentes estadounidense; el comunicado o carta tragicómica, tiene dos aristas a mi modo de ver, primero, exige a Nicolás Maduro que siga lineamiento emanado de Washington, como se se tratara de un gobierno títere, de un gobernante marioneta, de un país solar (patio) y de un pueblo (poder popular) mongólico. Da pena ajena saber que los firmantes -estamos a la espera de ver los rostros de quienes estamparon su rúbrica, tal como lo prometió mi presidente Nicolás Maduro, durante la conformación de la nueva directiva nacional del

Psuv- hayan nacido en la tierra de Simón Bolívar, de José Antonio Páez, de Juan Jacinto Lara y tantos otros. No me imagino a ningún hijo de pueblo estadounidense, solicitando a través de una misiva al gobierno de Putín,que intervenga en los asuntos de los United State, esos sería considerado: traición a la patria y puesto a las órdenes de las autoridades de la cárcel supranacional Guantánamo en Cuba. ¿Qué pasa por la mente esos dementes que redactaron esa carta? Si entenderán los firmantes, que más allá de ser Venezuela un Estado libre y soberano, de hecho y derecho, con límites territoriales, Bolívar nos enseñó a amar la libertad, Chávez nos ratificó en sentir patrio y Maduro nos ha enseñado a proseguir la luchar por ser libres y hacer de Venezuela nuestra primera mamá. Asumo que si entre los firmantes está María Conchita Alonso, quien pidió a Obama que interviniera en Venezuela con armas, estarán también María Corina -Violencia- Machado, Guillermo Zuloaga, los ex de la editorial Bloque de Armas, Néstor Mezharane, Leopoldo Castillo -el fracasado Matacura- Napoleón Bravo y otros tantos quienes por lucir una sotana no aparecen en la lista.

En cuanto a la segunda lectura de la “carta malvada”, verdad Reinaldo Armas, ya se está cumpliendo parte de las peticiones que estos “venezolaneros” han hecho al gobierno gringo, como lo fue quitarle la visa a un nuevo grupo de compatriotas; ustedes dirán, pero “tanta paja que hablan de imperio y les encanta ir a Disneylandia, a la Gran Manzana, a y Hollywood, cómo es la cosa entonces”; la respuesta es la misma de cuando estaba polarizado el mundo, producto de la guerra fría, es decir, que los gringos no aprendieron hablar ruso por que le tenían rabia o los rusos no aprendieron hablar gringo por fobia a los estadounidenses, para nada, ambas gobiernos se trazaron estrategias para conocer de cada uno su filosofía, costumbres, geografía, idioma. No es que los camaradas que viajan a suelo gringo lo hacen para espiar o cometer actos terroristas, como si ha sido comprobado que ellos han enviado gente para crear caos en nuestra población, sin olvidar el respaldo mediático con que cuenta en Venezuela lo que les facilita el “trabajo”.

Así pues que todo aquel que haya nacido en esta tierra e incentive el intervencionismo extranjero o genere caos en la sociedad, debería renunciar a su nacionalidad venezolana y pedir asilo político, para que de esta forma haga y firme lo que le de la gana. !Ah¡ no me quiero despedir para unirme al júbilo que representa para el poder popular y para la causa chavista, el 4 de febrero de 1992. Día de la dignidad, día que se estremeció la clase política cuartarrepublicana y día que el pueblo venezolano conoció al segundo libertados de Venezuela: Hugo Chávez Frías