Cuenta Regresiva: El Ojo del Huracán se mueve hacia Venezuela e Irán

Como era de esperar y tras apenas dos meses de haber comenzado un año crucial para el
destino de Venezuela y del mundo entero, la acostumbrada campaña de calumnias en contra
de la República Bolivariana de Venezuela se ha convertido en un verdadero bombardeo de
mentiras, difamaciones y agresiones verbales, emanadas de diferentes entes y voceros del
Estado Norteamericano. Entre las municiones disparadas desde su vasto arsenal de
calumnias han figurado el equiparamiento del presidente venezolano con Adolfo Hitler,
hecho por el secretario de defensa Donald Rumsfeld, la acusación de buscar relaciones
militares más estrechas con Irán y Corea del Norte, lanzada por el jefe de los servicios
de inteligencia John Negroponte, el llamado a que se forme un frente unido para
contrarrestar a Venezuela por constituir un peligro para la democracia en el continente,
realizado por la secretaria de Estado Condoleezza Rice, el rechazo del embajador
estadounidense ante la ONU, John Bolton, a que Venezuela ingrese al Consejo de Seguridad
por considerar sus acciones en la Asamblea General como inútiles, y la constante emisión
de "informes" sobre tráfico de drogas y personas, producción y tráfico de uranio,
violación de derechos humanos, etcétera, ad infinitum.
Parece que ante las elecciones presidenciales del venidero mes de diciembre-- donde el
pueblo venezolano, sin la más mínima duda, le otorgará al presidente Chávez un nuevo
mandato para seguir conduciendo el proceso de transformación que el país ha vivido en los
últimos años y que aún está lejos de concluir--, a la camarilla Bush y sus aliados
internos, como siempre, no les queda otra opción que la de la desestabilización y
violencia para tratar de apoderarse del gobierno y así poder subyugar al país bajo sus
intereses particulares.

Es así como a la par de la lluvia de balas en el frente "diplo-mediático", existe una
ardua labor en el ámbito de las acciones desestabilizadoras, que abarca, a su vez, dos
frentes de batalla: el del desconocimiento y descrédito de los entes del Estado
venezolano, y el de la separación del Zulia-- el Estado más importante en términos de
producción petrolera y agrícola-- del territorio nacional venezolano. En cuanto al primer
frente valga recordar, que la campaña de descrédito se centra específicamente en la
Asamblea Nacional (y por ende en el nuevo Consejo Nacional Electoral que ésta elija), en
cuyas elecciones del pasado 4 de Diciembre la oposición venezolana se había negado a
participar, jugada con la cual se inició la estrategia a seguir en las elecciones
presidenciales del 2006.

En cuanto a la separación del Estado Zulia, colindando con territorio Colombiano y dotado
con abundantes yacimientos petroleros, destaca el preciso momento en el que se proclama
este extraño proyecto de convocatoria a un plebiscito sobre la autonomía del Estado
Zulia, promovido por un grupo derechista en conjunto con intereses norteamericanos para
dividir al país: La magnitud del alza de los precios del petróleo en el caso de una
agresión militar estadounidense contra la nación de Irán, como se está perfilando hacia
marzo o abril de este año, será inimaginable y a la camarilla Bush le caería más que
conveniente disponer, a corto y mediano plazo, de un depósito cercano y seguro de
combustible como lo sería un Estado Zulia "independiente", para seguir alimentando su
voraz maquinaria bélica.


El factor que más presión hace en el tiempo y obliga a la camarilla Bush de ocuparse
simultáneamente de Venezuela e Irán, es la apertura inminente de la Bolsa de Petróleos de
Irán, prevista para el 20 de marzo del año en curso, que establecerá su propia marca de
referencia y que realizará sus transacciones de petróleo, gas y petroquímicos en euros,
más no en dólares norteamericanos. Aparte de constituir una competencia única y original
para las dos Bolsas de Petróleo existentes en el mundo, el NYMEX en Nueva York y e IPE en
Londres respectivamente, ambos en manos de una compañía privada norteamericana, la nueva
Bolsa de Petróleos de Irán acabará con la hegemonía del petro-dólar, con lo que el dólar
norteamericano perderá su "anclaje" al petróleo y con éste su estatus privilegiado como
la primordial moneda de reserva internacional, lo que traerá efectos devastadores para la
economía estadounidense, que es la más endeudada del mundo. Esto es el único y verdadero
arma de destrucción masiva que posee Irán, y por ende la única y verdadera razón por la
inminente e inexorable agresión militar estadounidense contra esta nación.

Conste en este contexto, que Venezuela, mediante el establecimiento de acuerdos de
comercio de trueque con 12 países latinoamericanos, caribeños y Cuba para comerciar su
petróleo, ha encontrado un mecanismo de intercambio directo que evita la utilización de
la divisa estadounidense e impide de esta manera que los EE.UU. se beneficien cada vez
cuando se realice una transacción petrolera. Ya en la cumbre de la OPEP efectuada en
Caracas en Septiembre de 2000, en un informe titulado "Seminario Internacional sobre el
Futuro de la Energía", el gobierno de Chávez les había recomendado a los países miembros
de la OPEP que realizaran la venta de su petróleo en forma de un moderno comercio de
trueque e intercambios bilaterales, sobre todo con países del "Tercer Mundo", para así
esquivar, en sus transacciones, las divisas privilegiadas como el dólar y también el
euro. Esta "herejía" económica y financiera, que atenta contra los principios del orden
financiero establecido que tanto beneficia a los EE.UU., es ya de por sí razón suficiente
para la camarilla Bush de querer forzar un "cambio de régimen" en Venezuela.

En este mismo orden de ideas llama poderosamente la atención, que a partir del 23 de
marzo de 2006, tan sólo tres días después de la prevista apertura de la Bolsa de
Petróleos de Irán, la Reserva Federal de los EE.UU. dejará de publicar uno de sus
indicadores monetarios denominados "M3", que hace referencia al número exacto de dólares
en circulación a escala mundial. Analistas especialistas en la materia suponen, que con
esta medida se quiere ocultar el impacto que tendrá la aparición de una moneda rival con
anclaje al petróleo, el "petro-euro", sobre el dólar estadounidense, y evitar su
repentino y estrepitoso colapso.

De manera que no sólo es el petróleo de por sí, el que catapulta tanto a Venezuela como a
Irán en el devastador ojo del huracán imperialista-militarista estadounidense, sino un
conjunto de factores, que amenazan con retirarle el piso debajo de los pies de la mayor
potencia militarista conocida en la historia de la humanidad, ya que al fin y al cabo sin
plata y mucho menos sin petróleo no se mueve ni un tanque ni un buque ni un avión. De ahí
que los EE.UU. tienen que atacar, y lo harán, en defensa de su moneda, el dólar. Los dos
flancos en este momento son Venezuela e Irán, y la cada vez mayor intensidad de las
difamaciones y operaciones desestabilizadoras contra Venezuela y amenazas abiertas contra
Irán dejan entrever que la cuenta regresiva ha comenzado.


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Jutta Schmitt


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