Por estos días de finales de febrero rebelde, el Presidente Maduro ha tomado una medida de altísimo contenido Antiimperialista, medidas diplomáticas que no buscan otro objetivo sino salvaguardar nuestro territorio de los sabotajes imperialistas contra nuestra Patria. Ha considerado prudente el Presidente Maduro, y en ello le apoya el pueblo venezolano, establecer visas a los ciudadanos y ciudadanas provenientes de la potencia agresora: los EEUU. Asimismo, en respuesta a las agresivas sanciones contra nuestros funcionarios públicos, civiles y militares, la República Bolivariana de Venezuela ha estimado pertinente no otorgar visas, valga decir, tienen prohibición de pisar tierra liberada del imperialismo, connotados funcionarios gringos que han producido genocidios y por ende son criminales de guerra, a pueblos hermanos del planeta como Irak, Afganistán, Siria y Libia, tales son los casos de George W. Bush, Dick Cheney, George Tenet, así como legisladores estadounidenses anti Venezuela como Bob Menéndez, Marco Rubio, Mario Díaz Balart e Ileana Rost Lehtinen. Es la respuesta a las insolentes sanciones y agresiones que desde los EEUU se levantan contra la Patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez. Medidas todas, de un altísimo contenido Antiimperialista y que expresan nítidamente que somos un país Soberano e Independiente de toda potencia imperialista. Complementan esas medidas, otras que regulan las actividades del personal diplomático de la potencia imperialista, quienes deberán notificar cualquier tipo de reuniones que hagan con sus agentes a sueldo en nuestra Patria: políticos y políticas de oposición, dirigentes empresariales, entre otros y otras “malinches” para conspirar contra la paz y la estabilidad de nuestra Democracia. Medidas éstas, en completa línea con lo dispuesto en la Convención de Viena, artículos 41 y 41.2. Igualmente, en reciprocidad con el número de diplomáticos con que cuenta nuestra Patria en territorio del imperialismo de los EEUU, que apenas alcanza a 17, tendrán que reducir el número de sus conspiradores en nuestra Patria de los 100 que cuentan actualmente, a un número equivalente a los que dispone nuestro país en territorio gringo, valga decir, 17.
Once años atrás, un 28 de febrero de 2004, después de una monumental marcha popular, el Presidente Hugo Chávez, anunciaba al pueblo venezolano: “Señor Bush, aquí está Venezuela, oiga el saludo de Venezuela. Señor Bush, usted y su camarilla que han estado apoyando aquí a los golpistas, que han estado apoyando aquí la desestabilización política, que han estado apoyando la desestabilización económica, que han estado violando nuestra soberanía, que han estado haciendo todos los esfuerzos para derrocar el gobierno legítimo de Venezuela, ha tenido usted una respuesta en el pasado reciente. Aquí la tiene hoy, y si quiere que le sigamos dando respuestas, el pueblo de Simón Bolívar está listo para seguir dándole respuestas”, y en son de reto nuestro Comandante Chávez, le manifestó al yanqui agresor, vamos “a ver quién dura más desde hoy en adelante, si él en la Casa Blanca o yo aquí en Miraflores, vamos hacer una apuesta señor Bush. Vamos hacer una apuesta, a ver quién dura más señor G. W. Bush, si usted en la Casa Blanca o yo aquí en Miraflores. Le hago la apuesta en bolívares o en dólares, como usted quiera”. Advirtió, en su discurso nuestro Comandante Infinito, al gobierno imperialista que aquí en Venezuela hay bastante sabanas, islas, montañas, selvas y sobretodo “bastante pueblo, con bastantes cojones para defender la tierra y esta patria de cualquier intruso que pretenda venir a humillar la dignidad de este pueblo”. Añadiendo, “¿Saben otra cosa?, bastante historia hay aquí, bastante heroísmo hay aquí […] si tuviéramos que terminar nuestra vida como el indio Guaicaipuro o como el Negro Primero […] estamos listos. Esta patria es libre y seguirá libre para nuestros hijos, nietos y generaciones. Daremos nuestra vida, no importa nada, hemos decidido entregársela al pueblo venezolano, a la causa de los sueños, la libertad y de la dignidad”. Declaraba el Comandante Chávez, en dicho acto multitudinario, el carácter Antiimperialista de la Revolución Bolivariana: “Nunca como ahora, desde aquí desde esta Revolución, nosotros habíamos señalado al imperialismo como lo estamos señalando, es decir, lo ratifico aquí, la Revolución Bolivariana después de cinco años y tres meses y un poco más de gobierno, y después de haber pasado por varias etapas, ha entrado en la etapa antiimperialista, esta es una revolución antiimperialista y eso la llena de un contenido especial que no obliga, sí, que nos obliga al pensamiento claro y a la acción no solo en Venezuela sino en el mundo entero”. Para entonces, el Gobierno Revolucionario, el pueblo venezolano y su Fuerza Armada Bolivariana, habían derrotado el golpe fascista de Pedro Carmona Estanga de abril de 2002, así como el paro-sabotaje económico y petrolero, y otros intentos desestabilizadores promovidos desde la sede imperial. Culminaba sus palabras, nuestro Comandante Infinito con su llamado a la organización popular: “Que comience pues, desde hoy mismo, la organización popular y militar para la resistencia, para la defensa del país, porque esta Revolución seguirá avanzando a paso de vencedores”. El Comandante Chávez, al igual que debe tenerlo claro el Presidente Maduro, que solo profundizando la Revolución, su contenido Social, por ende, Socialista, es el mejor antídoto para derrotar todas las conspiraciones que tramará el imperialismo para desbaratar nuestra Revolución Bolivariana y reimplantar en nuestra Patria, el neoliberalismo en su fase más bárbara: el fascismo.
Y con Maduro, Chávez, el pueblo venezolano y nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, está Bolívar, el Padre Libertador, su pensamiento precursor del antiimperialismo como lo llamó Francisco Pidival en su magna obra: “Bolívar, Pensamiento Precursor del Antiimperialismo”. Narra Pidival, aquel hecho que se originó raíz de la captura de dos barcos gringos en el Orinoco, intentando romper el bloqueo decretado contra España. Señala: “El derecho a confiscar las goletas Tigre y Libertad por haber éstas violado el bloqueo, permiten a Bolívar mostrarse como escritor de altos vuelos y como concienzudo jurista en materia internacional”. Al dirigirse al entonces Agente Diplomático de los EEUU, Mr. J. B. Irvine, en comunicación fechada 29 de julio de 1818, califica el Padre Libertador a los norteamericanos como aquellos que: “…olvidando lo que se debe a la fraternidad… y a los principios liberales…han intentado y ejecutado burlar el bloqueo…para dar armas a unos verdugos y para alimentar a unos tigres que por tres siglos han derramado la mayor parte de la sangre americana”. Continua Pidival: “Las discusiones acerca de la devolución o indemnización de los barcos confiscados se dieron por concluidas, cuando Bolívar, dialéctico de primer orden, ofreció someter el caso al arbitraje internacional. Mr. Irvine desatendió el ofrecimiento y pasó a la amenaza, haciendo valer el poderío de su nación. El 7 de octubre le responde Bolívar: “…protesto a usted que no permitiré que se ultraje ni desprecie el Gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra población y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende”. Bolívar, no se dejaba intimidar por fuerza hostil alguna, y en otra respuesta le contestaba al yanqui agresor: “El valor y la habilidad, señor Agente, suplen con ventaja al número. ¡Infelices los hombres si estas virtudes morales no equilibrasen y aún, superasen las físicas! El amo del reino más poblado sería bien pronto señor de toda la tierra. Por fortuna, se ha visto con frecuencia un puñado de hombres libres vencer a imperios poderosos”.
En esta hora de agresión imperialista, debemos consustanciarnos en los Valores y Principios de los Padres Libertadores: Simón Bolívar y Hugo Chávez. Su naturaleza rebelde y libertadora, esa misma que los llevó a libertar no solo nuestra Venezuela, sino que viajo con su ejército a liberar Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá y al Perú. Su naturaleza integradora y unificadora de nuestros pueblos, los llevó a impulsar mecanismos integracionistas como el ALBA, UNASUR, la CELAC, PETROCARIBE y TELESUR. Gran legado Antiimperialista, nos dejaron los Padres Libertadores, es nuestra obligación que ese gran legado Antiimperialista permanezca y perdure en el tiempo, como la llama sagrada de la Patria. Que nos consustanciemos con el Antiimperialismo, que nuestros hijos e hijas, nietos y nietas, se nutran del pensamiento Antiimperialista de nuestros Padres Libertadores. Hacerles comprender, cuán criminal ha sido la actuación imperialista, como le recordara Gabriel García Márquez al criminal de guerra George W. Bush, en carta pública: “Hace casi un siglo que tu país está en guerra con todo el mundo. Curiosamente, tus gobernantes lanzan los jinetes del Apocalipsis en nombre de la libertad y de la democracia. Pero debes saber que para muchos pueblos del mundo (en este planeta donde cada día mueren 24.000 pobladores por hambre o enfermedades curables), Estados Unidos no representa la libertad, sino un enemigo lejano y terrible que sólo siembra guerra, hambre, miedo y destrucción” (http://www.voltairenet.org/article158188.html). La misma sangre y destrucción que hoy pretende, ese imperio criminal, sembrar en nuestra Patria…
Caracas, 01-03-2015