La desesperación es el
dolor de los débiles.
Jean Dolent
El visionario pensamiento antiimperialista del Libertador Simón Bolívar:"Los Estados Unidos… parecen destinados por la providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad"se mantiene como un grito de alerta, ante el peligro imperialista.Esa expresión es parte de una carta, fechada el 5 de agosto,dirigida al Coronel Patricio Campbell;con el transcurrir del tiempo se ha hecho extensiva a todos los pueblos del mundo, amantes de la paz y la libertad. Han transcurrido 189 años, desde el momento, cuando el gran Simón, con su extraordinaria visión política, divisó en el horizonte el enorme peligro, que significaban los gobiernos de los Estados Unidos; sin embargo, es importante hacer una aclaratoria: una cosa es el gobierno, otra es el noble pueblo, quien también sufre los embates de una política, al servicio de una élite privilegiada, con todas las herramientas para aplastar cualquier disidencia en su propia tierra.
Son incontables las agresiones verbales por partes de funcionarios del gobierno norteamericano, contra el pueblo venezolano, siempre amparados y apoyados por una oposición ansiosa por recuperar el poder, con unos argumentos muy trillados, pero repetidos hasta la saciedad, tratando deconvertirlos en una matriz de opinión. En esta oportunidad el Presidente Barack Obama, parecesalirse por la tangente, como dicen en el argot coloquial,cuando lanza una acusaciónpor demás descabellada, calificando a Venezuela, con el siguiente adefesio:"Es una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política de los Estados Unidos". Esto no es fruto de una inocentada, me suenamás, al viejotruco del ladrón que para despistar y evitar la persecución de la policía, sale corriendo, gritando ¡ahí va el ladrón! ¡Agarren al ladrón!
A ningún mandatario estadounidense se le había ocurrido pasarse de la raya; ahora Barack Obama, quien enuna forma por demás insolente, llegó a considerar a nuestro país, como un peligro para los intereses de la nación más guerrerista del mundo; ni siquiera George W Busk, considerado el mandatario más torpe de los últimos años;cada momento se presentaba con verdaderos disparates,sin embargo nunca lanzó una acusación tan grave y temeraria, aunque siempre utilizóla política del gran garrote, ordenando la invasión a Irak, con más 120 mil hombres conla acusación de poseer armas químicas;hasta los momentos no han presentado una muestra, para justificar una de las acciones más aborrecidas y cuestionadas por la opinión pública mundial.
Así, ha sido el papel del imperialismo norteamericano a través de la historia: pisotear a los pueblos, que no comulgan con su política, para que lo sepan los que no entienden o se hacen los desentendidos. Son muchos los ejemplos acusadores En una oportunidad el líder de la revolución China, Mao Tse –Tung, llego a calificarlo como un Tigre de papel (mayor error imposible) no faltaron las respuestas, rechazando una expresión muy alegre.Un alto dirigente de la desaparecida Unión Soviética, Nikita Khruskchov,le aclaró de manera muy ingeniosa: "Es un tigre de papel, pero con los dientes nucleares" tenía toda la razón, ya lo habían demostrado en 1945, cuando lanzaron la bomba atómica, sobre la ciudad Japonesa de Hiroshima, dejando miles de muertos y heridos.De la fiera herida se puede esperar cualquier cosa.
Por eso, no podemos subestimar las amenazas imperiales. La dirección de la oposición venezolana, en su gran mayoría ha demostrado sentirse encantados al lado de los halcones (recuerdan la pose de María Corina conBush) salvo algunas excepciones, han levantado la voz de protesta y rechazo; los más recalcitrantes han tratado de ridiculizar la actitud del gobierno venezolano, cuando de una manera valiente ha levantado las banderas de la dignidadpara denunciar esta nueva agresión. El pensamiento: "El que calla otorga" se ha puesto nuevamente de manifiesto; se encuentran totalmente solapados; no esperaban la valiente reacción del pueblo al lado del Presidente Nicolás Maduro, a pesar de la grave situación económica, muy parecida a la vivida en el Chile de Salvador Allende.
Es la hora de recordar lo que significaba la patria, para Bolívar: "Primero el suelo nativo que nada: él ha formado con sus elementos nuestro ser; nuestra vida no es otra cosa que la esencia de nuestro propio país; allí se encuentran los testigos de nuestro nacimiento, los creadores de nuestra existencia y los que nos han dado alma por la educación; los sepulcros de nuestros padres yacen allí y nos reclaman seguridad y reposo; todos nos recuerda un deber, todos nos excita sentimientos tiernos y memorias deliciosas; allí fue el teatro de nuestra inocencia, de nuestros primeros amores, de nuestras primeras sensaciones y de cuanto nos ha formado. ¿Qué títulos más sagrados al amor a la consagración?