Roberta Jacobson es una de las encopetadas voceras del imperio mientras que Roberta Menchú es una calificada voz de los pueblos del mundo, peso y contrapeso.
Roberta Menchú, también conocida como Rigoberta, es paradigma de lucha por la paz; mientras que Roberta Jacobson es connotada perra de la guerra y tanto es así que en represalia contra el acto de firmas pro derogación del nefasto decreto ley de Obama contra Venezuela, y que entre otras personas de renombre mundial fue también avalado por la Menchú, la Jacobson dijo sentirse decepcionada (y por supuesto, “preocupada”, palabra recurrente) dado el manifiesto respeto general hacia Venezuela.
Mala señal, La Jacobson dijo estar decepcionada en vez de decir que lo que está es desorientada, ella confunde dar una información rimbombante en vez de declarar su verdadero problema, ser tremenda cizañera.
Claro, es que mono no se ve su rabo y si se lo ve se hace el loco, en este caso, la loca; Jacobson no puede armar el rompecabeza, anda desesperada, es por lo que habla pistoladas, claro está, en nombre del imperio.
Pero, en verdad ella no está loca ná sino preñada de desfachatez, valga que se hace la loca creyendo que los demás son pendejos.
Jacobson es expresión de la prepotencia imperial, para ella los equivocados son los pueblos del mundo que respaldan a Venezuela y le dicen a Obama que saque su inmunda nariz, de América Latina.