En las últimas horas me ha correspondido vivir unas experiencias bien importantes y significativas. La primera, el día viernes 11 de septiembre, donde asistí al instituto Cotrain, dirigido y conducido por la famosa documentalista, fotógrafa, extraordinaria mujer con un compromiso militante con la izquierda de años, Liliane Blaser, y su extraordinario equipo, donde estuvimos conversando sobre Derechos Humanos en la frontera. Este conversatorio, el cual fue grabado, uno de los objetivos que me tracé, además del recuerdo del Presidente mártir, Salvador Allende, y del auto atentado de las Torres del World Trade Center y el Pentágono para justificar la “Guerra contra el Terror”, además de las tensiones generadas por este conflicto con Colombia, era tocar la conciencia y el corazón de la gente que asistió y que puedan ver dicho conversatorio, cuando a su debido momento Liliane, si así lo decide, lo publica, y creo que ese día lo logré, cuando vi que las lágrimas de una bella y comprometida mujer, Marina Levy, creó que es su nombre, vio el video de cierre de mi modesta exposición.
También, en horas de la mañana del día de ayer, concedí una entrevista a una joven estudiante de Comunicación Social colombiana, barranquillera, muy profesional, incisiva, pero muy respetuosa, debo reconocerlo en estas líneas. Su nombre, Diana Yonoff Anaya, para el medio digital colombiano “El Comunicador”. Si Santos y la oligarquía colombiana lo permiten, esa entrevista debería ser publicada hoy, y espero poderla hacer llegar a aporrea.org, a los portales que tienen la gentileza de publicarme, Venezolana de Televisión y cualquier otro que esté interesado en este trabajo periodístico. Algo me dice que si saldrá, pese al contexto que se vive en nuestra vecina República.
Pero lo que más me impactó, lo confieso y creo que es algo significativo que considero importante socializar en estas líneas, cuando Diana, esa joven colombiana próxima periodista, a través de su feisbú (expresión en castellano, ojo), escribió textualmente lo siguiente: “Creo que todos en algún momento de su vida escuchar está canción. De cada entrevista queda una lección de vida, esta fue la mía. Gracias Juan Martorano Castillo”. Ella a través de la red social colgó el video “La Guerra del Petróleo” de nuestro Alí Primera. Y así como a esta hermana colombiana, con esta entrevista poder tocar el corazón de los colombianos y colombianas de bien que los hay en Colombia, de un venezolano chavista y bolivariano que envió un mensaje de paz, pero también de firmeza y compromiso por la paz.
En eso he andado por estos días, asumiendo una tarea como Bolívar en su Delirio sobre el Chimborazo, un poco la misión de “decirle la verdad a los hombres”. Creo que ese es uno de los roles que todos los bolivarianos y bolivarianas debemos asumir para derrotar la Guerra Psicológica.
Luego de esta introducción, y como lo he hecho en mis últimos artículos, siguiendo el ejemplo de Hugo Chávez, llevo la cuenta regresiva de cara a las parlamentarias, y de acuerdo a mis cuentas, restan 83 días para el 6 de diciembre, para las elecciones parlamentarias, y sin duda vamos a uno de los comicios más difíciles de nuestro país por la ausencia del líder del líder de nuestra Revolución, Hugo Chávez. Ese día, nuevamente se enfrentarán entre los que pregonamos y defendemos una sociedad más justa e igualitaria y los que pretenden llevarnos y que regresemos a una época de exclusión y neoliberalismo. Entre el imperio y la Patria, el pueblo al final tendrá la última palabra.
Y en esta especie de juego geopolítico, la extrema derecha imperial no queda excluida, y está moviendo sus fichas, porque ansían cuales vampiros, beber el néctar y saquear las riquezas que yacen en este sagrado territorio.
Además de ello, Estados Unidos tiene el inmenso interés geopolítico de derrotar el ejemplo que representa Venezuela, primero con Chávez y ahora con Nicolás Maduro. Está muy interesado en desmembrar la integración y Unión de nuestra América Latinocaribeña, porque afecta a sus intereses hegemónicos.
Es por ello que la estrategia y la operación tenaza busca generar conflictos de altos decibeles en nuestro país. No olvidemos a Vicent Stewart, General de cuatro estrellas y jefe de inteligencia del Pentágono, quien en febrero de este año, en un informe entregado al Senado gringo, expresó que los meses previos a las elecciones parlamentarias en Venezuela estarían signados por “la protesta” y “la violencia”. Igualmente, John Kelly, jefe del Comando Sur yanqui, expresó en el mismo período que “la Revolución Bolivariana implosionará”. A buen entendedor…
El privilegiar a lo externo los conflictos limítrofes o de otra índole, pero con otros Estados, con capacidad hemisférica (Guyana, Colombia) y el terrorismo contra la población parecieran ser las vías más eficaces (y privilegiadas además) en el camino al acento desestabilizador por estos días. Debemos prepararnos para ello, durante estos 83 días con sus noches antes de la nueva batalla que debemos librar.
El gobierno colombiano de Juan Manuel Santos, el mismo que fue Ministro de Defensa durante los dos períodos de Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, co responsable de los falsos positivos, de la violación de la soberanía ecuatoriana, el mismo que señaló sentirse orgulloso de que “Colombia sea considerada el Israel de América” (de hecho, Colombia es el tercer país en el mundo, después de Israel y Egipto que recibe el mayor financiamiento y apoyo militar después de Israel y Egipto, en ese orden); el que apoyó que una compañía del ejército colombiano incursionará en territorio venezolano en mayo de 2008 en el sector Los Bancos, en el estado Apure, el de las siste bases militares estadounidenses en Colombia (hasta ahora conocidas, pueden ser muchas más), el que ha permitido junto al asesino Uribe que 54 niñas y adolescentes hayan sido abusadas sexualmente por soldados y mercenarios gringos y no puedan ser juzgados por dichos delitos por la jurisdicción colombiana; se le ha caído la careta y ha mostrado nuevamente su verdadero rostro, debemos tener cuidado y no subestimar a este enemigo, porque detrás de él, tal y como ocurrió con el paramilitar y capo número 82 de la DEA, Álvaro Uribe Vélez, detrás de él está la extrema derecha imperial estadounidense.
Santos ha sido derrotado políticamente, diplomáticamente, económicamente y socialmente por la impecable, paciente, firme y bien pensada estrategia del Presidente Nicolás Maduro Moros. Pese a que aún Maduro está en un proceso de construcción de un discurso, estamos observando, y no exagero con ello, el surgimiento de un líder con personalidad propia, pero que es garantía del legado de amor, de Revolución y Socialismo de Hugo Chávez, con aciertos, con fallas como todo ser humano, pero eso sí, no se le puede negar que se ha mantenido leal al juramento que hizo el 8 de marzo de 2013, y a las instrucciones y mandatos de Hugo Chávez. En justicia, hay que reconocer que no le ha tocado nada fácil.
Y es por eso que Santos, creador junto a Uribe de los “falsos positivos”, aplica una Operación de Falsa Bandera, como lo advirtió el Profesor Lupa, alias Eduardo Rothe, en un extraordinario artículo en aporrea.org titulado “Esperando una Operación de Falsa Bandera”, publicado el 11 de Septiembre de 2015 en aporrea. Cuarenta y ocho horas después de este artículo, se ha lanzado esta Operación de Falsa Bandera advertida por nuestro Profesor Lupa.
Resulta que ahora, ante las derrotas sufridas por el Gobierno de Colombia, están totalmente desesperados, y deben cumplir las instrucciones dadas por sus amos del norte, de los Estados Unidos. Ayer Colombia denunció la presunta incursión en su espacio aéreo de dos aeronaves militares venezolanas.
Lo que llama poderosamente la atención de esto, es que ya en el momento en que escribo estas líneas, no se ha mostrado ni una sola prueba sobre la afirmación del Gobierno colombiano sobre este hecho. Y peor aún, Juan Manuel Santos, Presidente de Colombia, ya instruyó a su Canciller, María Ángela Holguín, de enviar una nota de protesta a nuestro Gobierno, por este hecho.
No podemos olvidar que en la misma Colombia hay bases militares gringas, igualmente en Aruba, Curazao y Bonaire, y que el año pasado, la derecha venezolana adquirió aviones tucano para bombardear varios puntos neurálgicos en la ciudad de Caracas, si esto es así. ¿Quién no dice que a aeronaves como éstas se les puedan colocar siglas y símbolos de nuestra Fuerza Aérea, para achacarnos la responsabilidad de un hecho como éste?
Lo cierto es que no existe evidencia alguna sobre la violación por parte nuestra Fuerza Aérea Venezolana del espacio aéreo colombiano. Lo que sucede es que el Presidente oligarca Juan Manuel Santos y su camarilla, no se esperaban la brillante estrategia desplegada por el Presidente Obrero y Chavista, Nicolás Maduro, para neutralizar los planes injerencistas contra la Patria de Bolívar y Chávez. Subestimaron al hijo de Chávez y ahora la están pagando caro. Sin duda, la decisión soberana de nuestro Gobierno Bolivariano de decretar la emergencia económica, cerrar la frontera con la vecina Colombia ha contribuido a sincerar y mostrar el verdadero rostro de la crisis humanitaria que vive Colombia, gracias a su modelo neoliberal y sus tratados de “libre comercio” firmados con EEUU e Israel.
Como el mismo Julio Escotet advierte en su artículo de “Profecía de los Derechos Humanos: La Conducta Oculta de Delincuencia Organizada en la Frontera Parte Nro 2” que espero sea leído, a los EEUU no puede apostar por una intervención directa sobre nuestro país porque irse por el barranco de esa aventura los riesgos serían demasiado grandes, además que un conflicto con esas características se les pudiera convertir a los estadounidenses en un nuevo Vietnam. Por ello, decidieron aplicarnos una estrategia muy similar a lo que fue con los “contra” en la Nicaragua de los 80 y 90, acá lo aplican a través de la invasión silenciosa del paramilitarismo colombiano.
Los gobiernos de EEUU y Colombia están muy interesados en ir a una guerra contra Venezuela, es la única carta que les queda para que en nuestro país no haya elecciones el 6-D. Y esto hay que advertirlo por todos lados y en todos nuestros espacios comunicacionales. No es de parte del Gobierno Bolivariano impedir los comicios de dentro de 83 días, sino de los enemigos de la Patria, los enemigos de la paz.
Nuestra Revolución es pacífica, pero no está desarmada, vienen días muy convulsos y difíciles, y debemos prepararnos y organizarnos para defendernos de todos estos ataques. Nos van a atacar por todos los frentes y todos los flancos, pero sólo unidos lograremos sortear todos los embates de la oligarquía imperial, tanto la colombiana, la estadounidense como la cipaya y arrastrada de aquí.
¡Bolívar y Chávez Viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Maduro aprieta, nuestro pueblo se respeta!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!