Es evidente que nadie sabe cómo comenzó a desmoronarse todo, con una fuerza a veces sofocante, como ocurre siempre que se producen grandes cambios, es en ese instante que la estructura empieza a resquebrajarse innumerables veces, de formas diversas, en un momento dado cruza la línea de la historia y el descenso empieza .inexorablemente.
El declive del poder hegemónico de Inglaterra a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, nos demuestran una clara realidad que el proceso de decadencia no se detiene, y es incuestionable que el plano económico fija una realidad sin precedente en la historia de cualquier país, pero no solamente en ese sentido sino también cuando una nación comienza apoyarse exclusivamente en su poderío militar.
Y esto nos da una idea que en las últimas tres décadas, el imperio estadounidense va perdiendo esa hegemonía, cuando comienzan las sucesivas derrotas tecnológicas y financieras que las empresas transnacionales gringas van sufriendo frente a rivales asiáticas y europeas, (Rusia, China, Japón), el cual se manifiesta no solamente en el plano político, económico sino también en lo geopolítico y lo internacional.
Está claro que el TIGRE DE PAPEL (palabras de Mao Tse Tung), jamás va a cambiar su modo de pensar y de actuar en cuanto a invasiones se refiere, a pesar de todo lo se le viene encima, pero aun así no hay que tenerle miedo, porque uno de los mecanismo del imperialismo siempre ha sido la intervención militar para propiciar el caos y el descontento en la población, para luego aplicar sus objetivos como la apropiación de los recursos estratégicos, el control territorial, la explotación de la fuerza de trabajo, la expansión del modelo económico neoliberal; pero lo hace simplemente en diversas formas y no es que haya perdido apariencias en cuanto a difundir el desasosiego, sino más bien porque cada día es más débil en lo económico, en lo social, político, de grandes dimensiones y ha perdido todo tipo de credibilidad en lo Institucional, quedándole como única superioridad y eso por muy poco tiempo la supremacía de su apabullante influencia militar.
Los Estados Unidos están pasando por una crisis general global en lo financiero, y se podría decir de múltiples niveles, de señalar los ciclos que lo va cercando cada vez más en un espiral sin retorno, de un colapso definitivo del liberalismo como ideología dominante y perversa que han propagado por todo el continente Latinoamericano y parte del mundo.
Y es sorprendente lo que está pasando en pleno siglo XXI, lo que deberíamos llevarnos hacer una reflexión y explicar los múltiples fenómenos y sujetos en cuanto a procesos esenciales se refiere por causas y factores determinantes de los poderes hegemónicos e imperantes en nuestra sociedad. Lo cual es importante señalar lo que se está generando no solamente en América Latina sino en todo el planeta, en relación a las múltiples rebeliones profundas y movimientos estudiantiles, sociales, populares, los cuales tendrán una tarea que cumplir en las próximas luchas, que se podría decir que otro mundo es posible sin Imperialismo, y del cual habrán que librarse muchas batalla frente a estos poderes hegemónicos mundiales y transnacionales que están en vías de decadencias que es hoy los ESTADOS UNIDOS. Inclusive los que defendían causas similares se han dado de cuenta lo que el sistema capitalista ha creado impulsados por los autores de guerras, inestabilidad social y política, lo cual ha generado un descenso que más temprano que tarde doblaran sus rodillas. Y es el momento propicio para la unidad latinoamericana y caribeña, levantar de una vez por todas las banderas de la dignidad y la decencia.
