Un Golpe de Estado, según De Andrés (2000), no es mas que, la alteración o destrucción del orden político por parte de las élites o de determinados cuerpos de la Administración, generalmente las fuerzas armadas; con el fin de conquistar el poder, controlarlo para permanecer en él, dirimir rivalidades o alejar y excluir a determinados grupos; recurriendo, tras una fase conspirativa y secreta, a la violencia o a la amenaza de su utilización.
Si se observa la realidad venezolana actual, el Golpe de tipo castrense no parece ser el que está en lista, para sorprender. Sin embargo, hay quienes procuran sonsacar a generales para que asuman ese riesgo, pero creo que por allí no será posible, no están dadas las condiciones. De allí, que los interesados en dar Golpes de Estado, en vista de no haber tenido éxito en anteriores intentos, rigiéndose por manuales importados, siguen inventando posibilidades que les permita llegar al tan ansiado poder.
Igualmente, Sarmiento, (Citado en Huertas y Cáceres, 2014), entiende al Golpe de Estado, como la toma, o intento fallido de toma del poder político de un modo repentino y violento por parte de un grupo de poder, vulnerando, o intentado vulnerar, la legitimidad institucional establecida en un Estado. Una acción como esta puede tener dos vertientes en las cuales, se opte por presionar al gobierno o a los parlamentarios para influir a favor de los intereses de los golpistas; o se le de un ultimátum a los Poderes Ejecutivo o Legislativo para que acepten una serie de exigencias que al no aceptarse, se estaría en presencia de un “Golpe de estado Tácito” obligando al gobernante a acatar las decisiones del grupo de presión.
Si hay éxito en la ruptura de la legalidad se procederá a los cambios en las personas, políticas o normativa legal o, en caso de fracaso, el Estado amenazado procederá a modificar sus pautas políticas.
Es destacable, la existencia de antecedentes exitosos, que han sido luz para los que intentan dar un golpe constitucional en Venezuela, como una forma emergente de afectar la democracia. Particularmente, en América Latina, se han llevado con éxito, en los siguientes casos: En el año 2009, a Manuel Zelaya, presidente de Honduras se le allana su residencia y se le deporta ilegalmente a Costa Rica. También, al presidente Paraguayo Fernando Lugo en el 2012, se le hace un juicio político que acarreó su salida de la presidencia. De igual manera, se dio la destitución en el año 2013 del Alcalde Mayor de Bogotá Gustavo Petro a instancias de la Procuraduría General de la Nación. Esto muestra que este tipo de golpe, se da desde el mismo gobierno constituido.
En base a lo comentado, la democracia venezolana está siendo amenazada, desde hace tiempo, por golpes visibles e invisibles, siendo el más claro el sucedido en el año 2002, que no tuvo éxito, pero que sirvió para construir bases legales que frenaran próximos intentos de golpes. Pero siempre, las posibilidades de golpe, están latentes, sobre todo, si los golpistas se basan en los antecedentes de Golpes Constitucionales en la zona.
Pero lo bueno del asunto, es que ya el pueblo venezolano, sabe de donde y como podría venir el Golpe de Estado a nuestra democracia. Pero a ciencia cierta, aun no se sabe bajo que modalidad será. En todo caso, actualmente, estamos bajo una guerra económica que no es mas que un golpe económico o golpe de mercado; pero, ¿Por donde vendrá el golpe, ahora? Aunque, creemos que lo sabemos, hay que estar pendientes, porque debe quedar claro, que golpe avisado no mata soldado.
Referencias
De Andrés, J. (2000). Golpes de Estado a finales de siglo ¿el fin del golpismo?, El voto de las armas. Golpes de Estado en el sistema internacional a lo largo del siglo XX
Huertas, O., y Cáceres, V (2014). Los golpes de Estado constitucionales en Latinoamérica: una amenaza emergente para el principio democrático. Justicia Juris, 10(2), 28-35.