Hombre que pierde su identidad de hecho pierde autonomía puesto que si él no sabe quién es sí mismo, luego tampoco sabe para donde coger a la hora de un zaperoco, y por las mismas de seguro cogerá el camino equivocado, y quien coge un camino equivocado nunca llega al objetivo.
Y, contimás en caso de esa persona tener bajo su mando responsabilidades de alta factura, tal es el caso del General John Kelly, supuestamente evitar que la droga que sale de Colombia entre a USA, lo que debería preocuparle pero, en cambio, dice el sujeto que lo que le preocupa es Venezuela.
Es elemental que quien quiera saber la verdad de fondo de las cosas, trate siempre de ir a las fuentes en vez de perder el tiempo en las consecuencias.
A menos que el camarada Kelly trate de hacerse el pendejo para engatusar y tratar de echarle cuentos a quienes saben historias, y en cuyo caso, yo en lugar de Obama lo destituiría de inmediato, por torpe.
El camarada Kelly anda medio loco o se hace el loco cuando le falta el respeto a la patria de Bolivar y de Chávez.
Pero, ojalá que ese “buen” camarada rectifique y deje de hablar necedades ya que por ese camino, de tanto pensar [40 segundos diarios], podría salirle una hernia en el cerebro; en contrario, lo recomendable es que se tome una licencia y vaya al médico, o acaso, mejor, a una junta médica que lo evalúe.
En tal caso, ojalá el General Kelly apele a tres tronco´e doctores -Zhivago, Lupa y Trucutrú- quienes seguramente le recetarían tacitas de té de moringa, que son bien buenas para los desvaríos y desvelos.
