El Consejo Nacional Electoral ha accedido a la propuesta de la OEA, en relación a permitir que la Misión OEA sirva como observador o acompañante electoral. Parece que el Secretario general de dicha institución, Almagro, se salió con la suya, y debilitó la posición de las autoridades del CNE, con la carta enviada a Tibisay Lucena, para que les permita estar presente en las elecciones a realizarse en Venezuela.
Esto sucederá, a pesar de que la OEA es una institución que en los últimos tiempos, ha tomado una actitud hostil hacia Venezuela, que ha sido notoria a través de parcializaciones alrededor de los Derechos humanos u otras situaciones afines con la democracia venezolana, porque su misión parece estar relacionada a lo que Estados Unidos requiera de ella. Así, lo han mostrado los medios de comunicación nacional e internacional.
En todo caso, que Almagro esté haciendo un intento de resurrección de la OEA es admirable si, detrás de él, no está los Estados Unidos manejando los hilos. Pues, en Venezuela, estamos acostumbrados a que todos los “muertos” políticos que hay en el mundo, sobre todo en Latinoamérica, quieran ganar indulgencia con escapulario ajeno. Es decir, el surgimiento de un líder político en cualquier zona, puede sentir que su liderazgo se acrecienta, si comienza a hablar mal por ejemplo, del presidente de la república o a criticar sus obras.
Que Macri, el candidato opositor argentino, hable mal de Maduro, no es raro, si se entiende que quiere cabalgar sobre la popularidad que pueda tener Maduro. En esa misma situación está Almagro, cuando envía la carta de 18 páginas a Tibisay Lucena, presidenta del CNE, la cual según críticos de la oposición es lo mejor que se ha hecho en contra del “CNE parcializado” ya que se le dicen grandes verdades.
Entonces, supongo que, la efectividad de la carta fue tal que en reunión realizada hace poco en las instalaciones del CNE, las autoridades de dicha institución accedieron a que la misión de la OEA, participe en elecciones que se realicen en el país, pero no las parlamentarias, ni las de alcaldes o gobernadores, sino que su ámbito de observación estará relacionado a: Elecciones de reinas de ferias y fiestas patronales, festivales culturales o cualquier evento en donde se requiera de testigos u observadores, no tan serios y que de vez en cuando se parcialicen, según sus preferencias.