Sin miedo a equívocos, nunca, pero nunca en la marcada y ya muy conocida historia intervencionista, depredadora del imperialismo estadounidense, se habían encontrado con lacayos tan, pero tan ineptos como los opositores venezolanos, adecos, copeyanos, primero justicieros, voluntad popular, periodistas… y cuanto bicho o bichito raro se pueda imaginar. Es tal la decepción que los mismísimos diablos, presidentes, George W. Bush y Barack Obama, han debido intervenir para señalar, para aupar o para demandar que esos chulos políticos, porque eso sí parece hacen bien, den pronto concretos y satisfactorios resultados, resultados prometidos.
Como nunca antes, político alguno, y menos con la experiencia acumulada, había mostrado tanta, pero tanta ineptitud, como el hoy presidente de la AN, Henry Ramos Allup. Envalentonado por el triunfo electoral del 6 de diciembre de 2015 ofreció a los financistas estadounidenses acabar con Nicolás Maduro en menos de lo que canta un gallo, triste para Henry y decepcionante para los seguidores de la MUD, los portentosos y dinámicos motores de Henry, no respondieron, no sirvieron pa un carajo y, una vez en vuelo, no lograron retrae el tren de aterrizaje. ¡Aparatoso despegue, peor aún el aterrizaje!, Henry y sus secuaces, los 40 ladrones, que conforman la directiva de la MUD, no logra aterrizar, no dan pie con bola. De fracaso en fracaso conducen sin duda alguna al pueblo venezolano a la confrontación fratricida. Mientras tanto ofrecen y ofrecen, al final ná. Desesperanza, pura y simple desesperanza.
Contra las cuerdas por la presión internacional, Henry y sus 40 ladrones, chulos de la política, vividores de los millones de dólares americanos, sí millones, no han logrado derrocar a Nicolás Maduro, ni a corto ni a mediano plazo, menos a largo plazo a la Revolución Bolivariana. Sus ofrecimientos de entregar la Patria, la Soberanía, al imperio norteamericano no se concretan y el imperio los presiona, los conmina a actuar. Henry, más que por valiente, por desespero, bravuconea, desafía la institucionalidad democrática nacional, se niega a acatar cualquier decisión de TSJ o cualquier otro poder público, entonces: Cómo acatará las decisiones del CNE, ¿las acatará?, ¡qué es lo que quiere Henry y sus secuaces!. Triste proceder, si es así, como inepto derrotado presidente de la AN, de presidente de Venezuela, ¡qué no haría! Sin duda, viviríamos la más tenebrosa, sanguinaria, despiadada dictadura. El terrorismo del Estado Islámico o de los Paramilitares Colombianos, se quedarían pasmados.
La desesperación opositora por derrocar a Nicolás Maduro sólo indica cuan presionado están por sus financistas estadounidenses, son capaces de todo, deben y tienen que pagar los millones de dólares invertidos, chuleados por ellos, con tal de entregar la nación venezolana, la Patria Venezolana. No olvidemos que los financistas estadounidenses son los mismos que llevaron la destrucción y la guerra civil a Irak, Libia, Siria, como nueva forma de colonización y expoliación de sus riquezas.
Preocupante; sin resultados plausibles sobre la toma del poder político e institucional venezolano, ¿cómo Henry y sus 40 ladrones, patoteros, chulos, culilluos…, pagaran los dólares al poder imperial? ¡No los perdamos de vista, no perdamos el paso, Nicolás!
