Con más odio y resentimiento concentrado vuelve a la carga el inefable y amargado Almagro. Pidiendo tribunal de la inquisición, hogueras y cámaras de gas para el Gobierno Bolivariano de Venezuela. No queda ni un ápice de ecuanimidad e imparcialidad en las acciones de este roñoso personaje. Actúa como un actor político, como un vocero de la más rancia derecha continental.
Bajo su firma como Secretario General de la OEA se acaba de publicar otro informe cargado de términos ofensivos, irresponsables, falsos y maliciosos. Sus expresiones se parecen más a un panfleto de la derecha reaccionaria y fascista, que al reporte ecuánime y juicioso que se espera de un funcionario-empleado de un organismo multinacional y diverso como la OEA. Las fuentes de Almagro nuevamente son Ongs mercenarias como Freedom House (financiada por la USAID y el Departamento de Estado norteamericano), “revistas” como The Economist y peor aún, irresponsables portales web como Prodavinci.com, reñidos con la objetividad, la verdad y un mínimo ético de validación de las fuentes.
En el informe del amargado Almagro no hay ni una sola línea que estimule la resolución de nuestros problemas, con respeto a la soberanía, independencia e integridad del país. Ningún funcionario como Almagro, que pretenda armonizar partes o mediar en la resolución de conflictos puede fijar tan temeraria posición.
Almagro parece un Perro de la Guerra, deseando con ansias que en el país se desate una guerra civil. Ataca el proceso de Diálogo en Venezuela como el más recalcitrante y visceral militante de la extrema derecha venezolana. Alimenta el desasosiego opositor afirmando que están “esperando un progreso que no se va a materializar nunca”. Señala que “La ausencia de diálogo es la primera señal del fracaso de un sistema político”, pero no menciona que fue la maltrecha dirigencia opositora la que abandonó la Mesa del Diálogo por sus contradicciones, divisiones y mezquindades grupales. El “desencanto” existe, pero en las filas opositoras, al tener unos líderes deslegitimados que sucumben y se retractan en sus posiciones, no más ser criticados por la ponzoñosa inquisición twitera que pulula entre sus filas.
El amargado Almagro hace un exhaustivo retrato de la “profunda crisis humanitaria” que enfrenta el país. Eso sí, se cuida in extremis de ahondar en las causas, orígenes y responsables de la crítica situación económica. Obvia por mera casualidad el papel de la oligarquía criolla, la cual históricamente ha controlado las importaciones, los medios de producción, la distribución y la comercialización de los productos.
Pero ¿Qué propone Almagro para mejorar la condición de vida de los venezolanos? Pues nada. Sin embargo, recuerda con claridad que en la Mesa de Diálogo “El Gobierno Nacional y la MUD acordaron trabajar de manera conjunta para combatir toda forma de sabotaje, boicot o agresión a la economía venezolana y priorizar en el corto plazo la adopción de medidas orientadas al abastecimiento de medicamentos y alimentos”. En este tema la derecha no ha aportado ni una sola idea o plan productivo. Ellos juegan a la tesis de la paralización y el colapso del país, pensando mezquinamente que capitalizarán votos con el descontento y molestia de la gente.
Para enfrentar esta situación con la máxima premura y responsabilidad, el Gobierno Bolivariano pasó a la ofensiva con los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (CLAP), incrementando de manera contundente la disponibilidad de alimentos, los cuales son distribuidos de manera directa por la propia comunidad a precios justos. Sin intermediarios ni especuladores. Se ha logrado enfrentar una situación negativa con organización, planificación y máxima disciplina. El resultado es que el pueblo está moralizado y presto para asumir las tareas y cumplir con las nuevas metas de distribución para proteger a las familias más vulnerables.
Alegremente el amargado Almagro habla en su panfleto político de los presos políticos, “presos de conciencia”, según él. No menciona que los angelitos de pecho que defiende cometieron actos terroristas y asesinatos con fines políticos. En cualquier otro país López hubiera sido condenado a varias cadenas perpetuas. La “encarcelación sistemática”, como él acusa irresponsablemente, se ha generado porque un grupo de militantes de extrema derecha (lo más rancio del sifrinaje criollo), decidió llenar al país de violencia y destrucción. Almagro está jadeante, exigiendo que en nuestro país reine el imperio del crimen y la injusticia. Nuestro pueblo nunca lo permitirá.
El amagado Almagro también confiesa (o más bien advierte y amenaza) que las “elecciones son imprescindibles”, “porque legitima al país a recibir el apoyo financiero que necesita”. Se revela así Almagro como un agente-gestor del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. No menciona para nada (y de seguro estará complacido), con las actuales restricciones, bloqueos y acosos financieros que padece el país por parte de los agentes financieros mundiales dependientes del imperio norteamericano. Esto es altamente sospechoso. Nos bloquean, intentan destruir el país, para luego venir a decir que el “próximo gobierno” será bendecido por la derecha financiera mundial. Inmoral. Ahora se entiende porque su mayor angustia y preocupación es proteger y salvaguardar el “clima empresarial”. Besando la mano del Amo.
Almagro debería dejar su vergonzoso doble rasero e iniciar de inmediato sendas investigaciones para determinar la violación a la Carta Democrática por parte de México, un Estado fallido lleno de violencia y desapariciones; Colombia el mayor productor de drogas de la región; Estados Unidos el mayor consumidor de drogas de la región (pedir ayuda sanitaria urgente por favor) y el mayor criminal de guerra del mundo; Argentina por sus desmedidos tarifazos y despidos; o al espurio gobierno de Brasil, producto de un golpe parlamentario (pasa Almagro agachado, con su pañuelito en la nariz) con sus privatizaciones, despidos y desmanes.
El Amargado Almagro cumplió con su rol de mensajero de los restauradores del neoliberalismo, de la derecha conservadora. Sin embargo, sus malas intenciones y sus deseos agoreros no pasarán de allí. Venezuela cuenta con la solidaridad y apoyo de países amigos de la región que no permitirán que la propuesta cabillera de Almagro nos agreda. La mayoría de los países latinoamericanos y caribeños ya han expresado que los esfuerzos deben estar dirigidos a fortalecer la vía diplomática y el diálogo, no el bloqueo y el acoso estéril propuesto por Almagro. La paz, la integridad y el bienestar del pueblo es nuestro mayor deseo.