Ya la lucha de Trump no es contra el Gobierno venezolano, sino contra el País como un todo.
A Iraq le inventaron la existencia de un arsenal de armas químicas que solo existía en la mente maquiavélica de la Casa Blanca Norteamericana, y sin resolución de la ONU invadieron ese país y lo destruyeron totalmente, con el solo fin de sacar a Sadam Hussein. En Venezuela el enemigo no es Nicolás ni Diosdado ni ninguno en particular, es el pueblo Venezolano, porque es contra quien han emprendido una macabra guerra económica que ha obstaculizado el suministro de alimentos y medicinas a lo largo y ancho del territorio nacional.
Guerra económica que arrecia con el bloqueo económico para transacciones con bonos de la deuda venezolana, donde se prohíbe a todos los socios comerciales y financieros, y a empresas estadounidenses o con capital en los EEUU, realizar cualquier acuerdo o transacción con Petróleos de Venezuela. Se prohíbe participar en operaciones de nueva deuda emitida por el gobierno de Venezuela y su empresa petrolera.
Entre otros aspectos, con este bloqueo se busca incrementar el riesgo país, siendo este un indicador que si tiene un elevado valor provoca que tanto las personas jurídicas como naturales eviten invertir en un determinado país por las condiciones inestables del mismo, tanto desde el punto de vista jurídico como administrativo; por otra parte se busca llevar a gobierno venezolano a un "default financiero", que ocurre por impago de la deuda o suspensión de pagos, surge cuando una persona u organización no puede afrontar el pago de los intereses o del principal de una deuda cuando llega el vencimiento; situación que busca Donald Trump prohibiendo a sus connacionales refinanciar la deuda venezolana o adquirir bonos emitidos por nuestro gobierno, cuando por cierto, se acerca la fecha de vencimiento de una gran cantidad de bonos de nuestra empresa PDVSA.
Este bloqueo no perjudica a Maduro ni al gobierno, sino directamente las condiciones de vida de todos los venezolanos, incluidos los que pidieron tal bloqueo, por supuesto no a sus líderes, a quienes se les garantiza la satisfacción de todas sus necesidades dentro o fuera del país.
Trump, con estas políticas esta como en el lejano oeste, le paga al que más daño le haga a los venezolanos, y como nadie ha podido viene él mismo con su infantería; pero se encontrará con un "Bravo Pueblo".
Estas medidas atentan contra los Derechos Humanos de todos los venezolanos; pero como dijera nuestra oposición radical: "¿A quién le interesa eso?". Esta experiencia nos debe servir para concientizar nuestro pueblo y luchar unidos por superar esta crisis, solicitando desde esta trinchera olvidarnos de construcción de viviendas, vialidad y otras obras de infraestructura, para enfocar todos los recursos, legislación y políticas de Estado única y exclusivamente al sistema alimentario.