¿Alguna vez han sentido desespero?, ¿sí?, entonces saben de lo que hablo. El pasado mes de abril –ante el más solemne silencio de nuestros funcionarios y medios- denuncié la gravedad de un titular a 8 columnas y letras rojas que el pasquín 2001, perteneciente al Bloque de Armas publicó. En ese titular se afirmaba que “Venezuela almacena misiles con cabeza atómica provenientes de Irán”. ¡Nada más y nada menos! El periodista Jesús Brando, de acuerdo a sus “fuentes confiables” hacía esta criminal afirmación. Añadía en mi artículo que “seguramente esta “noticia” sería rebotada a todo lo largo y ancho del planeta por los grandes medios del imperio, también que obviarían el “trabajo” de Jesús Brando y señalarían como fuente el “prestigioso diario venezolano” ¿Ven cómo funciona la cosa? El “periodista” se sienta frente a su computadora, le mete a la mala intención y pone a rodar el guiso. Las “fuentes” van cambiando, haciéndose más serias y creibles. 2001 cita al periodista, la prensa internacional a 2001, y el general Craddock a la prensa internacional. Efectivamente así mismo fue. El laboratorio funcionó tan eficientemente que pocos días después, el Jefe del Comando Sur de los EE.UU, general Craddock, expresaba en rueda de prensa su “preocupación” ante esta noticia apoyando su “inquietud” en la “prensa nacional e internacional”.
¿Qué hicimos ante esto?, ¿en qué y cómo utilizamos nuestras tribunas mediáticas?, ¿se hizo mención siquiera de algo tan grave?, ¿se negó, se desmontó?, ¡¡¡no!!! De nuestro lado continuamos con algo que me recuerda los viejos programas de boxeo en el Nuevo Circo: ¡En esta esquinaaaaa…pesando 124 libras y un cuarto…el matacuras… o granielito… y en esta esquinaaaaaaa…! ¡Por el amor de Dios! ¡Ni una sola palabra sobre algo como esto! Eso sí, muchas palabras y gestos que entusiasman a la clientela que a diario se solazan con estos pleitos. ¿No nos damos cuenta que mientras estamos gozando una bola con las peleitas peso mosquito los pesos pesados nos están cogiendo? ¡Evidentemente, no!
Hace poco menos de quince días, un caballero de nombre Gustavo Coronel, expedeveco, con tribuna en los medios estadounidenses, escribía un “testimonio” según el cual, "en la Guajira venezolana hay células terroristas de Hezbollá adoctrinando nuestros aborígenes". Esta matriz fue reforzada por el testimonio de una señora Martha Colmenares, asidua de la Cloaca Digital y otros medios en México y los EE.UU, quien aseguraba la veracidad de esta denuncia. A los pocos días el general Craddock, de visita en Colombia, abonaba la matriz con otra denuncia sobre el mismo tema: “en la isla de Margarita hay núcleos de terroristas islámicos protegidos por el gobierno de Chávez”. Escribí alertando sobre esto. ¿Qué hicimos?, ¿necesitan que lo repita?... ¡En esta esquinaaaaaaaaaa…! ¡Nada, eso hicimos, nada…! Demasiado distraídos con las peleitas peso mosquito.
Hoy, la prensa nacional de oposición –incluido el puntal audiovisual de la conspiración, Globovisión- amanecen con el tubazo del día: el embajador colombiano ante la OEA, asegura que unas fábricas de bicicletas y motos iraníes-venezolanas son una mera fachada para su actividad fundamental. ¡Cojan este trompo en la uña!: en estas fábricas fachadas se extrae uranio que será entregado para su enriquecimiento a Irán. ¿Qué tal? Esto lo hace nada menos que el embajador del “hermano” Uribe y -¿casualidad?- el día 11 de septiembre, en medio de una paranoia mediática generalizada de los grandes medios recordando el terror de las Torres Gemelas. Hasta horas del media día, ¿alguien ha dicho está boca es mía? ¡No!. He enviado el llamado de auxilio a varios funcionarios. También he enviado la nota al equipo de la Hojilla. ¿Se hará algo? ¿O seguiremos olvidando que por menos que esto el imperio decidió que Iraq poseía armas de destrucción masiva?.
VISITEN LA PÁGINA
www.antiescualidos.com
Por una revolución bolivariana y socialista!