La presentación del presidente norteamericano Donald Trump en las Naciones Unidas pudiera señalarse como debut y despedida. Nunca gobernante alguno había sido tan brutalmente torpe y peligrosamente agresivo como este que parece un absoluto novato en política que, además, mostró una ignorancia supina en temas ideológicos, políticos, ni se diga filosófico o de otro género del pensamiento.
Atacó a tirios y troyanos al mismo tiempo con su pastosa e hiriente verborrea. Con un lenguaje cercano a lo escatológico no tuvo reparo, ni delicadeza, mucho menos diplomacia para lanzar un hueco misil contra Venezuela donde nos acusa de "dictadura socialista", lo cual no es verdad aunque para allá vamos (a la construcción del socialismo, con la democracia participativa y protagónica), son elementos de justicia social que Venezuela ha venido implementando desde hace 18 años en ruta hacia el socialismo que configurará constitucionalmente la construcción del socialismo la soberanísima Asamblea Nacional Constituyente.
¿Quién o quiénes son los asesores de Trump en todo lo referente a Venezuela que le han vendido que en un país donde se han realizado 22 elecciones en 18 años, se le han entregado a las familias venezolanas un millón setecientas cincuenta mil viviendas, a los niños de educación primaria 5 millones de computadoras Canaima, 18 millones de óptimos textos escolares para los estudiantes de primaria y secundaria, y se impulsa una titánica lucha por los planes de salud gratuita a todos los niveles, se han pensionado a tres millones trescientos mil adultos mayores con una pensión que se eleva al salario mínimo, para que diga que en el país rige una dictadura a la que apellida socialista?
No hay que hacer en eso mucho esfuerzo. Trump retrocede al período del más vil y dañino anticomunismo que dinamizó todo los años que duró la llamada guerra fría, la política de los trogloditas que gobernaron en Washington todos esos años y que tanto daño le hizo al propio pueblo norteamericano y dinamizó todas las políticas autoritarias, represivas y criminales contra todos los pueblos del mundo. El anticomunismo ha sido y es una sub cultura retrógrada dentro de las clases dominantes yanquis, la oligarquía norteamericana y la pequeña burguesía que han malgobernado ese pobre país, a la América Latina y al mundo.
Pero también hay sectores de origen venezolano que hacen un permanente lobby, han "refrescado" la cacería de brujas contra el pueblo y las fuerzas progresistas y revolucionarias bolivarianas y chavistas, y actualizan al presidente gringo con insumos sacados de lo más rancio, anacrónico y vil de la poceta de los oligarcas criollas y su vetusta artillería de mentiras, de viejas recetas nunca actualizadas y de las mentiras y truculencias repetidas mil veces por sus adláteres de la oligarquía política. Por supuesto no puede dejar de mencionarse el secreteo y las anacrónicas y nefastas "orientaciones" del sionismo fascista israelí al presidente Trump cuyo representante, el criminal de guerra Benjamín Netanyahu, ha estado de gira por Latinoamérica, donde es repudiado y odiado.
Ya antes, Obama nos quiso torcer los brazos y doblegarnos a sus dictados imperiales y coloniales, como no pudo y se estrelló ante la muralla de dignidad del pueblo venezolano, nos puso una espada de Democles sobre la cabeza de la Patria al sacar del horno de las miserias de la Casa Blanca y de partidos traidores al pueblo norteamericano como lo son el Republicano y el Demócrata en el envilecido Congreso, un Decreto que nos considera como país una amenaza: "declarando una emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos representada por la situación en Venezuela". Ya Obama le abrió el camino al presidente troglodita.
Ese Decreto es una ley para el Estado y Trump comenzó a ejecutarlo no directamente, pero sí las políticas en él establecidas contra Venezuela y su Gobierno revolucionario, incluso ha ido más allá, nos amenazó con la opción militar, entiéndase invasión, antes de llegar a ese extremo –que ya el Comando Sur y el gobierno colombiano (porque de las 7 bases partiría las agresiones) tiene el plan elaborado, sólo esperan la orden– tomó una serie de torpes y erráticas medidas financieras con los bonos de Pdvsa, contra el petróleo venezolano y nuestra empresa Citgo ubicada en suelo norteamericano. De allí una primera respuesta digna de Venezuela, sacudirse de la nefasta coyunda del papel sin respaldo llamado dólar con una nueva cesta de monedas: yuan, rublo, rupias, euros.
Pero no sólo eso, el magnicidio, el asesinato del Presidente Nicolás Maduro ya lo está contemplando el gobierno norteamericano y su presidente. Por eso es asqueante, ofensivo, miserable, injusto la parte del discurso referente a nuestro país y su Gobierno. Vuelve a plantearse la sospecha del magnicidio del Presidente Hugo Chávez por parte de la CIA norteamericana al sembrarle el cáncer.
Otros países como la hermana Cuba, fueron igualmente agredida de manera injustificada, desconocidos prácticamente los avances producidos en la etapa final del gobierno de Obama. Y amenazó con recrudecer el arcaico y miserable bloque que desde 1960 le impusieron los gringos a Cuba,
¿Qué espera el camarada Comandante Raúl Castro para romper las relaciones diplomáticas con el gobierno de Trump ante el ataque y las bofetadas proferidas por el gobernante gringo al digno pueblo cubano?
Contra los dirigentes de la República Popular de Corea y su líder fundamental, el presidente Kim Jong-un –nieto nada menos que de Kin Il Sung, el gran estratega que hizo correr a los generales norteamericanos victoriosos en la II guerra mundial, de la Corea invadida y agredida por los Estados Unidos– no escatimó adjetivos y amenazas tronantes donde parecía ser el dios Thor de la mitología germana lanzando rayos y truenos a diestras y siniestra. Dijo Trump que Corea, de continuar con sus pruebas coheteriles, "se exponía a una furia y un fuego jamás vistos en el mundo". Trató de ridiculizar al presidente Jong un y lo llamó "hombre cohete" para tratar de opacarlo mediáticamente y tal vez disminuir el impacto de la exitosa cadena de cohetes continentales y la demostración del poder nuclear coreano a lo que se enfrentarían los Estados Unidos del Norte, de eso no caben dudas. ¿Hasta allí llega el poderío militar norteamericano que un paisito pequieño como Corea lo tiene en jaque? Remember a Cuba en 1962 y los misiles nucleares de la dignidad en posesión del gobierno cubano. Como dijo entonces el Che durante la crisis de octubre refiriéndose a Fidel, "Nunca brilló tan alto un estadista".
Al pueblo y al gobierno iraní le correspondió sufrir el cambio político en torno al acuerdo nuclear que ha sido descaradamente violado por el nuevo gobierno norteamericano, empeñado en violar el Acuerdo Nuclear firmado entre la República Islámica de Irán y el G5+1. Trump aprovechó la tribuna de la ONU para el feroz ataque contra Irán para echar al cesto de la basura un tratado nuclear que duró años en ser concluido. Por supuesto la mano de Israel y el sionista de Netanyahu se ven tras bastidores.
Muchas críticas se le pueden hacer a ese infeliz discurso del gobernante norteamericano, hemos esbozado sólo algunas para alertar lo que nos espera a los pueblos y cómo debemos prepararnos para la resistencia ante las arremetidas de un imperio que se desploma.