El hecho más vergonzante del Presidente Obama, su Orden Ejecutiva del 19 de marzo de 2015 (XIV)
Pero una de las acciones más cobardes realizada por el "yo no fui" gringo, tiene lugar el l 9 de marzo de 2015. El presidente Obama tiene la desvergüenza de emitir un decreto injerencista que declara a Venezuela como una amenaza para la seguridad de EE.UU. Ese decreto causa sorpresa y hasta risas en todas las naciones del mundo entero, sin embargo, este tipo de decreto ha sido el antecedente para la intervención estadounidense en los países señalados de "amenaza" a sus intereses políticos y económicos. La Ley de Emergencia Internacional de Poderes Económicos y la Ley de Emergencia Nacional, ambas invocadas en la Orden Ejecutiva del 9 de marzo de 2015, establecen restricciones y prohibiciones financieras y comerciales a siete funcionarios venezolanos. Según EE.UU., estos funcionarios venezolanos habrían estado vinculados a actos de violación a los derechos humanos, precisamente por detener las protestas subversivas registradas entre febrero y mayo de 2014 conocidas como el plan La Salida, en alusión al pretendido deseo de que el presidente de Venezuela Nicolás Maduro renuncie a la Presidencia y se vaya del país. Los actos violentos llevados a cabo por una oposición anti democrática causa la muerte de 43 personas, la mayoría por disparos de francotiradores. Fíjese la irresponsabilidad de Obama que al asistir a una reunión internacional, algunos periodistas aprovechando su presencia y en son que chanza le preguntan si en realidad él piensa que Venezuela reviste una amenaza para Estados Unidos, Obama, con la sonrisa que le caracteriza y que ya es tomada como cínica, contesta que él personal no lo cree; pero lo que deja loco a todo el mundo es que en 2016 renueva la vigencia de dicha orden ejecutiva; lo hace un poco antes de cumplirse el lapso de su presidencia. ¡Qué falta de hombría la de Barack Hussein Obama! Bueno, dejemos ese hombre se enfrente durante dure su vida a recordar ese vil proceder; solo de canallas. Pero ahora continuemos la narración sobre el pensamiento y la acción de todo un hombre, diáfano y valiente como lo sigue siendo nuestro paisano venezolano; el gran Simón Bolívar.
Mientras que Bolívar no deseaba invitar a Estados Unidos a que asistiera al Congreso de Panamá, por otro lado sí deseaba que Gran Bretaña enviara un representante a la reunión; y en efecto asistió un observador británico. Nuevamente el deseo de Bolívar es resaltar su interés en asegurar la simpatía británica para las repúblicas latinoamericanas, no simplemente como una defensa contra la vaga amenaza de la Santa Alianza sino además por otra razones. Indudablemente, Bolívar ve la ventaja potencial de usar a Gran Bretaña en caso de necesidad como contrapeso a esa "nación muy rica y poderosa"; Estados Unidos. Su interés en una relación especial con Gran Bretaña fue reforzado por la tendencia de desestabilización que observó dentro de la misma Gran Colombia, al volverse los liberales contra Bolívar por temor a que estaba determinado a endosar una presidencia vitalicia; tipo contemplada en la Constitución boliviana. Aun cuando se tome en cuenta correctamente el contexto de ese comentario, esto constituye una razón bastante concluyente de por qué Bolívar no puede ser reivindicado precisamente como un precursor del Panamericanismo contemporáneo. Más bien, fue un precursor del Americanismo Pan-latino, y, si viviera hoy, sería un partidario de todos los proyectos de mercado común y de las iniciativas de Contadora, posiblemente incluso de los frentes comunes contra el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, su posición por sí misma no lo convertiría en un enemigo sistemático de Estados Unidos. Durante su propia vida, fue bastante realista como para combinar la admiración cálida de las características positivas que vio en la cultura y las instituciones estadounidenses con el reconocimiento en asuntos específicos, pero supo diferenciar de los intereses de Estados Unidos y América Latina; él sabía no serían los mismos y que por tener un pueblo virtudes cívicas, no tendría por fuerza una política exterior basada puramente en bondades. Al mismo tiempo, y a pesar de su irritación por la política insincera estadounidense ante una neutralidad formal en relación a la lucha entre España y sus colonias, Bolívar entendía perfectamente que los intereses socio-políticos de las dos Américas; eran diferentes.
Estimado lector, con este escrito se finaliza la serie de ellos, que con sumo placer le he brindado y que gracias a APORREA.ORG, usted ha podido leer. Quiero por último dejar plasmado aquí mi pensamiento sobre la inmensa fortaleza de espíritu que posee la inmensa mayoría de los venezolanos y la siempre protección de la Providencia, que siempre nos ha sacado de todo mal y en cierta manera ha influido a que al final, todas las adversidades sufridas, se diluyan y pierdan su amargo sabor en la dulzura de la victoria. Por último, dese cuenta de la intervención a nuestro favor de la Providencia, que la candidata en las recientes elecciones a la presidencia de los Estados Unidos no ganó, aunque fuera favorita para lograrlo; la señora Hillary Clinton. Digo ésto, por cuanto faltando poco tiempo para terminar aquella campaña electoral, la señora Clinton se muestra tal cual es su sentir y pone el broche de oro de una terrorista, cuando dice, , sin manifestar la más mínima turbación y respeto, en entrevista televisada al mundo. "VINIMOS, VIMOS Y ÉL MURIO" refiriéndose a la horrible muerte por linchamientos que sufriera MOAMAR el GADAFI, y para completar la ejecución de aquella barbaridad lanza una vulgar y escalofriante carcajada. Por favor, piense por solo un minuto, en la requeté mala situación se encontraría Venezuela, su pueblo y la revolución bolivariana, si esa señora estuviera gobernando desde el salón oval aplicando insolentes y abusiva medidas sancionatorias. Sinceramente creo que muchos escritores deben sentir pena cuando al mencionar el nombre oficial de aquella nación tenga que escribir: AMÉRICA.