"Una serpiente es más humana
que un fascista o un racista;
un tigre es más humano
que un fascista o un racista".
Hugo Chávez
El escritor estadounidense Stephen King, lanzó la siguiente expresión en septiembre de 2016: "Fuentes confiables revelan que Donald Trump es en realidad Cthulhu. El peinado absurdo no es absurdo en absoluto. Oculta los tentáculos.". Parecen unas palabras sacadas de ultratumba. Para los estadounidenses, por la desinformación, y la manera tan indiferente, como toman los hechos, puede que no tenga ninguna importancia, aunque empiezan a despertar y tomar conciencia antes la llegada de Donald Trump, quien está demostrando tres facetas muy peligrosas: fascista, racista, y una mente guerrerista al servicio del gran capital, y poco le importan los muertos, como sucedió en una escuela de Florida.
Preguntaran los lectores: ¿Quién es Cthulhu? ¡Bueno mis amigos, les dejo la información! "Cthulhu es un personaje extraído de la literatura de Howard Phillips Lovecraft. Lovecraft formó, en algunos de sus relatos, una mitología del horror basada en la existencia de universos paralelos y seres provenientes de ellos, entre los que se encuentra Cthulhu, que existieron antes del tiempo, y cuyo contacto con los humanos tiene terribles consecuencias"
Todo esto parecen cosas de la fantasía, sin embargo, quiero dejar bien claro: cualquiera semejanza de este personaje, con el Presidente Donald Trump, es pura travesura de la imaginación del creador, como del que se toma el atrevimiento de difundir la comparación; sin embargo en la larga lista de presidentes de los EE.UU, creo, sin el mínimo temor de equivocarme que el más acaudalado de todos, con arrebatos demenciales, y poses de un estrafalario actor de Hollywood, y no de un presidente, es el que actualmente se encuentra dando de qué hablar por cada barbaridad, cuando declara, creando tanto terror, como las figuras creadas por Howard Phillips.
Las confesiones de Trump, son tan paradójicas que me recuerdan a un bodeguero de Valle de la Pascua, importante ciudad guariqueña–apartando el peligro, y la distancia– quien tenía unas ocurrencias para reír y contar, pero sin llegar hacerle daño a nadie, y menos sufrir de vanidad. Cuando alguien llegaba preguntándole: ¿Amparito, tiene azúcar? Al no tener, siempre se le escuchaba muy pausado y serio: "No hay azúcar, pero tengo jabón en polvo". Así, pasa con el mandatario del país más poderoso de la tierra; cada momento sale con unos adefesios, sorprendiendo a millares de personas con las respuestas. En su reciente aparición, puso la "torta", al presentarse a un acto en honor a los asesinados en una escuela de florida, y sin inmutarse se le ocurrió decir: "Para enfrentar la violencia, tenemos que armar a los maestros" sin embargo, estas contradicciones vienen ayudando a los mismos estadounidenses, para que entiendan la clase de presidente que eligieron
¿A quién se le puede ocurrir semejante disparate? ¿Quién se puede imaginar a un maestro, independientemente del sexo, con un fusil al hombro, o una pistola en el bolso, rumbo a un salón de clase? Solamente a una persona, como Donald Trump, se le atraviesa semejante barbaridad en la poca materia gris de su vacía cabecita, pero cubierta por su bien "armada" cabellera ¡Fin de mundo! como decían nuestras abuelas. Llegó con la misión de apagar el fuego, y terminó de encender la pradera. Con toda razón el escritor antes señalado se atrevió de calificarlo, como un verdadero "monstruo" con miles de antenas, el cual le sirven para mantenerse con las orejas "paradas" escuchando las críticas para seguir tan campante, desconcertando a media humanidad, al saber que una persona con tantas deficiencias, tenga los controles del poderoso arsenal nuclear, y pueda desatar un conflicto mundial.
Nadie puede negar la profunda crisis del capitalismo, en todos los órdenes de la vida, con los Estados Unidos a la cabeza, urgida de grandes recursos básicas–petróleo– enseñando todo los días los dientes con ojivas nucleares, tratando de atemorizar a los más débiles, y ahora, con un personaje tan contradictorio, no solamente por estar al frente del imperio norteamericano, sino por una razón muy sencilla, el cual mi abuelo siempre repetía en muchas conversaciones tratando de alertar: "Hombre viejo, enamorado, y con plata, es capaz de cualquier cosa".
Narciso Torrealba Narciso_t_29@hotmail.com