"En una fortaleza sitiada,
toda disidencia es traición".
San Ignacio de Loyola
Escuché de boca de una amiga –copeyana– hacerse eco de la opinión de un hijo, en relación con la situación del país, al poner de ejemplo a los cubanos; el muchacho se encuentra haciendo carrera en estudios internacionales, y más o menos le hizo la siguiente explicación: "En Cuba, tienen 60 años enfrentados al mismo enemigo, que hoy nos ataca, y en ese tiempo no han dejado de echar adelante, y en muchas actividades se han destacado, con menos recursos que nosotros, con la única diferencia: han adquirido la consciencia necesaria" La reflexión es sumamente importante para tomar en cuenta, en medio de los ataques virulentos, y criminales contra la maltrecha economía venezolana, por parte del imperialismo, a través de su actual director y ejecutor Donald Trump, quien, igual que otros mandatarios pretenden tapar sus fallas, utilizando a Venezuela, como un escudo, con el visto bueno de los grandes medios de comunicación.
Trump, se encuentra enfrentando el rechazo de millares de estadounidenses, más un volcán de voces en el mundo, que entienden el riesgo de un conflicto mundial, al estar este señor, dirigiendo a los Estados Unidos, cuando un número importante de profesionales–psiquiatras– en salud mental, lo señalan con serios problemas de conducta, influyendo en las tomas de decisiones, muy peligrosas para la paz mundial.
Aparte de esto, Estados Unidos, y otros países, donde los problemas son muy graves, entre ellos: Brasil, Argentina, Colombia, Perú, España, sus gobernantes han acelerado la campaña de hostigamiento, utilizando de blanco para disparar todo su odio, y mentiras a Nicolás Maduro, así, como anteriormente hicieron con el Comandante Chávez. En esta campaña, están utilizando a verdaderos títeres, por una u otras razones, en medio de la grave crisis de nuestro país. Las mismas caras de episodios anteriores, en el cual fracasaron, y para sobrevivir políticamente, necesitan seguir con el odio, y las mentiras, pero nada de esto, les ha servido para apartar de la Presidencia a un verdadero patriota: Nicolás Maduro Moros, probado en medio del acoso permanente, el cual le ha servido para curtirse, y mantenerse con la frente en alto, con el apoyo de un pueblo amante de la paz.
Todas las acciones del imperialismo, tienen un profundo propósito: presentar al presidente, como un "monstruo" causante de todos los males del país, al mejor estilo de las películas gringas, cuando todo el mundo sabe por dónde sale el sol. La táctica es la misma del jefe de propaganda nazis Joseph Goebbels, quien, llamaba a repetir una expresión con el más descarado cinismo ¡Miente que algo queda!
Con toda razón el cantor del pueblo Ali Primera, nos dejó una esclarecedora canción (Perdóneme tío Juan) del cual extraigo dos estrofas muy oportunas: Contésteme tío juan /No se me quede callado/Conteste si no hay razón/En que sigamos luchando. Por echar de nuestra patria/Al yankee que nos la quita/Y al lacayo que lo tapa. ¿Cuántos lacayos le están haciendo el juego al sociópata Donald Trump? Uno de los tantos calificativos utilizados por varios psiquiatras, basados en un estudio muy reciente.
Todo esto nos da a entender, como los opositores, y la oligarquía criolla, coinciden con el gobierno de los Estados Unidos, en los intentos de acabar con el proyecto bolivariano. Cualquier intención del gobierno venezolano, para mejorar las condiciones de vida de los venezolanos, lo desbaratan al instante; pongo, como ejemplo el de un amigo pensionado, quien me confesó lo siguiente: "Cuando la pensión estaba por los doscientos mil bs, me alcanzaba para hacerle el cambio de aceite a dos vehículos, ahora, no me alcanza, ni siquiera para un litro, y no creo, que sea culpa de Maduro, ni que me lo repitan mil veces".
La última prueba de la guerra económica, la acaba de firmar Donald Trump, cuando descaradamente emitió una Orden Ejecutiva, prohibiendo a los ciudadanos estadounidenses hacer transacciones con la criptomoneda: EL PETRO, si, esto no es un bloqueo, entonces ¿Qué carajo es?
