Contra el poder

A Bush se le acabó el tiempo para matar a Chávez

Cuando el MVR Bolívar convocó una asamblea en el Club Sirio, los seguidores del presidente Chávez estallaron con aplausos mientras se inflaba un muñeco con la cara del primer mandatario. A casi ocho años de gobernar el país, la pasión que despierta el presidente se vive en toda Venezuela. Esa pasión se extiende a otros países y se evidencia en la lealtad de más de 70 naciones que se enfrentan a Estados Unidos siguiendo la directriz política del presidente venezolano. Colombia, Chile, Nicaragua, entre otros países han sido víctimas de los asesinatos selectivos del gobierno norteamericano. Pero en Venezuela algunas cosas han cambiado, pues existe un avance en la participación popular que difícilmente pueda ser reprimido o intimidado con el asesinato de Hugo Chávez. Tal estrategia no reportaría ningún beneficio al gobierno norteamericano ni a corto, mediano o largo plazo. La única salida es negociar retrocediendo, es decir, concediendo la soberanía que durante años irrespetó con la complicidad de una élite venezolana que llora desconsolada. Y lo peor para el Pentágono es que tendrá que negociar con todos los países latinoamericanos, pues el Comando Sur aun penetrando todas las instituciones de muchos países del sur, tarde o temprano tendrá que negociar o retirarse.

En Colombia por ejemplo, el presidente Uribe está consciente que debe negociar con las FARC, pero sabe que no puede y el último atentado en Bogotá fue una clara señal de que no se le está permitido tomar sus propias decisiones. Debe ser frustrante para Uribe fingir públicamente su indignación con la FARC cuando sabe quienes hicieron el atentado, pero no tiene salida alguna, pues la Fiscalía, los senadores, una cúpula poderosa del ejército son instituciones penetradas por los narco-paramilitares desde hace mucho tiempo. La única alternativa es la organización popular y que ésta llegue al poder, pero cuantas vidas ha costado en Colombia. Curiosamente en el Zulia, región que hace frontera con Colombia y donde queda el único gobernante de oposición, es donde más dirigentes campesinos han asesinado.

La Constitución de 1999, el referendo revocatorio para cualquier gobernante electo popularmente, la aplicación por parte del pueblo del artículo 350 cuando se intentó proclamar como presidente a Pedro Carmona, evidencian que Venezuela transita desde hace tiempo un nuevo rumbo. Y si el gobierno norteamericano fracasó en su intento de no perder el control sobre Venezuela, no tiene sentido planear más muertes. Bush cumplió con su objetivo para el sistema dominado por elites en Estados Unidos, no pudo avanzar más y el tiempo se le agotó, dejará a su sucesor la tarea de retirarse de Irak y de negociar con Latinoamérica, incluyendo Colombia. Pero en lo que resta de su mandato, cualquier locura puede pasar. La batalla de resistencia, como la que se libra en la ONU por ingresar al Consejo de Seguridad, marca el inicio de una nueva época más rápida y violenta, pero con una clara resistencia a la dominación por la fuerza.

davidjavier18@hotmail.com


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David Javier Medina


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