La cercanía de la elección presidencial con sus previsibles resultados, al menos ha causado expectativas y, esta composición de fuerzas políticas, los lleva a convertirse tras la luz de las últimas encuestas, en una especie de lucha con un proyecto de país que lleva en sus espaldas a la Contraloría General de La República. Sin duda. Existe una nueva composición de fuerzas políticas que le permitirán al candidato por el Centro Democrático, Iván Duque, tomar el poder mediante elecciones abiertas. El embrión de la coalición de centroderecha, tiene algunos procedimientos discursivos para elegir al jefe del ente de control fiscal y. que tiene como fin revisar algunos expedientes expuestos en el Congreso, luego de los acuerdos de paz con las FARC y su acomodato en tierras colombianas.
Los nuevos gobiernos, deben ser de coalición para gobernar desde la Casa de Nariño y los partidos políticos deben reactivarse para tener la oportunidad de insertarse en el ejercicio del poder popular.
El senador liberal y expresidente del Congreso Luis Fernando Velasco resaltó este hecho y dijo que es "lógico" y "legítimo". Agregó que "muchos congresistas tienen más lealtad con el poder que con las ideas" y que "el domingo, cuando esto cambie totalmente, la lealtad de muchos legisladores será más con el poder que llega, que con el que se va".
Juan Diego Gómez, senador conservador, afirmó que esta nueva coalición de gobierno comenzó a asomarse en el proyecto que crea las reglas para la elección de Contralor General porque esta es una "decisión política" y estas determinaciones "las toman quienes están en el poder".
El Congreso de La República es muy respetado en Colombia y cambio algunas de sus leyes de control, cuando el candidato Gustavo Petro, como guerrillero del M-19 lo asalto para apoderarse de un expediente, donde se le acusaba de ser el asesino de tres hermanitos.
Desde el Centro Democrático el senador Jaime Amín aseguró que el Congreso "es un órgano colegiado de origen netamente popular y político" y que "allí las fuerzas se desplazan conforme avanzan las campañas y los números en estas".
Lo que comenzó a gestarse esta semana en el Congreso, según sus protagonistas, está llamado a consolidarse a partir de la próxima elección en el Capitolio.
El candidato del Centro Democrático, continúa empuntando en intención de voto para la segunda vuelta presidencial, según una nueva encuesta del Centro Nacional de Consultoría, divulgada en la noche de este viernes por CM&.
Según la medición, el aspirante uribista obtendría 51 por ciento de la votación, 13 puntos más que su contendor, quien obtuvo 38 por ciento. En la medición hecha por esta misma firma la semana pasada la distancia entre los candidatos era de 20 puntos.
Aunque, en lo personal, no creo en las encuestas.
Experimentalmente se tiene comprobado cómo se auspician y defienden mejor, desde una racional equidistancia, los derechos fundamentales consagrados en la Carta Política e inherentes al Estado social de derecho. El candidato del Centro Democrático, Iván Duque Márquez, ha estampado en libro provisorio la siguiente declaración paladina: "El Presidente debe gobernar respetando todas las libertades individuales, empezando por la libertad de culto".
Cuando no se toma partido que de una manera u otra pueda afectarlos o lesionarlos, resultan de mayor lógica y eficacia las previsiones en pro de su intangibilidad, tanto en lo político como en lo estrictamente jurídico. Así ha ocurrido en todas partes durante la larga e intensa lucha entre comunistas y fascistas, signada por la violencia de uno y otro lado.
En la misma forma, la evolución hacia otra modalidad de progreso económico y social con desaparición teórica del petróleo y el carbón puede resultar traumática y dolorosa si no se tienen previstas las vías que han de recorrerse y, más aún, los puntos estratégicos de llegada o descanso, sin dejar de lado la previsión rigurosa y técnica del combustible.
Cuando se trata de sustituir carbón y petróleo, las cosas pueden salirse de las manos y complicarse demoniacamente, si no existe criterio lúcido sobre cómo y con qué gradualmente reemplazarlos.
Menos escabrosas que estas reflexiones académicas resultan las noticias promisorias sobre los pasos en marcha de la ‘economía naranja’
Menos escabrosas que estas reflexiones académicas resultan las noticias promisorias sobre los pasos en marcha de la ‘economía naranja’, cuyas bases legislativas sentara en el Senado el ahora candidato presidencial. Ahora, la política no es la que rigue los cambios políticos, sino también la economía y América del Sur, exige buenos contralores públicos, porque estamos dispersos y, las atenciones a dicha faz rudimentaria como rutinaria esta dada por la fiscalización de un rango. Esto, trae a colación, el destello de preocupaciones especializadas ya en el pasado y que conlleva declaraciones irreversibles, como la erradicación y sustitución de cultivos ilícitos no puede ser voluntaria, sino obligatoria. Otra más: armas escondidas y dineros escondidos que no fueron entregados para su destrucción o la reparación de víctimas.
Lo importante es ir a las urnas electorales, que, un fervoroso pueblo sufrague y de su respaldo al mejor candidato. Petro se encuentra contaminado. Basta que destaquemos los rasgos principales de Duque, de su personalidad, el acervo de sus conocimientos y su idoneidad para gobernar honrosamente a Colombia.
"Ha pasado más de un año desde la firma del acuerdo del teatro Colón, donde se desconoció el mandato popular del 2 de octubre de 2016, mientras tanto Colombia ha visto expandir los cultivos ilícitos con entrega incompleta de las armas por parte de la Farc y que no hemos visto los colombianos: el rompimiento de innumerables promesas de la campaña del Sí. No se han entregado las rutas del narcotráfico, ni los socios, ni las redes de lavados de activos ni los corredores logísticos empleados por esa organización a fin de desmantelar esas estructuras financieras de crimen". Hay que cortar lo que ilegitima un país.
Es el voto en blanco la expresión legítima del disenso, la acción electiva del disentimiento político, complementa el espectro del sufragio soberano; no obstante son igualmente válidos los interrogantes sobre su eficacia ante momentos de amenaza real a la democracia participativa. Los últimos ejercicios electorales de Francia y de Perú nos recuerdan que es preferible sostener el disenso a través del voto preventivo, que optar por el "purismo" del centro discordante. El voto preventivo de consensuar lo fundamental de una nación desde las diferencias afines es lo que le ha permitido a Francia y a Perú no caer en manos del extremismo de derecha de Le Pen y de Fujimori respectivamente.
En la jornada electoral a la presidencia de Colombia, 2018-2022, más que llegar a pensar que se esta ante un falso dilema de extremos (como anuncian ciertos líderes de centro) o que experimenta una larga competencia ideológica entre viejas escuelas políticas, lo que realmente nos enfrentamos en Latinoamérica es al desafío de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); que el mundo, a través de la ONU, se ha propuesto conseguir en un lapso frenético de 15 años (2015-2030).
He aquí la importancia sustancial de la actual contienda por la Presidencia: el surgimiento de la gran discusión nacional, argumentativa y dialéctica, entorno a las distintas formas de ejercer democracia entre nosotros, y, con ello, hemos visto la desnudez vergonzante de la cúpula millonaria, que gana el favor de muchos ciudadanos incautos por medio del relato del miedo, el cual alerta sobre la llegada de un fuego apocalíptico si llegasen a perder el poder ejecutivo.
Y por esto, Daniel Ortega Saavedra, Nicolás Maduro Moros buscan un nuevo relato en el Sur y Centroamérica Pero más que "cuentos de terror para niños asustadizos" lo que el país requiere es un ensayo, sobre el deber ser desde la ética y los derechos, en donde la ciencia y el humanismo oriente el universo de vida de Colombia, Venezuela y Nicaragua hacia el cumplimiento de los ODS y del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático (COP 21). Para ello es fundamental salvaguardar la implementación del Acuerdo Final de Paz de 2016 y asegurar la continuidad de los diálogos con el Eln.
Es este el contexto ideal del país para que inspire a su ciudadanía a trocar su escenario real de la desigualdad social en uno de construcción colectiva de la equidad.
La propuesta Colombia Humana es un mecanismo funcional y participativo hacia el cumplimiento de los ODS, a partir de la resiliencia de las experiencias y de las capacidades locales.
Desde la perspectiva política colombiana, el conservadurismo ortodoxo ha predominado en los mandatos, dominando y estandarizando las fuerzas creadoras y originarias de la diversidad; en los últimos veinte años se ha establecido un conservadurismo neoliberal, bien representado en el uribismo, en el cual es completamente difícil que Colombia cumpla con los ODS, de aquí al 2030, en especial con los objetivos # 1 (derrotar la pobreza), el # 4 (la educación inclusiva), el # 6 (el agua como derecho universal) y el # 13 (combatir el cambio climático).
Según datos de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), Colombia cuenta con 21 millones de hectáreas aptas para la agricultura, pero sólo 5 millones son productivas y el 16 restante están en la ilegalidad (tomadas a la fuerza) y en los acumuladores de tierras sin aprovechamiento (los latifundios improductivos). ¿Es esto justificable? cuando, a su vez, el país es calificado por la CEPAL y el Banco Mundial (reciente Foro de Davos) como la segunda nación más desigual en la distribución de la riqueza en América Latina. Los que sostienen esta inequidad social son los mismos que atacan a los que quieren cambiarla.
Precisamente, la izquierda controla muchas de estas tierras ociosas, como en Venezuela, parásitos que solo desean que el Estado les alimente para vivir en la porosidad de una pobreza cruel.