Lo primero necesario a dejar muy claro es que el señor Temer no tiene autoridad moral alguna para reclamar la "restitución de la democracia y los derechos de las gentes" en ninguna parte del mundo. Su gobierno es de facto, producto de un golpe de Estado aprovechando una circunstancial mayoría legislativa y como un resultado de un acuerdo entre corruptos, como él mismo y su compinche Cunha, ex presidente de la Cámara de Diputados, que ahora está preso. Los dos unieron sus fuerzas, que antes habían apoyado a Lula y Vilma, o sea la Partido de las Trabajadores (PT) a las de la oposición toda para destituir a la entonces presidente brasileña. Por supuesto, ese acontecimiento o jugada política fue del agrado del Departamento de Estado, por razones bastantes conocidas, como que Vilma, Lula y el PT representan una opción favorable a la unión de los pueblos de América y orientada a generar un bloque con políticas independientes y libres, sin sujeción absoluta al capital estadounidense y de la Unión Europea. Esto explica que Luis Almagro, no se "haya enterado" todavía de lo que allí sucedió y solamente se ocupe de lo que sucede en Venezuela, lo que redimensiona intentando provocar de alguna manera, por cualquier vía, en fin de cuentas este no es su país, ni aquí tiene dolientes, una guerra civil, pese ser Secretario General de la OEA o quizás más bien por serlo. No le interesa para nada que sobre Cuba, al margen de las opiniones que se tengan sobre el gobierno y el modelo, se haya mantenido por año un bloqueo cruel. Como le importa un bledo que Puerto Rico siga siendo colonia estadounidense. Que en las islas del Caribe la naturaleza desate sus fuerzas y provoque tragedias, no le motiva a emprender alguna cruzada para prodigar ayuda.
Según nota de EFE, Temer "firmó este martes un decreto para enviar al Ejército a Roraima, para reforzar la seguridad en ese estado fronterizo, punto de entrada de miles de personas que huyen de la crisis de Venezuela."
https://www.aporrea.org/internacionales/n330562.html
Más tarde, en cadena de televisión. Temer dijo lo siguiente:
: "Vamos a buscar el apoyo de la comunidad internacional para adoptar las medidas diplomáticas que resuelvan ese problema, que ya no es de política interna de un país, pero que avanzó por la frontera de varios países y amenaza la armonía de todo nuestro continente".
La violencia en Colombia, por sólo hablar de la derivada de la lucha guerrillera, desde hace más de sesenta años, y la de los narcotraficantes y paramilitares que forman parte de la misma cosa, los asesinatos de periodistas luchadores sociales y tantas tragedias más, nunca en el parecer de Temer, amenazó "la armonía de todo el continente".
La dictadura de Pinochet que llenó canchas de fútbol con inocentes y simples ciudadanos, opuestos o no al naciente régimen, desapareció miles de personas, permitió que madres les arrebatasen a sus hijos, tampoco produjo ese efecto. Como menos la dictadura de Videla en la Argentina, donde las "Madres de la Plaza de Mayo", todavía buscan a nietos desaparecidos. Temer o los suyos podrían decir aquello coloquial de "entonces yo no estaba allí".
Pero si estaban allí quienes manejan las llaves, dan las órdenes y abren las puertas, los mismos que alientan y respaldan a Temer, para que arme una tragedia por una ola de venezolanos que hacia Brasil van buscando vivir mejor.
Eso que Temer llama una amenaza "a la armonía del continente", fue el pan de cada día para Venezuela. Los ahuyentados de Chile, Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador y buena parte del Caribe, como cuando los tiempos de la segunda guerra mundial y la civil española, encontraron siempre los brazos abiertos de los venezolanos. Por algo, más de cinco millones de colombianos aún viven en Venezuela y una buena parte de otras nacionalidades. Para el brasileño, por las razones que sean, la movilidad del venezolano es una amenaza, es como quien se asusta que a la hora de la comida llegue visita a su casa.
Pero el señor Temer llegó más lejos, tanto que hasta intenta como imponer en el continente una curiosa idea acerca de la soberanía, lo que le convierte en peligroso.
Su gobierno, aparte de su origen ilegal, está intentando por todos los medios, sin fundamento, de evitar que Luis Ignacio Da Silva, simplemente Lula, quien supera a todos sus seguidores juntos en las encuestas, y le convierten en próximo presidente de Brasil, participe en la próxima contienda electoral. Según reporte de última hora, "datos publicados por el Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) y el Instituto Datafolha de Minas Gerais, si la primera vuelta electoral se hubiera realizado ayer martes, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva habría ganado con 54 millones de votos, siendo esta la mayor cantidad de votos jamás recogida por un mandatario del país sudamericano." https://www.aporrea.org/internacionales/n330594.html
Y eso, constituye una elemental violación del derecho soberano del pueblo brasileño a decidir.
Con respecto a Venezuela y su decisión de mover fuerzas militares hacia la frontera, dijo lo que sigue, que el lector debe leer cuidadosamente por lo que de amenaza, nada velada, hay allí:
"Brasil respeta la soberanía de los Estados, de las naciones, pero tenemos que recordar que solo es soberano un país que respeta y cuida de su pueblo.
Este galimatías o disparate no es nada para reírse, pues pese a lo muy mal dicho encierra una seria amenaza y hasta nueva manera de manejar la diplomacia y la vecindad.
Creo que Temer no sabe lo que es soberanía. La soberanía es el derecho del pueblo a decidir sobre sus asuntos. Eso significa, que la amenaza de Temer, es una agresión a la soberanía del pueblo venezolana, el cual, pese a lo que pudiera decirse del gobierno de Maduro, lo que sólo pudiera ser una excusa, es el único que tiene el derecho y facultad para decidir sobre sus asuntos, incluso si su gobierno, como dice Temer, no "respeta y cuida a su pueblo".
Está demostrado, pues lo aseguraron las propias autoridades locales, que a raíz del siniestro o siniestros ocasionados por los huracanes en la isla de Puerto Rico, EEUU el país que ejerce como colonizador no sólo se negó a ayudar sino que reclamó pago de deudas. Y habiendo sucedido eso, por sólo nombrar un caso, olvidándonos de los asesinatos a diario de periodistas y luchadores sociales en México y Colombia, a nadie sensato se le ha ocurrido desconocer la soberanía de esos pueblos. Y por esta, quienes ejercen el derecho están obligados a reclamarla y luchar por ella. No es a un gobernante extranjero y por demás nacido de una jugada sucia e ilegal, pasando por encima del derecho soberano de su pueblo que eligió a Vilma, a quien le corresponde ese derecho.
La movilización de fuerzas militares hacia la frontera con Venezuela no tiene nada que ver con la idea de proteger a los venezolanos que hacia allá se dirigen o a Venezuela la toda, que eso no está pidiendo, la verdadera intención es otra. Quizás sea todo lo contrario.
Creo que el pueblo brasileño, ese mismo que se moviliza en defensa de la libertad y candidatura de Lula debe ponerse alerta ante las amenazas de Temer a la soberanía venezolana. ¿Con quién, en verdad, se solidariza Temer? ¿Atenderá a los llamados de Luis Almagro y todo lo que está por detrás?