El Presidente Maduro nos advirtió sobre la posibilidad real de una invasión militar al suelo patrio por parte de los gobiernos domesticados de Colombia y Brasil.
Al parecer a los únicos que nos preocupa lo dicho por el Presidente, es a los revolucionarios, pues para la oposición sin opción, la advertencia es una presunta falacia con la cual la máxima magistratura del Estado, aspira desviar las consecuentes desgracias, que ellos, los oposicionistas y sus empresas, han impuesto gracias a la guerra económica que hoy nos plantean.
Nada más alejado de la realidad es creer que después de esta guerra infernal, este pueblo se entregara y se dejara invadir.
Pues si bien es cierto que la hiperinflación inducia nos ha golpeado muy fuerte, y de eso se trata esta guerra económica, no es menos verdad, que el Gobierno del Presidente Maduro, se ha abocado a contracorriente de los malvados opositores y sus malas intenciones, acudiendo al auxilio de los más necesitados, en el entendido, que todos estamos necesitados y por ello todos los afectados, hemos entendido plenamente cual es la causa de nuestra actual situacion.
Por eso es que el desespero de los enemigos de la patria, ha venido aumento al ritmo de su desquiciado planteamiento y en correspondencia de aquellos que si bien dicen ser "chavistas" (con adjetivos ridículo y no correspondientes), están en disposición de venderse a cualquiera que les pague su precio.
Afortunamente, no son la mayoría organizada, ni constituyen un factor esencial cuyo posicionamiento teórico político, sea claro y justifique su empreño anti democrático contra el Presidente Maduro. Por eso fracasan y seguirán fracasando.
Sin embargo, si bien todos tenemos el derecho inalienable a discrepar de la política gubernamental, hay temas que nos convocan, donde no se puede justificar ninguna duda, pues los intereses legítimos del país, el territorio, la nación y el Estado, están por encima de cualquier aspiración grupal e individual con intenciones de Invadir.
En consecuencia, todo aquel que ose atentar contra la patria debe ser tratado como tal, como un enemigo y contra él o ellos, debe ir las fuerzas de aquello a los que nos dueles esta tierra hasta en las vísceras.
No estamos jugando; estamos en la definición del camino que queremos tomar. Por eso aseguramos que el 10 E el Presidente Maduro se Juramentara para su nuevo periodo, y si una pequeña luz alumbrara a la oposición, antes de eso, la jugada lógica en la desprestigiada Asamblea Nacional, debería ser ajustarse a derecho y terminar con el desacato. Ellos saben lo que deben hacer.
Después del 10 E, la ANC debe redoblar la marcha, al que no le guste que se aparte, y el gobierno debe avanzar a paso veloz, al compás que marca el Presidente Maduro y la Revolución Bolivariana. No tenemos pretexto para la ineficacia, es la hora del gobierno de la gente, de los Alcaldes, Concejales, legisladores, Gobernadores y Constituyentes en las calles, subordinado al Poder Popular. El Presidente ha dado suficiente muestra de su vocación colectiva y democrática.
Por último, si bien no hay balas solo mata chavistas. Tampoco hay bombas que no maten cobardes y entreguistas.
No queremos guerras, por eso es menester prepararse para el combate por la Paz. Si nos invaden, aquí estaremos. Que nadie se equivoque, esta historia no tiene retroceso y quienes con ella estamos tampoco.