"Sería una imprudencia pastoral por parte mía y haría daño" pronunciarme en favor de Guaidó, el autotitulado "presidente encargado" de Venezuela.
El Papa Francisco (Desde el avión a su regreso a la Santa Sede desde Panamá)
Ahora que el gobierno de los Estados Unidos se ha quitado la careta y adelanta un nuevo golpe de Estado contra el gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, presidido por el Presidente Constitucional y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) Nicolás Maduro Moros, se le ven las costuras a los traidores de la Patria.
El silencio cómplice e hipócrita se ha apoderado de la mayoría de líderes de la oposición venezolana y de los diferentes partidos que ellos representan, así como de otras instituciones que con su conducta se colocan al margen de la Constitución Bolivariana de 1999.
Luego del rompimiento de las relaciones diplomáticas entre el gobierno de Venezuela y el gobierno de EEUU el pasado 23 de enero, según lo anunció el Presidente Nicolás Maduro al conocerse el respaldo del Presidente Donald Trump al "autoproclamado" presidente Juan Guaidó.
La respuesta del pueblo venezolano y de todas las instituciones del Estado - en respaldo al legítimo Presidente de la Patria de Bolívar - no se hizo esperar y las manifestaciones públicas en todas las ciudades del país, se sintieron en sus calles y sus plazas para expresar solidaridad total y respaldo al Presidente Maduro.
Igualmente en el escenario internacional, las últimas actuaciones en defensa del gobierno venezolano han sido muy claras y contundentes, sobre todo en defensa de las instituciones y de la Constitución Bolivariana de 1999.
El ejemplo más reciente estuvo escenificado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas donde nuestro Canciller Jorge Arreaza puso el punto sobre las ies al develar el descaro y las verdaderas intenciones del imperio norteamericano, con un golpe de Estado que viola la Constitución Bolivariana y la Carta de las Naciones Unidas (La ONU).
Es sin lugar a dudas la reacción de un imperio que desde Bolívar ya asomaba su oscura intención cuando de una manera profética lo definió "El Libertador": "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar de miseria la América a nombre de la libertad".
Las garras están al descubierto y los enemigos de Venezuela como hienas en jauría (El Cartel de Lima) y los países de la vieja Europa ahora a la cola de los EEUU, se lanzan desesperados a la caza de su presa por lograr saciar su hambre de energía y apoderarse así de las riquezas que posee la Patria de Bolívar.
A todo ello se suma el liderazgo de la "Estrella del Sur" o ventana de América que brilla con su luz propia desde la llegada al poder del Comandante Hugo Chávez en 1998 para marcar pauta a los pueblos esperanzados del mundo en su búsqueda desesperada de la justicia y su autodeterminación.
Las caretas se caen y la vocación de los piratas y ladrones de la época de la Conquista y de la Colonia renace con los nuevos asaltantes que utilizan cipayos y perritos falderos para lograr sus fechorías al margen del respeto por los pueblos, a los cuales acusan de "Estados Forajidos" cuando son ellos mismos los forajidos y asaltantes.
En el caso venezolano hay mucha tela que cortar y no es nuevo el escenario que han ido preparando los enemigos de la Revolución para dar su golpe final. Muchos son los intentos ya conocidos, públicos y notorios contra el Estado venezolano como por ejemplo, los golpes, las guarimbas, los magnicidios, etc.
Desde luego que las contradicciones se acentuaron al caer la IV República y surgir desde el 4 de febrero, el futuro Gobierno Revolucionario Bolivariano con Hugo Chávez y ahora con el de Nicolás Maduro, a quien tratan de acosar y buscan rodearlo desde el imperio.
El surgimiento de una "Opera Bufa" con un impostor en desacato desde la ilegal Asamblea Nacional, como es el caso del diputado "nalgas mulatas" de Juan Guaidó, es el peor descaro y más vergonzante muestra de decadencia del imperio norteamericano, quien ya no guarda sus apariencias desde la llegada al Departamento de Estado de un escuadrón de desalmados, liderado por Donald Trump.
En la Venezuela que vive sus angustias por la manipulada "guerra económica", la cual sirve de caldo de cultivo para un nuevo golpe de Estado en desarrollo, la mesa está servida.
Los anti patria quedan al descubierto y sólo esperan la protección del imperio para que los rescate por haber sido fieles serviles, porque ya no tienen vergüenza y venden su alma al mejor postor.
Entre ellos se protegen y guardan silencio porque apuestan a una invasión y a que los marines los salven. Sólo esperan la lista oficial de la Oficina de Negocios de lo que queda como embajada gringa en nuestro país y desde luego, la llegada de su salva-conducto.
Mientras avanza la noche de los espejos rotos, los púrpura que visten con sotana y que conforman el partido de los opositores ocultos, se frotan las manos y ya han sostenido encuentros de confesionario con el presidente impostor, "El Guasón".
En verdad lo único que le falta a la CEV (Club de obispos vende patrias) es que se pronuncien contra el Papa Francisco a quien desconocen e irrespetan y se promulgue su nuevo presidente interino.
Estamos seguros que presuntamente junto a la Casa Blanca, preparan un golpe contra la Santa Sede y su silencio hipócrita es el pago por un curul cardenalicio, el cual ya mostró sus garras en el fallido golpe de Estado de Carmona "El Breve" y, ahora siguen con sus run runes en las homilías de todas las iglesias del país, ¡que pena!
"Unidad, lucha, batalla y victoria" ¡Amanecerá y veremos!