Auditórium

Jurunga muertos: ¡Ana Karina Rote, y la cantaleta antiimperialista!

Con lo banal, al abrazarlo, abrazábamos lo bueno, que se halla (¡abre los ojos!) justo enfrente de ti. Walter Benjamín.

Al Dr. Domingo Alberto Rangel, lo llamaban sus compañeros de Acción Democrática "Jurunga Muertos". A este maestro de revolucionarios no se le pudo minimizar su pegada política a través de la pluma. Era poseedor de una excelente prosa. Su lectura era obligatoria para los revolucionarios.

Hace mucho tiempo leí unas declaraciones suyas donde afirmaba que América, estaba a punto de ingresar al mundo desarrollado, es decir al primer mundo. Y que solo le faltaba el empujoncito del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Y que si no se firmaba era porque los gringos le tenían miedo al ímpetu creador de las industrias latinoamericanas. Explicaba el doctor Rangel que el desarrollo de la agricultura argentina era tan legendario, como legendaria era la agricultura norteamericana y la brasileña. Así como el desarrollo de las manufacturas mexicanas y colombianas son altamente exitosas. Continuaba explicando Domingo Alberto que aquí en Venezuela continuaban con la cantaleta fidelista, la izquierda folletinesca, y habladora de gûevonadas de que los Estados Unidos se tragarían a cualquier nación con el cual llegase a firmar un tratado de Libre Comercio. ¿De dónde sacaría esa izquierducha borbónica semejante barbaridad? ¿Cuándo la relación con el imperialismo norteamericano nos ha perjudicado, se preguntaba, ahí está la infraestructura petrolera que dejaron?

D.A Rangel sostenía: "todo esto nos indicó algo muy elemental. Hay que desprenderse de ese anti imperialismo palurdo cubanistoide que ve en los Estados Unidos a los hijos de Inglaterra, una potencia nórdica y protestante. La otra cara de la moneda somos nosotros, los hijos putativos de España, católicos y sureños tozudos. Esa sí era una cátedra de ciencia revolucionaria moderna del siglo XXI. Así Rangel se pasaba por el forro de las bolas esa cantaleta cansona de esos revolucionarios de pacotilla como la del: "imperialismo". Toda esta idiotez se debe a que nunca entendemos nuestra condición de pobres y acomplejados descendientes de España que no terminamos de entender lo provechoso que es para nosotros las alianzas comerciales con USA.

El doctor Rangel se mofaba de esto: "El imperialismo es la fase superior del capitalismo" sostenía que eso eran las: "baratijas, y las sandeces que solo producían carcajadas". Ya que su autor Lenin, palabras textuales suyas:" fue un pobre pendejo que lo que único que hizo fue encabezar la construcción del primer estado socialista del mundo".

Siempre se preguntaba si la revolución bolivariana era socialista o fascista, por su giro represivo. Porque las guerrillas son tan viejas como el hombre mismo. Como fue feroz y guerrillera, la resistencia de los pueblos originarios de América. Calificaba de racistas a los indios Caribes. Y que su grito de guerra "Ana Karina Rote" era "toda una proclama racista que llenaría de envidias al cojo Goebbels o a Julius Rosenberg ideólogo del racismo alemán.

Rangel sostenía que:" Ana Karina Rote" significaba", solo los caribes son hombres" y que esos "bandidos caribes" eran equiparables a las bestias del nazismo. "solo los caribes son hombres" sino: "Los hombres somos los caribes" o "Los hombres somos nosotros" según un libro de historia novelada, donde el grito era: "Amucón papororo itoti nantó" Que según Herrera Luque quería decirte: "los demás son esclavos" cuya correcta interpretación era: "Los hombres somos nosotros, los demás son esclavos"

Todos estos slogans o consignas no eran más que una estrategia político-militar. Porque con sus armas, sus caballos, la cruz, y la espada los conquistadores llegaron atropellando, sometiendo, haciendo uso de la superioridad de estar mejor equipados para la guerra.

Para muchos historiadores la consigna de Anakarina Rote es entendida como una reafirmación de humanismo, y de convocatoria a la lucha. Así de sencillo. A 19 años del siglo XXl, Venezuela sufre una invasión-colonización de una plaga de comerciantes del medio oriente que se apodera de: panaderías, farmacias, licorerías, agropecuarias, abastos, bienes raíces etc. En una gigantesca lavandería de dólares y legitimación de capitales, aunada a la explotación laboral, y sexual de trabajadores, y trabajadoras venezolanas.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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