"El megalómano se diferencia del narcisista,
en que desea ser poderoso antes
que encantador, y prefiere ser temido a ser amado"
Bertrand Russel
Tenía razón mí abuelo, un llanero de la Trinidad de Orichuna en el estado Apure, cuando se conseguía por esos llanos a un personaje fanfarrón producto del dinero, y con cierta edad: "Hombre viejo con plata, y de paso enamorado es muy peligroso" A esto le podemos agregar: engreído, y embrutecido por el cargo, como está sucediendo en estos momentos con Donald Trump; elegido por mantener el gran poder del imperialismo, pero se pasó de maraca, y un porcentaje muy alto de los estadounidenses, y fuera de sus fronteras están de acuerdo con sacarlo del gobierno de manera urgente, y no precisamente con las guarimbas.
Al pistolero de la Casa Blanca se le empezó a mojar la pólvora. En cada intervención suelta verdaderos disparates, dejando a mucha gente con la boca abierta. Los problemas en Estados Unidos se agudizan a ritmo acelerado e inesperado por los mismos creadores de los grandes conflictos en el mundo. Los jefes de gobierno del llamado grupo de Lima, empiezan arrugar la cara, y no es para menos; lo único que han hecho, es arreciar los ataques al lado de Donald Trump, como unos verdaderos arrastrados, contra el "dictador" Nicolás Maduro, pero el "opresor" cada momento demuestra: valentía, resistencia, y un apego a los mandatos democráticos de la constitución venezolana en defensa de su pueblo.
El pensamiento del filósofo Bertrand Russel, el cual sirve de epígrafe a este artículo, retrata de pie a cabeza al multimillonario jefe de gobierno de los Estados Unidos. Desde el mismo momento de tomar las riendas, dejó muy claro su conflictiva personalidad, a tal extremo que un grupo de Psiquiatras apegados a la profesión, emitieron su opinión, donde llegan a la conclusión de no estar en capacidad para ejercer un cargo de tanta responsabilidad. Ese antecedente quedó archivado, pero los indicios que llevaron a estos estudiosos del comportamiento humano alertar de sus problemas siguen apareciendo, y cada día asombran a los propios representantes del gran capital, que, como perros acompañantes olfatean el peligro a la distancia.
Enunciar la cantidad de desplantes de este mandatario, es casi imposible; todos sumamente peligrosos, muy lejos del razonamiento de un Presidente en su estado cuerdo. Algunos han llamado la atención por el momento, y el sitio, donde se le han salido las metidas de "pata", como cualquiera persona acostumbrada a las camorras: En un acto en memoria de un grupo de niños, y maestros acribillados por un desquiciado–engendro del capitalismo– se le ocurrió decir: ¡hay que armar a los maestros! a quién se le ocurre semejante locura; imaginemos a los educadores llegar al salón de clase con una arma en el bolso, o un fúsil terciado al hombro. La última del gunman: "Dispararles a las piernas a los inmigrantes, para de esta manera frenarlos" algo totalmente apartado de la verdadera y sana humanidad de una persona.
Donald Trump, se convirtió en un bárbaro para el pueblo venezolano, con la cantidad de medidas tomadas en los últimos años contra nuestro país, Desde los robos descarados con el apoyo del autoproclamado, hasta cerrar el paso para los alimentos y medicinas. Ahora entra en una etapa de pedir misericordia, dando la ligera impresión, que no ha escuchado nunca el refrán: ¡Verdugo no pide clemencia! Hasta un golpe de estado ha denunciado, y eso, que, por aquellos lados, no sé ha presentado un autoproclamado–interino– apoyado por Nicolás Maduro; de lo contrario, manda los marines, no para Colombia hacer prácticas de intimidación, sino directamente a Miraflores.
Lo cierto, es que, la hoguera la están encendiendo, y todo el mundo sabe, quien es el señalado para meterlo en la olla. La decisión parece salir del de los demócratas, y uno que, otro de los republicanos que no soportan los arrebatos, del que se cree amo y señor del mundo. No sin antes recordarle, un refrán propio para el momento: "Cuando fuiste martillo no tuviste clemencia, ahora que eres yunque ten paciencia".
