Contra el poder
Estados Unidos necesita negociar para recuperar oxígeno
David Javier Medina
davidjavier18@gmail.co
davidjavier18@hotmail.comm
Un año de elecciones en toda Latinoamérica, pero el escenario político es similar en muchos aspectos. Lula fue reelecto, pero su política financiera además de tímida, impide avances en una reforma agraria. Cuestión de tiempo quizás, en todo caso no es reflejo de una izquierda radical. En Colombia sucede algo más grave, y quizás sea el país que origine más noticias durante el 2007. Uribe es reelecto e inmediatamente ocurren los escándalos de la “para-política”, es decir, la relación entre políticos y paramilitares que todo el mundo conoce desde la masacre de los años 50, pero que ahora “analistas” desinformados descubren con asombro. Dos ejemplos en lo que algunos llaman el patio trasero de Estados Unidos, Colombia sigue siendo el brazo armado del Comando Sur y Brasil su brazo económico. Venezuela sacude sus instituciones y de allí que su política interna adquiera soberanía del gobierno norteamericano, pero en el exterior apenas se colocan las piezas para dar inicio a la primera partida de ajedrez. El presidente Chávez anuncia que estará dispuesto a intervenir en Bolivia, donde se cocinan los próximos planes golpistas. Mientras los paramilitares presionan al gobierno colombiano para que los salven de la cárcel inventando lo del computador de Jorge 40 como una casualidad, y que esconde un claro aviso de los paras a Uribe “Si no nos cumples, ustedes también se joden”. Es curioso que meses antes, durante el escándalo de los militares que fingieron atentados de la FARC, explota una bomba en una importante instalación militar. Uribe iracundo rompe el diálogo con la guerrilla evitando el canje humanitario. Quizás un claro aviso del Comando Sur, el único beneficiado con la explosión.
A todas estas, ¿qué hace el gobierno norteamericano?, replantea sus planes porque su brazo político pierde terreno. En Venezuela tienen 8 años consecutivos perdiendo elecciones. Invierten en nuevas generaciones como Leopoldo López de Primero Justicia, que en corto tiempo tiene la raya de haber participado en el golpe de Carmona, de haber promovido el sabotaje petrolero dejando millonarias pérdidas al país y de haber permitido en su jurisdicción el plan macabro de los asesinatos en Plaza Altamira.
¿Por qué negociar?, porque es la mejor manera de corromper el sector político venezolano en el poder. De allí que la propuesta del Partido Socialista Unido de Venezuela, no sea una idea descabellada. Los partidos políticos son frágiles. Podemos nace de una división del MAS, PPT nace de una división de Causa R, el MEP nació hace mucho tiempo de una división de AD y en el MVR entraron ex adecos, ex copeyanos, ex masistas, oportunistas, etc. con las valiosas excepciones.
¿Qué negociar?, recursos energéticos, petróleo y gas en pocas palabras. Toda nuestra historia política y económica ha girado en torno a dichos recursos. El ALCA, los TLC, la inversión privada de las transnacionales son algunas estrategias para desmoronar la economía nacional, hacerla vulnerable y así poder extraer recursos a bajo costo como en los tiempos de Giusti en PDVSA.
El pero en esta ocasión, es que para lograrlo no sólo deben frenar algunas políticas que ya ofrecen beneficios, sino que además deben eliminarlas y expropiar los beneficios otorgados. Ejemplo, los Consejos Comunales dejarían de existir, la entrega de tierras y créditos agropecuarios se eliminarían, los Centro de Diagnóstico Integral tendrían que cobrar igual que las clínicas o en corto tiempo cerrarán sus puertas por no ser financiados por el Estado. Las universidades públicas y privadas no serían monitoreadas, creciendo nuevamente la exclusión. Esos y muchos otros males implican una negociación con Estados Unidos, pues de nuestra pobreza y nuestra miseria nacen sus lujos y comodidades.
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