La Batalla de los Puentes

"El ambiente en el puente Simón Bolívar ese 23 era denso, lleno de mucha incertidumbre y expectativa, de pronto se escucharon con fuerza las campanas de una iglesia, era la señal para dar inicio al plan, dos tanquetas de la Guardia Nacional irrumpieron a toda velocidad y arrollaron a los que estábamos en el puente…" Así describía, Madeleine García, la situación en el puente internacional Simón Bolívar a las 00:07 horas del día 23 de febrero de 2019. Antecedía, ese día, de una intensa campaña mediática internacional que sugería el ingreso de una supuesta "ayuda humanitaria" internacional surtida por el gobierno de EEUU y cuyo fin no era otro sino que, los venezolanos y venezolanas, quienes según esa campaña, se estaban muriendo de hambre y de mengüa a causa de un "régimen" que los oprime en una "dictadura" tenían que ser asistidos por el gobierno de EEUU. Bajo esa máscara, se ocultaban criminales intenciones que no tenían otro fin sino procurar el enfrentamiento militar entre pueblos nacidos de un mismo padre, el Libertador Simón Bolívar. La Batalla de los Puentes, no fue otra cosa sino una verdadera acción de guerra en la que las balas, las piedras, las bombas lacrimógenas, los medios de comunicación y los actores de la misma se movieron a plenitud en función de derrotar al adversario. El arte de la guerra, es el arte del engaño, señala Sun Tzu. Jamás imaginó, nuestra FANB, que detrás de unas inocentes campanadas se escondería toda la violencia desatada por traidores venezolanos, ganados por el ofrecimiento de dólares de las fuerzas imperialistas, traicionando su juramento de lealtad a la Patria de Bolívar y Chávez. La primera víctima, es una fotorreportera chilena Nicole Kramm, arrollada por las tanquetas utilizadas por los traicioneros guardias nacionales que al arrancar los vehículos, no pretendían otro fin sino generar una masacre en el puente, un arrollamiento masivo. Era el mismo patrón criminal, seguido por Iván Simonovich, en abril de 2002, con sus francotiradores en Puente Llaguno, disparar y causar la muerte de chavistas y opositores, como –efectivamente- lo causaron. Víctimas de un lado y del otro, para que se enfrenten entre ambos. La decisión política, asumida el día antes, por el Hno. Presidente Nicolás Maduro de ordenar el cierre de la frontera del lado venezolano, días antes las autoridades colombianas mantenían el cierre fronterizo, permitió asegurar el puente con vayas que impidieron el tránsito de las tanquetas hacia el lado colombiano, permitieron salvar las vidas de quienes a esa hora, se encontraban en el puente esperando se les autorizara ingresar a territorio venezolano. Esta primera muestra del plan terrorista, indicaba, como lo ratificó Juan Guaido en sucesivas declaraciones a los medios, que efectivamente: "los muertos eran una inversión a futuro", y, en tal sentido, no escatimarían esfuerzo alguno en procurarlos.

Del lado colombiano, las fuerzas imperialistas se posicionaban sobre el terreno. Unas, en un templete que habían montado con renombrados mercenarios del arte del canto, como lo son Reynaldo Armas, José Luis Rodríguez, Miguel Bosé, entre otros renombrados facinerosos del llamado mundo del espectáculo. Cerca de los puentes, ocupaban posiciones de guerra bandas paramilitares, contratadas –especialmente- para ingresarlas a territorio venezolano y llevar a su interior violencia, drogas y "ayuda humanitaria", tal cual hizo el gobierno de EEUU con el llamado Estado Islámico en Siria. Disparos aislados, creaban el escenario de guerra perfecto para la confrontación que contaría con testigos del lado colombianos de primera línea, tal fue el caso del presidente chileno, Sebastián Piñera, del colombiano Iván Duque, del Secretario de la OEA, Luis Almagro y por supuesto del autoproclamado traidor a la patria, Juan Guaido. Además de Elliot Abrams, quien observaba tras las sombras. Del lado venezolano, el Gobierno Bolivariano le dio un tratamiento de Orden Público a la situación, motivo por el cual, en la primera línea de contención se encontraban la PNB y atrás la GNB. En réplica, al espectáculo de los mercenarios del canto, del lado venezolano se presentaban los verdaderos cantantes del pueblo a ofrecer sus canciones de amor a la paz y la confraternidad entre pueblos nacidos de un mismo padre. Omar Acedo, Omar Enrique, Hanny Kauan, Cristóbal Jiménez, El Cubiro, Paul Gilman, Sandino, entre otros artistas que se han ganado el amor del pueblo venezolano con sus interpretaciones. El concierto: "Para la guerra nada", se contraponía al de los mercenarios del arte, quienes asumían los tambores de la guerra, como su himno más sonoro. "Venezuela Aid Live", el concierto de los mercenarios del arte fue definido –acertadamente- por el Protector del Táchira, Hno. Freddy Bernal, en términos contundentes: "Ese fue un concierto netamente publicitario y conspirativo y que formó parte del caballo de Troya". Desde la tarima y durante su presentación, el franquista Miguel Bose, no dejaba de gritar: "¡Maduro vete ya!". Toda una operación de propaganda contrarrevolucionaria, que no tenía otro fin sino ocultar su trasfondo violento y terrorista: justificar la guerra.

La batalla de Boyacá, en la Nueva Granada, tuvo como escenario al Puente de Boyacá, 7 de agosto 1819. Allí, el Padre Libertador, Simón Bolívar, logra quebrarle el espinazo al imperio español, desmoralizando sus tropas. El estratégico puente, permitía el acceso a Santa Fe, la capital del Virreinato de Nueva Granada, hoy Colombia. Con dicho triunfo, el Padre Bolívar, no solo se hacía de la capital sino de una serie de recursos necesarios para continuar su campaña militar, mulas, caballos, ganado, vías de comunicación. 201 años, después de Boyacá, los puentes que unen –físicamente- Colombia y Venezuela, eran escenario de una nueva confrontación militar entre las fuerza policiales, militares, la juventud del PSUV, la dirección política revolucionaria, el pueblo tachirense en Unión Cívico-Militar, contra las fuerzas paramilitares y mercenarias del canto, ganadas por el imperialismo para vulnerar la Soberanía Territorial venezolana.

Las fuerzas patrióticas, derrotaron en toda la línea al ejército paramilitar y mercenario del imperialismo. Convirtiéndose, en el símbolo glorioso de esa derrota, la quema de los camiones con supuesta ayuda "humanitaria" que, al final de cuentas, resultó ser material para la guerra de guarimbas: guayas, pitos, máscaras anti gas, y miguelitos. Y, quien le prendió candela a los camiones, como ha quedado demostrado en una investigación periodística del New York Times, no fueron otros sino los propios paramilitares ubicados del lado colombiano. 315 patriotas, resultaron heridos del lado venezolano, como muestra de cuán grande es el amor a la Patria, cuando ese amor es verdadero! Nuestro reconocimiento a quienes allí, hicieron acto de presencia, convocados por el clarín de la Patria…

Esta es, Bolívar, aun mayor hazaña

que destrozar el férreo cetro a España,

y es digna de ti solo; en tanto, triunfa...

La victoria de Junín

Canto a Bolívar

José Joaquín Olmedo



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Henry Escalante


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