"Está a salvo de cualquier peligro
aquel que, aun estando seguro,
se mantiene en guardia"
Publio Siro
Los últimos pasos del actual representante del imperialismo: Donald Trump, y su desorientado títere el autoproclamado Guaidó, se han convertido en verdaderos traspiés, para terminar de presentarlos, como unos peligrosos agentes propagadores de la muerte. Los ataques virulentos contra el gobierno de Nicolás Maduro, y el pueblo venezolano lo demuestran claramente, y ni siquiera con escenas preparadas pueden engañar al pueblo, porque el mentiroso, cuando dice alguna verdad se convierte en un hazmerreír.
Cada vez que Trump, abre la embocadura deja a más de uno con la boca abierta, incrédulo para terminar con una sonrisa tímida sin poder conseguirle explicación a tanta mediocridad. Ahora salió con una muy trillada, pero sumamente peligrosa, como quien dice, buscándole las 5 patas al gato para una invasión: pedirle nuevamente al congreso la extensión de la declaratoria de emergencia sobre Venezuela "por ser una amenaza inusual para EEUU".
El autor de esta expresión Barak Obama, parece que la rebuscó en un contrapunteo de nuestro llano, para luego marcharse con su pasito tun tun. La palabra inusual coloca a Venezuela en un selecto grupo muy peligroso, que ni siquiera el mismo inventor del término lo puede creer, y menos explicar, pero saben que, a través del gran poder de los medios, terminan por conseguir incautos y creyentes, como los pastores en los cultos con sus estrafalarios y bien planificados mensajes.
Es sumamente difícil conseguir alguna expresión de Trump, que encierre alguna verdad, y no este rodeada de muerte, tan parecido al coronavirus, que en la mayoría de los casos parece burlarse de la epidemia, el cual está golpeando al gigante asiático: China, en todos los ordenes de la vida, porque aparte del número considerable de muertes lamentables, se presentan las restricciones en las exportaciones para evitar la propagación del virus, y de esto saca la mejor partida el imperialismo; más en estos momentos, cuando su poderío se viene desmoronando, como la nieve, cuando le pega el sol.
Todos los intentos por sacar de raíz el gobierno de Maduro, se vienen desinflando, y al no conseguir sus objetivos, han tomado la forma más inhumana para atacar a un gobierno: medidas coercitivas con un bloqueo comparable al que implementaron contra Cuba. Sin embargo, la moral se ha convertido en una trinchera, donde se agrupan los verdaderos patriotas para repeler cualquier intento de los vende patria.
Los pichoncitos de Trump, a lo largo y ancho de nuestro país, vienen implementando cualquier clase de alharaca para llamar la atención. No se conforman con tratar de culpar a Maduro, si no que callan ante cualquier expresión hueca del asesino de la Casa Blanca. El autoproclamado sigue presentando sus tiras cómicas, sin mucha aceptación, y después de su última visita a su amo, donde le dieron un recibimiento de mandatario, que ni él mismo se lo cree, por supuesto que se torna sumamente peligroso, porque le piden resultados, y contrariamente sale con las tablas en la cabeza.
La nueva fecha para calentar las calles –10 de marzo– la anunció el desilusionado "presidente" ficticio. Y ahora para completar su jefe empieza a lanzar sus candelazos para tratar de atemorizar al gobierno venezolano y su vanguardia. ¿Cuántos muertes han ocasionados estos farsantes? El coronavirus representa un accidente en la salud de la humanidad, pero Trump, y Guaidó significan hambre, miseria y muerte, peor que cualquiera epidemia de las que azotan algunos países, cada cierto tiempo.
