En mi juventud, tuve una amigo, que nunca supe de su nombre propio. En el pueblo lo llamábamos Ello y supongo hoy, que su nombre puede ser Aurelio. Ello o Aurelio, era fanático de las novelas de vaqueros, que tenían la firma de Marcial Fuente Estefanía. Las leía muy concentrado.
Hablaba con Ello sobre el contenido de estas novelas y siempre habían algunos detalles muy comunes en todas estas novelas. Los muchachos o protagonistas de estas novelas siempre medían más de seis pies, eran muy rápidos con las pistolas, las mujeres más bonitas eran de estos vaqueros y por lo general, tenían como oficio, ser federales o cazadores recompensa. Una especie de polícia del mundo.
No vamos hacia una situación con una ambientación parecidas a las que se podían leer en estas novelas. Ya estamos desde hace tiempo en ese ambiente y esto no es una casualidad. Estas novelitas, que no las he vuelto a ver, son prácticamente una película de vaquero escrita. En estas novelas, la justicia a veces o la mayoría de las veces está ausente y manda el más fuerte y todo se decide con el uso de las armas. El más fuerte siempre mide seis pies, es catire, ojos azules, alto. Todos estos detalles te arriban conscientemente hacia una forma de ser.
Recuerdo que las recompensa por el bandido más bandido no llegaba a cien dólares. Un bandido que cargaba en su lomo atracos, muertes, destrucción de cantinas, robos a bancos y otras menudencias, no llegaba a 100 dólares, según recuerdo.
EEUU le puso precio a Maduro y el pueblo Irani le colocó también un monto a la cabeza de Trump. Es el ambiente de las películas vaqueras que vienen o venían del norte.
EEUU paga por Maduro menos 16 millones de dólares. No opino sobre este caso porque para mi, cualquier venezolano no es posible ponerle precio. Trump, supuestamente vale 80 millones y allá (por tradición cultural y novelistica) las personas tienen precio: se compran y se venden. Un pelotero no tiene propiedad sobre su persona. Alguien lo contrató (compró) y esa persona que lo compró, es su dueño. Tiene prohibido (por ejemplo) jugar Beisbol o estar en una caimanera en el pueblo donde crecio.
Pagar 80 millones de dólares por Trump no es justo. Creo en consecuencia, que este caso, está muy contaminado con la corrupción y me atrevo a decir, que hay una sobre facturación por la cabeza de Trump. 80 millones de dólares por Trump, es un precio muy alto.
La cabeza de Trump vale menos que una cabeza de cochino y entiendan mis queridos lectores(as), que una cabeza de cochino, preparada con frijol es una vaina muy buena. Uno llega a morder la oreja de Trump en una hamburguesa y se envenena.