Con Afganistán queda atrás un país invadido, destruido; ahora ante la
inesperada huida del imperio gringo, regresaran con sus dosis de
sanciones, bloqueos y porque no, mercenarios. Una guerra considerada
como la más larga librada por EEUU, fueron 20 años. Ahora abandonan a
ese país como salieron de Vietnam (1975) con el rabo entre las piernas
y derrotados. Ya los talibanes son gobierno, después de la partida,
también de su presidente Ashral Ghani, que huye buchón con maletas
full de billetes de los verdes; pero según sus palabras "para evitar
derramamiento de sangre". Lo hace, decimos nosotros, porque no le
queda otra alternativa ante la salida intempestiva gringa. Una guerra
sin pies ni cabeza, buscando supuestamente o al menos ese fue el
argumento que utilizaron, a los terroristas responsables de la
voladura de las torres gemelas el 11 de septiembre del 2001; a
sabiendas que su lugar de origen era de Arabia Saudita.
Los gringos no dan el brazo a torcer, se metieron con unos carajos
duchos en guerras; lucharon contra los ingleses (1842); contra los
soviéticos ((1989) y ahora contra los todopoderosos gringos y
recibieron el sabor amargo de la derrota; ahora no saben que decir
ante esta escape sorpresivo, dejando atrás armas, pertrechos y hasta
vehículos. La derrota es tan dolorosa y humillante que lo están
haciendo ante un ejército con armas nada sofisticadas, un pueblo
pobre, analfabeto; pero diestros en guerra de guerrillas y conocedores
de los recovecos del cordón de montañas que rodean a Kabul. Hoy la
abandonan bajo un costo de víctimas y social multimillonario; 3.000
soldados del ejército estadounidense muertos, 60.000 miembros de la
fuerza de seguridad afgana, también muertos y 110.000 fallecidos de
niños, mujeres y hombres de pueblo. Ahora sale Joe Biden, como se ve
con la soga al cuello, diciendo en una de sus alocuciones: "Los DDHH
deben ser el centro de nuestra política exterior"; mayor sarcasmo la
de este señor. Acaso ese sin fin de invasiones, intervenciones,
golpes de Estado, no es acaso violatoria a los derechos humanos de
quienes viven en esos países, que luego salen diciendo con su cara muy
lavada que esas víctimas se deben a los efectos colaterales.
Fueron muy patéticas las imágenes de la partida gringa en el
aeropuerto de Kabul de un avión de la Air Force de los EEUU, con un
selecto grupo de ese país, cerrando con rapidez las compuertas de la
nave e impidiendo el ingreso a los más cercanos colaboradores
afganos; algunos se aferraron al fuselaje que murieron al caer en la
pista. El general ruso Guergui Shpak ha dicho que lo ocurrido en
Afganistán demuestra: "La descarada y despiadada que es la manera de
USA de dejar botados a sus aliados".
De Afganistán provienes el 85% del opino y la heroína, que se produce
en el mundo; el cultivo de la amapola en el 2020 se incrementó en un
37%; es más, el 30% del Producto Territorial Bruto corresponde a la
explotación de este rublo. En el año 2000 que eran gobierno los
talibanes estaba prohibido; llegaron los gringos a ese país en el 2002
y con ellos entraron el cultivo y tráfico de las drogas; de la misma
manera podemos decir de Colombia, con siete bases militares en su
territorio y dentro de sus objetivos es el control de los cultivos y
comercialización de la cocaína, este país aparece como el mayor
productor de cocaína en el mundo.
En Afganistán existen tres perdedores; EEUU, la OTAN y la Unión
Europea y, no solo eso, los gobiernos de Bush, Clinton, Obama, Trump y
Biden deberían ser acusados de criminales, genocidas y violadores de
los DDHH por lo que le hicieron a Libia, Irak, Siria, a Cuba,
Venezuela y toda esa lista interminable de países afectados. Ya para
terminar tenemos que agregar, que no es lo mismo un ejército
invasor, cuyos soldados buscan dadivas, posiblemente la nacionalidad
norteamericana o dinero o aquellos que están ahí, en su territorio,
por amor a su patria.