1. Estaba viendo muy emocionado el magnífico discurso y conversación de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, del 25 de octubre de 2021. En él denuncia con todas sus letras e ímpetu a la clase empresarial, la clase política y todo el sistema capitalista que en El Salvador y el mundo tiene a la enorme mayoría de los pueblos en la miseria y el hambre. Y hoy día 11 se denuncia, sin cobardía frente al gobierno de EEUU y su embajada, de querer dividir a su partido –ampliamente mayoritario en el congreso- buscando derrocarlo y así continuar con los gobiernos peleles siempre al servicio de los yanquis.
2. El Salvador, un país de apenas 6.5 millones de habitantes, con el gobierno inteligente y radical de Bukele, puede convertirse en la vanguardia de lucha antimperialista y antiburguesa de Centro y Sudamérica si los asesinos yanquis no lo bombardean e invaden como siempre lo han hecho. Aunque con más de 80 años, me encantaría estar en ese país para observar esa rápida transformación que puede darse, sobre todo si se tiene presente que a las pocas semanas de tomar posesión de su gobierno en 2019, Bukele decretó de un jalón expulsar a los jueces y a los funcionarios corruptos con la aprobación de los legisladores.
3. Propongo para México, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Chile, así como a China, Rusia e Irán, preparar manifestaciones de protesta contra el imperio yanqui que está amenazando al gobierno de El Salvador. Aunque no conozco a fondo al presidente Bukele –por ser muy nuevo y joven- me da la impresión que su discurso contra los millonarios que han despojado a su país y contra los yanquis que quieren dividirlo, para luego derrocar al gobierno, me parece confiable. Por ahora el gobierno yanqui de Biden está buscando lavar la cara de EEUU, para que el mundo olvide el desprestigio de asesino cargado en, por lo menos, un siglo.
4. El presidente López Obrador, que lleva muchos meses más gobernando, tiene mucho miedo. Se han burlado de él los jueces de la SCJN, los expresidentes ladrones y asesinos, el instituto electoral (INE), los multimillonarios que no pagan impuestos, los muchos que siguen robando como antes, todos los que deberían estar en prisión, los viejos medios de información, en fin, todos. En nombre del respeto a la Constitución y a las leyes que nadie respeta, señala que "todos tienen libertad". Por ahora Bukele –sin miedo- es el maestro de todos, pero no sé lo que pasará cuando lo yanquis y su burguesía salvadoreña lo bloquee.