Mi palabra

Joe Biden reafirmó tumbar a Maduro y nadie volteó, pero…

"La maldad no necesita razones

le basta con un pretexto"

Wolfgang von Goethe

La oposición no esperaba la llegada de los Reyes Magos, con el "dictador" en el poder; pero después de un diciembre pasado por las infaltables hallacas, pan de jamón y las refrescantes espumosas bien frías. Terminaron por olvidar la magia de los famosos Reyes, cada vez que, ven a Nicolás Maduro, resignados antes semejante e inesperado personaje, ya que, sin hacer alardes de nada parecido a un mago, se mantiene haciendo de tripas corazones para ayudar al pueblo. Esto ha provocado un contrapunteo de acusaciones al no conseguir que recurso utilizar para desbancarlo, y si no pudieron con la ayuda del dislocado de Trump, quien parecía más empeñado en acabar con el presidente venezolano, que, responsabilizarse por la presidencia de los Estados Unidos. Con el añoso de Biden, y su cara de pensante trasnochado, no es raro que, sigan tropezando con la misma piedra y de pronto busquen otra "alternativa" y títeres siempre sobran y sino pregúntenle al fracasado de Guaidó.

Joe Biden, revisó la agenda y al no conseguir nada que, despertara entusiasmo en la población, sin utilizar los siempre desinflados Fake News, no le quedó otra, que, ratificar en la fantástica presidencia al no menos achicado de Guaidó, creyendo que todavía pueden encontrar inocentes para el trabajo mediático, pero el personaje está tan devaluado que, ni por arte de magia y en la época de los supuestos, Reyes, despertó algún interés. Son tantos los problemas en la libreta del mandatario estadounidense, que, le pareció buena idea seguir con EL BACALAO EN EL HOMBRE, como el payaso de distracción, pero con un protagonista tan rayado por necio, ladrón y entreguista los pocos que les echaron una miradita, terminaron bajando la cabeza al saber el proceder de esta perfecta escoria.

El grave problema de cuanto presidente se instala en la Casa Blanca, es, que, no les queda otra, si no mantenerse en el poder al lado de una terrible enfermedad, el cual es parte de todos los males en el mundo: el capitalismo salvaje, con su medio de inducción el dólar. La pandemia por Covid-19, lamentablemente ha llevado muerte y desesperación en todo el mundo, pero en los Estados Unidos, los gobernantes parecen vivir en un mundo lleno de fantasías al igual, que, el autoproclamado en Venezuela, porque es más la preocupación por mantener abiertos los centros para producir billetes, que, enfrentar la epidemia con la responsabilidad de pensar en el ser humano.

Aparte de un problema totalmente económico visible a la vista de todo el mundo. Los gobernantes estadounidenses llegan con el garrote en la mano, queriendo imponer sus caprichos hegemónicos de potencia imperial, y en estos momentos, cuando las aguas se encuentran agitadas por los lados de Ucrania, empiezan a enseñarlo, como una manera de amedrentar, peligrosamente después de tantos fracasos militares y el nuevo resurgir de movimientos de izquierda por la vía electoral, el cual viene alumbrando América Latina, a pesar de todo el poder mediático puesto en escena, tratando de convencer a todos los habitantes del mundo, que, en los Estados Unidos todo es color de rosa, desechando las estadísticas, que, hablan de acercarse al millón de muertos por la Pandemia, pero, poco les importa antes el compromiso de tumbar a Maduro, como lo acaba de reafirmar Joe Biden al reconocer al proclamado cachivache, como el presidente interino. Pero tenemos que estar pendientes, porque el imperialismo todavía no es el tigre de papel del cual hablaba Mao Se Tung.


 



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Narciso Torrealba


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