Tal como acostumbro a enterarme de algunas noticias a través de medios corporativos, durante la mañana de hoy a través de un mensaje de wasap envié un comentario a un periodista corporativo de una cadena local de mi ciudad Barranquilla. No mencionaré el medio no el prestigioso periodista que muy a pesar de su avanzada edad y su avezada experiencia lamento que no tenga una visión más geopolítica sobre el asunto. El periodista se incomodó y dijo que ese mensaje no era para leerlo, más sin embargo; sólo leyó una parte y no la final, el texto es el siguiente:" Buen día señor "X" el ministro molano y la vicepresidente y canciller colombiana Marta Lucía Ramírez son bravos cuando ordenan bombardear campamentos y asesinar niños y ahora buscan padrinos para que la República Bolivariana de Venezuela no los vaya a "agredir con las armas rusas "¿es que pretenden agredir a la República Bolivariana de Venezuela y que esta no se defienda? Este gobierno nos está metiendo en un conflicto, afortunadamente el presidente Nicolás Maduro ha sido muy coherente y sensato al respecto.
Pues bien, la única respuesta del retrógrado periodista fue que tal como respondió que él no debería leer este mensaje y que muy seguramente yo era un venezolano, frase que no me ofende, pues tengo muchas amistades y personas allegadas en ese maravilloso país, aunque orgullosamente soy colombiano, me es grato saber que también soy latinoamericano. Les comento que las reacciones no se hicieron esperar, toda clase de epítetos, que los comprendo porque muchos como el referido periodista no alcanzan a comprender el dimensionamiento de las visita del ministro de guerra y la exministra de guerra de Colombia (estamos en guerra hace casi 70 años). Lo grave de esto estriba en que Colombia es un país miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) y sus récord están por fuera de la misión de dicho organismo, Colombia uno de los países más desiguales del mundo.43% de pobreza,9% de miseria absoluta,16% desempleados una deuda externa de 165.168 millones de dólares y un déficit fiscal de 7,6%.
Ese no es tanto el problema de un país en donde por cada dos niños, uno se acuesta sin comer. El Asunto más grave tiene que ver que Colombia es país miembro de la OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte), organismo que supuestamente fue creado para mantener la paz en Europa. Pues bien, el caso del ministro Molano y la vicepresidente y canciller colombiana Marta Lucía Ramírez es de suma gravedad, incluso es peor que una traición a la patria ,ellos son atrevidos en ir a la embajada de la Federación rusa a solicitar a un país que respeta la soberanía internacional como es la Federación Rusa a suplicar mediación para que supuestamente al Republica bolivariana de Venezuela no "agreda a Colombia", justamente en el preciso momento en que el gobierno de Nicolás Maduro adelanta una operación sin tregua contra los TANCOL(Terroristas y Narcotraficantes colombianos) instalados en territorio venezolano.
El asunto es un irrespeto diplomático ya que el ministro y la canciller vicepresidente de Colombia han debido dirigirse al interino Juan Guidó que es que reconoce Washington y el gobierno de Iván duque, ahora no sabemos si esa sugerencia fue decisión conjunta de los altos mandos militares que no sólo sienten miedo, sino una actitud de cobardía y este sí que es un verdadero problema para la dignidad de las fuerzas armadas en donde dos de sus máximas cabezas presidente, vicepresidente y ministro de guerra tienen pavor, miedo y cobardía. ¿Cuál es el ejemplo de dignidad y valor que le están dando a nuestras fuerzas armadas? Por otro lado, deja una inquietud si esto fue presionado por Washington que ya se siente derrotado en el continente ante el avance de los países con economías emergentes, esto hace poner en duda la fragilidad del complejo industrial militar norteamericano, que a pesar de haber dotado a su aliado de la OTAN en el Sur del continente (Colombia), reconocen la incapacidad y obsolescencia de su industria militar ante la efectividad de las armas chinas o de la Federación Rusa.
Sin lugar a duda el ministro Molano y Marta Lucía con su procedimiento dejaron mal paradas a las fuerzas militares de Colombia, al complejo industrial militar norteamericano y sepultaron a la OTAN en Sur del continente.
Deberían de renunciar, o ser removidos de sus cargos por mostrar indignidad y cobardía internacional ya que esto es peor que traición a la patria. Hoy con mayor razón las palabras del expresidente Donald Trump cobran vigencia cuando afirmó que las fuerzas militares de Colombia no servían para nada, mejor dejemos quieto lo que está quieto, afortunadamente gracias a algunos congresistas y senadores de la república, el gobierno no compró esas chatarras obsoletas e inservibles de los F-16 de última generación que veríamos caer como moscas en nuestro propio territorio con lo avanzada de la tecnología defensiva de un mundo más humanizado y que busca la paz por encima de quienes están acostumbrados a vivir de la guerra y el saqueo o la violencia.
(*) investigador científico-escritor.
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