“Tiburón que buscas en la orilla, tiburón que buscas en la arena, tiburón lo tuyo es mar afuera”.
Nunca antes este canto del camarada Rubén Blades tuvo tanta vigencia, el criminal de guerra que destrozó los jardines colgantes de Babilonia y asesina diariamente centenares de ancianos y niños en Irak, viene a inspeccionar lo que por mucho tiempo consideraron su patio trasero. Ya no estamos en la época de la guerra fría y los misiles sembrados en Cuba por la solidaridad de la inexistente “Unión de Repúblicas Socialistas Soviética” (U.R.S.S) ya no amenazan las principales calles de Nueva York; pero el imperio sigue siendo una grave amenaza para los pueblos de este continente.
Hoy la bestia imperialista, a pesar de su poderío militar está herida de muerte, su confrontación en el medio y lejano oriente lo mantiene en su peor momento, quizás esa sea la razón de comenzar a voltear la mirada hacías estas orillas como diría el cantautor panameño. El señor Bush viene a destiempo, pero con intenciones de recuperar el tiempo perdido, ya dio las primeras escaramuza de su combate: hipócritamente manosea el pensamiento de Simón Bolívar y lo emparenta con la epopeya de George Wansiton, para contrarrestar la predica Bolivariana impulsada por nuestro Presidente Hugo Chávez Frías. Esta verborrea patrioterica del peor de los presidentes de los EEUU, revela el hecho histórico y político que vive nuestra América irredenta, hoy la Cuba Socialista de Fidel Castro, no está sola, ante su propio asombro presencia la materialización del pensamiento del Che, cuando señalaba la necesidad de tener territorio liberados en tierra firme. Hoy su accionar en Bolivia se reivindica en las manos de Evo Morales y el pueblo Boliviano, en Centro América las fuerzas del Sandinismo gobernando a Nicaragua son garantía de poder conquistar el poder en el Salvador y en la Guatemala de Rigoberta Menchú, dado el modelo de gestión promovido por Daniel Ortega en este nuevo mandato. En fin vivimos momentos de Cambio o un cambio de época como acertadamente lo expresara el presidente socialista de Ecuador Luís Correa. Esto lo sabe mister danger, la América Latina que recorre hoy es otra, pero la pretensiones de su imperio es el mismo. Venezuela “no está en su agenda”, pero nunca antes habían tenido que confrontar con un Presidente tan Antiimperialista como Hugo Chávez, de seguro estamos que desde la Argentina, Chile, Brasil y con Venezuela a la cabeza, el resto de nuestro continente ante esta visita insolente del representante del peor de los imperios que haya conocido la humanidad saldrá a las calles a gritar: ¡Tiburón serpiente marinera!, ¡Tiburón respeta mi bandera!
