Hace dos años cuando detuvieron el terrorista Luis Posada Carriles mientras intentaba huir de los Estados Unidos era evidente que un gran espectáculo estaba comenzando. Posada Carriles, autor intelectual de la voladura del avion de Cubana de Aviación aquel octubre del 1976 que asasinó a los 73 pasajeros abordo, y él responsable por cientos de otros ataques terroristas en Cuba y diferentes países de América Latina, entró a territorio estadounidense en marzo del 2005 de manera ilegal, habiendo llegado en un barco navegado por sus colaboradores auto-exiliados en el imperio. Estuvo durante dos meses tomándose piña coladas en las playas de Miami con sus viejos amigos terroristas y criminales cuando le dio la locura de dar una rueda de prensa sobre su presencia en los Estados Unidos. Pensando que su antiguo oficio como agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) lo protegería ante cualquier intento de romper su burbuja de arrogancia, fue bien sorprendido cuando el gobierno bolivariano y revolucionario de Venezuela envió una solicitud contundente para su extradición. Posada Carriles, cubano de nacimiento, lamentablemente fue otorgado la nacionalidad venezolana cuando se desempeñaba como jefe de contrainteligencia en la DISIP a final de los años sesenta. Su estadía en Venezuela en esa época era basicamente para impulsar la represión, la tortura, la persecución política de la izquierda y la formación de un cuerpo policial de inteligencia para apoyar su fánatica campaña extremista y terrorista en contra de la revolución cubana. Fue justamente en Caracas donde se planificó la voladura del avión cubana para atentar contra el gobierno revolucionario de Fidel Castro, y hasta emplearon los servicios violentos de dos venezolanos, Freddy Lugo e Hernan Ricardo, luego condenados como los autores materiales de aquel tragedía. Posada Carriles de fugó de la cárcel venezolana a final de los años ochenta (acción que desafortunadamente se repite con frecuencia hoy en día) y estuvo clandestino por América Latina durante más de una década, continuando con sus conspiraciones y planes contrarrevolucionarios y terroristas. En el año 1999, Posada Carriles fue capturado en Panamá en pleno acto criminal y su complot de colocar bombas en la Universidad panameña donde estaba prevista una intervención del Presidente Fidel Castro fue impedido. Fue arresto el terrorista y en el año 2004, la saliente presidenta de Panamá, Mirelya Mocosa lo indultó, dejándolo en libertad plena para continuar con sus agresiones y campañas del terror por América Latina.
Pero Posada Carriles no aguantaba las ganas de reunirse con sus viejos panas anti-castristas en Miami, como el terrorista Orlando Bosch entre otros, y buscó la forma de entrar al país ilegalmente. Aunque había poseido una residencia estadounidense en los años sesenta, debido a su servicio en el ejército de Estados Unidos y luego su papel como agente de la CIA, lo había perdido después de más de veinte-cinco años sin volver a ése país. El gobierno de Washington, en lugar de considerar con la seriedad requirida bajo la ley internacional y el tratado sobre temas de extradición del año 1922 entre Venezuela y los Estados Unidos, ignoró por completo la solicitud de Venezuela de querer volver Posada Carriles a los tribunales venezolanos para enfrentar los cargos en su contra, y detuvo el terrorista por simplemente “haber entrado ilegalmente” al país. Estos delitos migratorios ni siquiera son criminales, y Posada Carriles fue enviado a un “centro de detención” del servicio de inmigración estadounidense, lugar de mínima seguridad y no considerado como una cárcel.
Mientras que su juicio administrativo duró más de un año y medio, Posada Carriles se quedó detenido, a pesar de las maniobras de sus abogados para liberarlo. Sin embargo, el juez determinó que no podía ser deportado a ninguno de sus dos países de nacionalidad: Cuba y Venezuela, por el temor de ser “torturado”, concepto que lamentablemente no fue argumentado por el gobierno venezolano. Luego de esa decisión, los fiscales estadounidenses decidieron enjuiciarlo también por haber mintido sobre su entrada al país. Posada Carriles había declarado que entró por tierra en el estado de Texas, cuando en realidad había entrado por lancha en Florida. La fecha determinante – por ahora – de ese juicio es el 11 de mayo, pero los abogados del “bin laden de América Latina” solicitaron su libertad bajo fianzas mientras tanto, y la jueza se la otorgó. Ahora, este terrorista que ha fugado varias veces de la cárcel y que innegablemente ha sido el autor de múltiples asasinatos e intentos de magnicidio pudiero quedar libre para volver a tomarse piña coladas en las playas de Miami con sus viejos y actuales colaboradores de la muerte. Esta es una muestra más de la incoherente y irracional “Guerra contra el terrorismo” que supuestamente ejecuta Washington en el mundo. En realidad, ese país ha resultado ser el cerebro del terrorismo internacional. No dudo que en un ultimo acto de su presidencia, George W. Bush otorgará la libertad y residencia permanente a Luis Posada Carriles tanto como hizo su papa en el año 1989 con el terrorista Orlando Bosch.
MISIÓN MILITAR GRINGA ENGAÑA DE NUEVO
Cómicas fueran las declaraciones del jefe de la misión militar estadounidense en Caracas la semana pasada. Luego de que el gobierno venezolano terminó definitivamente la colaboración entre las fuerzas armadas venezolanas y las estadounidenses, además los programas de entrenamiento a finales del año 2005, debido a las pruebas contundentes de espionaje e infiltración realizado por los oficiales estadounidenses, al Pentágono le ha hecho más dificil seguir con sus misiones encubiertas para desestabilizar la revolución bolivariana. Entonces, el jefe del la misión militar de Washington en Venezuela, el coronel Edwin Passmore, publicamente expresó su deseo de reiniciar estas colaboraciones para “poder entendernos mejor”. Risa es lo que da este cinicó intento de convencer al estado venezolano y su pueblo que el Pentágono solo busca “comprender” a los militares venezolanos con su reclutamiento de soldados venezolanos para darles información clasificada y sus programas de “educación” que en realidad buscan indoctrinar a las fuerzas armadas bolivarianas con la ideología neoliberal capitalista y represiva que promueve Washington. Olvídalo Pentágono, las fuerzas armadas bolivarianas estan comprometidas con la defensa y el avance de la revolución. ¡Patria, socialismo o muerte!
ESCUALIDOS INDIGNADAS POR BUEN TRABAJO DE LA GUARDIA NACIONAL Y EL COMANDO ANTI-NARCOTRÁFICO EN MAIQUETÍA
Cuando iba saliendo del aeropuerto internacional Simón Bolívar en Maiquetía a mi recién viaje a Europa para más presentaciones del Código Chávez y Bush vs. Chávez: La Guerra de Washington Contra Venezuela en francés, escuché a varias personas quejándose del “maltrato” de los funcionarios de la Guardia Nacional. “Nunca me han tratado así”, decía una venezolana, “en ningún aeropuerto del mundo te preguntan tantas cosas y te revisan de esa manera”, agregó. Yo casí me reí en voz alta porque evidentemente esa señora nunca ha viajado a los Estados Unidos, donde te hacen quitar casí toda tu ropa varias veces para pasar por la seguridad nacional, te meten en una caja plástica con aire “anti-explosivo” que golpea tu cuerpo, y luego te tratan como si fueras la mano derecha de Osama bin laden.
Otro pasajero quejó diciendo que “esta es una muestra de lo que viene en este país…pronto ni siquiera nos dejarán salir. Solo ellos pueden salir porque ellos tienen los dólares,” dijo el disasociado. Increíble, pensé, ahora que estan haciendo un buen trabajo para efectivamente combatir el transito de drogas en el país, se quejan los escualidos. Claro, ellos prefieren que Washington tenga razón cuando denomina a Venezuela como país “complice del narcotráfico”. Yo personalmente saludo y felicito a los cuerpos anti-drogras en el aeropuerto por hacer su trabajo con seriedad y profesionalismo.
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