Virginia en Bagdad

La masacre de 33 personas en la universidad de Virginia Tech representa un duro golpe para la administración Bush, porque el impacto psicológico de esta masacre puede acercar la tragedia iraquí a los corazones y mentes de Estados Unidos. Es posible y casi probable que las autoridades traten de evitarlo, fabricando alguna explicación que sirva a sus intereses políticos, pero no será fáci, porque su hora de credibilidad ha pasado. Bush recuerda al personaje de Hemingway quien, cuando le preguntaban cómo había quebrado, respondía "Primero poco a poco y después de golpe".

Los inventores del obsceno proyecto del Nuevo Siglo Americano, igual que sus clones & clowns europeos, sabían que los pueblos se resistirían al saqueo global y a la pérdida de toda esperanza: Por eso iniciaron una contrarrevolución preventiva con Estado policial en casa, e imperialismo brutal en ultramar. Pero el costo de la operación está resultado demasiado alto para sus aliados (incluyendo a los republicanos). La "Coalición de los Dispuestos" se disolvió como las nieves de Afganistán en primavera, y el mismo horrendo día de Virginia Tech, el diario Le Monde informaba que, un año antes del 9-11, los servicios secretos franceses habían prevenido a sus colegas de Washington sobre ataques con aviones.

Del caos total de la sociedad irakí (una o dos Virginia Tech por día) y del desespero de la juventud norteamericana, va surgiendo la convicción de que no todo lo que es bueno para Cheney & Bush es bueno para los Estado Unidos.

mabolivia@gmail.com





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Eduardo Rothe


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