El combate se simplifica, se ha ordenado una nueva táctica postgolpista, pues los grupos conspiradores, según las informaciones proporcionadas por la inteligencia periodística social internacional, se reagrupan en España, New York y Miami, para afianzarse y lanzar en una nueva campaña mediática internacional, la cual está totalmente estimulada por el imperialismo, una descarga brutal contra la patria.
El nuevo programa continúa con la retahíla de la forma negativa en la subsistencia de la revolución bolivariana que avanza vertiginosamente hacia el socialismo del siglo XXI.
-Eso hay que detenerlo –gritó el asesino Bush- es como una lengua de pólvora que se extiende por todo el mundo.
El nuevo pronunciamiento solapado de la traición contempla “calentamiento polítiquero” movilizaciones de calle, insistencia en que se vive un desabastecimiento alimentario, enfrentamientos continuos de la iglesia católica, por vía directa de sus voceros mas audaces y de alta jerarquía, (ya en plena acción) una manipulación interna y externa de descrédito sobre el Partido Socialista Unido de Venezuela, mantener activado la falta de libertad y expresión teniendo como bandera el espectro de Radio Caracas Televisión, reconquistar a los generales activos que se han pronunciado en contra de continuar quemando fuerzas, reproselitandolos en la insistencia de que la FAB no puede identificarse con el socialismo, terror psicológico en cuanto a la educación y todas aquellas banderas que ondeen en contra del pensamiento revolucionario de nuestro líder, el comandante, señor Presidente Hugo Chávez Frías.
Supimos que la indignación de la CIA y la de estos grupos explotaron debido a las manifestaciones de algunos generales lacayos comprometidos, quienes dijeron estar decepcionados y que ya se hacia imposible continuar quemando fuerzas en la lucha contra la revolución, eso lo habían comprobado a partir del 5 de Julio para acá, lo que los tenia totalmente desmoralizados. Dijeron: - Vimos la Fuerza Armada Bolivariana, a la Reserva y Movilización Nacional y luego oímos los discursos bolivarianos, socialistas, de los dos Generales en Jefe, uno que entregaba y otro que recibía. También aseguraron que con el nuevo alto mando militar y los nuevos comandantes generales de cada componente de la Fuerza Armada Bolivariana y reforzada con el nuevo Ministro de Defensa, se había blindado definitivamente la revolución bolivariana socialista.
Esto hizo reaccionar y obligó, según nuevo criterio del imperio, quienes aseguran que esto no pasa de un simple acoso de la desesperación por lo que se nos viene encima, y que solo era necesario reagruparse y preparar una táctica que les permita una intervención militar muy pronto. Dicen, además, que se mantiene contacto con ciertas entidades del mismo gobierno que están fomentando y propiciando junto con algunos comandos de Guarnición militar, que no promulgan el socialismo militar, una total activación interna que provoque alteraciones y divisiones.
Por otra parte, existe total entendimiento con los factores paramilitares colombianos del hermano del alma, Álvaro Uribe, quien se ha comprometido para potenciar e infiltrar y mantener su fuerza a la espera de acción, aquí en nuestro territorio.
El imperio todavía no lo cree y está totalmente desorientado. Lo cierto es que aquí la revolución cada día crece y se fortalece en todos los sentidos y lo más terrible para ellos, se expande por toda Latinoamérica y el Caribe. Nadie los apoyó en su manipulación tendenciosa que impulsaron junto con el postgolpismo criollo. La desmoralización de los politiqueros, de los grupillos, los oligopolios mediáticos y de los militares que les quedaban, los hace moverse de otra manera, que ya no encuentran en “que palo ahorcarse”, como reza el refrán criollo nuestro.
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