La revolución nicaragüense durante el desarrollo de la política sandinista estuvo asediada por la CIA y el Pentágono, logrando destruirla. Tal vez muchas generaciones no tengan ni idea de lo que pasó en eses país centroamericano una vez que triunfa el movimiento armado contra la dinastía de los Somoza, pero lo que si es cierto es que el gobierno estadounidense logró derrocar luego de diez años al movimiento MSLN y su gobierno de cambios.
La creación de los contras o movimiento armado contrarrevolucionario, mantuvo en situación de guerra al país que dio el ejemplo en los años 70 y 80 de cómo el pueblo organizado y en armas puede derrumbar a sus opresores aunque tengan los más poderosos elementos de destrucción. Y se demostró, que si era posible enfrentar a los norteamericanos y vencerlos, como lo hizo Augusto Cesar Sandino con un pequeño ejercito al vencer al filibustero Willians WalKer en tierras de ese país pequeño pero de gran importancia estratégica en la geopolítica.
Nicaragua, nación ubicada en América Central, estuvo siempre asediada por los gobiernos expansionistas e imperiales, invadida por Inglaterra Y los Estados Unidos debido a su posición geográfica y la posibilidad del canal interoceánico similar al que en la actualidad se encuentra en Panamá. Una vez tomado el poder por el Movimiento Sandinista de Liberación Nacional, comienza una política de nacionalizaciones de empresas y tierras que estaban en manos de los Somoza. La extensión de tierras del dictador era de tal magnitud que afirmaba: “mi finca se llama Nicaragua”. El 19 de julio de 1979 con el triunfo de la revolución, todos los altos funcionarios y miembros de la dictadura de somoza y su guardia nacional, se refugian en Miami, Costa Rica y Honduras. Desde allí y con el financiamiento del gobierno de los Estados Unidos, se inicia la guerra contra el movimiento revolucionario que ya había emprendido una campaña fuerte de alfabetización, se organizaron cooperativas para el trabajo agrícola.
La contrarrevolución o contras como se les conoce, desatan en Nicaragua el sabotaje y la guerra permanente, a lo que el nuevo gobierno debió dedicar mucho tiempo y recursos para frenar el plan de la CIA y el Pentágono y así evitar la derrota de la revolución o dejar que por la intervención, doblegaran al movimiento popular.
Se conformaron a nivel latinoamericano y mundial, comités de solidaridad con Nicaragua, países europeos colaboran con este territorio y el tribunal de la Haya condena al gobierno norteamericano que continúa su agresión contra el gobierno sandinista. En 1984, se celebran elecciones en Nicaragua y el Comandante Daniel Ortega del Frente Sandinista, logra la presidencia demostrándose que en el ambiente popular la revolución contaba con ese apoyo. Esta circunstancia, condujo al gobierno del norte de América a declarar el embargo comercial a Nicaragua en 1985, pero a su vez es descubierto el financiamiento que estaba recibiendo la contrarrevolución de la CIA, con la venta de armas a Irán (conflicto irán-contras), en 1990, el sandinismo es derrotado y gana las elecciones la derecha fascista representada en el partido UNO. Esta derrota fue producto del cansancio de la población ante una guerra planificada por el imperialismo.
En Venezuela, se vive actualmente una situación de similares características. La CIA, estimula la guerra entre Colombia y Venezuela, acusando al presidente Chávez de tener vínculos con la guerrilla de las FARC. Una vez liberadas Clara Rojas y Consuelo González, el gobierno norteamericano sigue profundizando la estrategia de mantener divididos a nuestros países hermanos, pero los venezolanos tenemos hoy mas conciencia de patria y conocimiento de la urgente necesidad de la unidad continental.
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