Él titulo de este articulo pareciera a simple vista una expresión trivial. Tal vez seria así si estuviera colocado en la puerta de algún banco comercial, empresa o alguna corporación. Pero no es requerimiento de una organización mercantil, ni de una organización sin fines de lucro, ni de una institución que te "enseña" el abc del desarrollo personal, que te encamina a la consecución de tu sueño personal, y como estamos en este continente se traduciría en el "sueño americano", no, no es a la explotación de tu ego, ni siquiera es un pedido de nuestra patria, va mas allá, ES UN REQUERIMIENTO DE LA HISTORIA, es como decía una de las primeras canciones de Silvio Rodríguez:
" La era está pariendo un corazón,
no puede más, se muere de dolor
y hay que acudir corriendo
pues se cae el porvenir
en cualquier selva del mundo,
en cualquier calle."
Es mas que un cambio en un punto del globo terráqueo; se trata de la posibilidad real de reimpulsar definitivamente, de acelerar la transformación. Parafraseando un poco la Internacional podemos decir; "Para hacer que el imperio burgués caiga y el mundo siervo liberar, soplemos la potente fragua que el hombre libre ha de forjar". Tampoco asumamos estas palabras como emociones emanadas de un enamoramiento revolucionario, sino como amor producto de las convicciones revolucionarias, porque quien sienta la revolución como razón existencial, debe ser revolucionario no por seducción sino por convicción.
Entender esta responsabilidad histórica, es elevarse por encima de pequeñas parcelas, que están mas que en un territorio, en los miserables rincones de nuestra mente y conectarnos con una estrategia de lucha internacional contra el imperio, lucha que por muchos años no había tenido tanta posibilidad de triunfo como hasta ahora. Y es en Venezuela donde se abrió la rendija por donde se ha infiltrado la luz de la transformación revolucionaria con características que muy difícil puedan mediaticamente estigmatizar; como lo hicieron con anteriores revoluciones que se sucedieron violentamente empujadas por circunstancias históricas particulares. Cada vez que con sus medios de dominación comunicacional expresaban criticas al socialismo, argumentaban como valor de la "democracia" que defendían las "elecciones libres". Resulta que con su argumentación burguesa y bajo sus reglas burguesas la Revolución Bolivariana ha llegado y más aun con su argumentación de elecciones se ha sometido a un numero de consultas populares sin precedente en ninguna de las modelos democráticos capitalistas. Las clases dominantes, el imperio a quedado desarmado ideológicamente, que si somos terroristas, o narcotraficantes eso no deja de ser mas que calumnia barata y más aun con el reconocimiento que hizo nuestro comandante a los resultados electorales del pasado 2 de Diciembre, no deja duda de la esencia auténticamente democrática de nuestra revolución. Esto es sin duda el faro distinto a Octubre de 1917 y a Enero de 1959. Por eso la consolidación de la Revolución Bolivariana significa la consolidación de los cambios revolucionarios en América Latina; la consolidación de un nuevo tipo de relación entre estados, basado en la complementariedad, cooperación y solidaridad. Significa independencia y soberanía. Esto lo sabe el imperio, le preocupa, le duele y no descansa en sus propósitos de detener nuestras conquistas.
Ahora bien no con esto podemos decir que todo es fácil o que ya estamos derrotando al imperio, recordemos las recientes palabras de Fidel, nuestro eterno comandante: " El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse." Esas palabras de Fidel encierran la claridad del concepto de liderazgo que estamos necesitando.
Venezuela y su Revolución Bolivariana es líder planetario en este siglo XXI, pero el camino no es fácil y el liderazgo nunca deja de construirse, y más aun sabiendo que es responsabilidad colectiva. De allí parte, el requerimiento histórico, el modelo de país que nos toca refundar, debe ser el reflejo del nuevo ciudadano, y no se puede construir una nueva ciudadanía con los trillados guiones de una cultura de opresión de clases, donde el líder es sinónimo de jefe, de estatus social-económico, disfrute de prerrogativas y privilegios. "El camino siempre será difícil…." Entonces no escojamos la burda y farandulera opción de promover liderazgo a costa de propagandas publicitarias. Lastima da ver alcaldes, concejales, gobernadores y diputados colocando su nombre hasta en una silla de rueda. Pero no se les ve ofreciendo estimulo de la institución que dirigen, a comunidades organizadas que exitosamente logren ejecutar un proyecto.
El líder necesario no es oportunista, es visionario. No nace de inspiraciones personales sino producto del colectivo. Su aceptación no esta en las costosas campañas publicitarias sino en su ética y valores. Su fortaleza no esta en la habilidad de inhabilitar contendientes sino en la capacidad de integrar el equipo. No se siente desplazado por el líder emergente sino consumado su liderazgo.
El líder que requerimos, debe ser fiel practicante de una ética socialista, se va construyendo en cada momento y en cada espacio; en el núcleo familiar, en la escuela, en el taller, en el barrio, en la cooperativa y desde allí, ese esfuerzo sumados a millones será la muralla contra la que se estrellara el imperio.
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